ÁREAS de
INVESTIGACIÓN

Ex funcionarios de Economía y otros lobbistas

| !EL PUEBLO QUIERE SABER...!


Sección de actualización periódica destinada a informar a la sociedad argentina acerca del historial de los fundamentalistas de mercado que hoy se proponen retornar al poder de la mano del PRO, el Frente Renovador, la Coalición Cívica, etc. Sin excepción, ocultan a la sociedad qué hicieron cuándo fueron funcionarios públicos y su responsabilidad en las estafas perpetradas contra el pueblo argentino. La coordinación de este Laboratorio agradece a los lectores todos los aportes que puedan acercarnos con la finalidad de enriquecer los prontuarios de las personas aquí descriptas. Favor téngase a bien enviar las contribuciones a nuestro correo electrónico oetecid(arroba)gmail.com

"La historia o la ausencia de conciencia histórica, son claves para definir el carácter de la pugna política y social estadounidense. La verdad es que el establishment depende mucho de la amnesia histórica, del hecho de que en este país [EE.UU.] la gente generalmente no conoce esta historia. No sólo no conoce lo que ocurrió a fines del siglo XIX o principios del XX; desconoce la historia de los últimos 15 o 20 años". Howard Zinn (distinguido historiador, politólogo y activista estadounidense)



Federico Sturzenegger
Ostenta un Ph.D. de la MIT, institución en la que tuvo de tutor a Rudiger Dornbusch, el economista estadounidense que en 2002 propuso que el control y la gestión económico-financiera del país pase a manos de un grupo de notables extranjeros. Federico y Rudiger escribieron juntos varios libros y sendos papers. Entre los primeros se destacan: 1) "La macroeconomía del populismo en América Latina" (1991), cuyo capítulo "Description of a Populist Experience: Argentina, 1973-1976" lleva la estampa de Sturzenegger; y 2) el indudablemente más seductor "Dollarization", escrito en coautoría con Levy Yeyati y publicado en 2001, verdaderas guías prácticas para perfeccionar el camino hacia una dolarización de facto de las economías latinoamericanos. Entre sus artículos distinguidos citamos "Dollarization: The Link between Devaluation and Default Risk" (octubre de 2000). Allí nos propone la adopción del dólar para la Argentina puesto que "la eliminación del riesgo monetario a través de la dolarización puede derivar después en una significativa reducción del riesgo país".

En el currículum abreviado que publica el portal oficial de la Universidad Di Tella, de la que fue decano, se lee: "Es Ph.D. in Economics del Massachusetts Institute of Technology (1991), fue Profesor Asistente de Economía en UCLA (1991-1995), Economista Jefe de YPF (1995-1998), Decano de la Escuela de Negocios en Di Tella (1998-2000/2002-2005), Secretario de Política Económica de la República Argentina (2001) y Profesor... de Harvard University (2005-2007)...". Incompleto. ¿Por qué será? Antes de convertirse en funcionario de López Murphy y Domingo Cavallo durante 2001, Sturzenegger brindó servicios de consultoría al FMI en 1993 y 1994 (retomaría en 2003, 2004 y 2005), al Banco Mundial en 1988, 1994 y 1999 (luego en 2002 y 2005), al BID en 2001 (repetiría en 2003, 2005 y 2007) y al Banco de Inglaterra en 2002. Mientras estaba desempleado en el año 2000 -según se infiere de su CV- publicó en el diario La Nación la nota que lleva de título: "Hay que privatizar el Banco Nación" (1/10/00). Eran las maravillosas contribuciones al saqueo neoliberal en plena orgía.

Cuando a fines de 2001 las "soluciones" del terrorismo financiero dejaron al país y al pueblo argentino al borde de la extinción, Sturzenegger -padre del Déficit Cero y del Corralito- decidió tirar la toalla. Lo poco que quedaba por saquear no valía el esfuerzo. Su renuncia, un tiempito más tarde que la de Daniel Marx, fue el 20 de noviembre. Pero que este patriota la peleó, la peleó. Cuando el Megacanje "fracasó" (léase, cuando se hizo conveniente profundizar la estafa allí diseñada y ejecutada), el FMI presionó para un nuevo acuerdo. El anuncio del flamante salvataje se hizo a todo trapo el 21 de agosto de 2001, en Washington. Hacia allí había viajado Sturzenegger y equipo. Era el "Déficit Cero". Al regresar a la Argentina, la Universidad Di Tella realizó una suerte de conferencia de prensa con nuestros funcionarios héroes. El secretario de Política Económica, Sturzenegger "defendió la política instrumentada por Cavallo y repitió hasta el cansancio que el equipo económico tiene como premisa fundamental respetar los derechos de propiedad" (La Nación 24/8/01). Citado por el mismo diario, Sturzenegger tranquilizó así a los angustiados mercados "no habrá devaluación, porque respetamos a los tenedores de pesos y no habrá default porque respetamos a los tenedores de bonos". Como se observa, el respeto al pueblo argentinno bien presente.

El fracaso posterior, entre nuevos y leoninos ajustes, sendos préstamos y acuerdos fallidos precipitó la renuncia de Federico. Pero la causa del fin de la Convertibilidad y de la pérdida del poder político de los estafadores del interés popular obedeció, según Sturzenegger, a la falta de "liderazgo y compromiso con la economía de mercado", título del artículo de su autoría escrita casi un año después y publicado por El Cronista. Así arranca: "Durante los años '90 Argentina adoptó un modelo de crecimiento muy exitoso que en pocos años cambió la fisionomía de nuestro país". Y en cuanto a los pilares de la década del noventa, hoy vueltos a prometer por don Mauricio, nos explica: "El proyecto de crecimiento de los '90 estaba basado en salarios altos ... y una fuerte demanda doméstica sostenida por abundante entrada de capitales. [...] Es así como la economía se recupera un 58% entre 1990 y 1998" (El Cronista - 30/12/02). ¿Algo para agregar?



Miguel Kiguel
Licenciado en economía de la Universidad de Buenos Aires. Asesor del Banco Mundial, con un Ph.D. por la University of Columbia. Asesor académico de FIEL y profesor del CEMA, ex funcionario de Carlos Menem, coincidió con Roque Fernández y Domingo Cavallo.

Kiguel fue corresponsable del endeudamiento argentino en los noventa, responsable directo de la brutal aceleración del endeudamiento nacional a comienzos del nuevo siglo y fundamentalista de la convertibilidad (léase dolarización de la economía argentina).

Invitado al IMF Economic Forum de 1999, en Washington, expresó en inglés: "...permítanme comenzar diciendo que creo que la Argentina es algo especial... percibimos que el tipo de cambio fijo, la ley de convertibilidad de la moneda que la Argentina ha tenido desde 1991, es un gran éxito. Por lo tanto, partimos de algo que ha funcionado y que ha sido muy eficaz en Argentina. La convertibilidad, el tipo de cambio fijo... [permitió] uno de los mejores desempeños del siglo, con una tasa de crecimiento superior al 5 por ciento anual, a pesar de haber tenido una recesión en 1995 y otra ahora". Al cierre de su alocución agregó que la "Argentina no está llevando a cabo una política monetaria hoy [recordar que se refiere a 1999]. Argentina, desde la convertibilidad, ya no cuenta con una política monetaria. La oferta de dinero está determinada esencialmente por cuánto dinero quiere tener la gente. El Banco Central no regula las tasas de interés, no dirige la base monetaria, no establece ningún agregado monetario [o sea, el Banco Central que pretende Macri]". Así remachó: "Y a este respecto ... ¿por qué preocuparse por tener una política monetaria en el futuro? De hecho, cuando tuvimos política monetaria se arruinó todo. Así que los argentinos valoran la capacidad de no tener una política monetaria por el momento". La transcripción refiere que el auditorio aprobó dichas palabras con profusas carcajadas ("risas").



Miguel Ángel Broda
El 27 de febrero de 2002, Rudiger Dornbusch y Ricardo Caballero, economistas de la MIT, publicaban un panfleto titulado "Argentina: por un plan de rescate que funcione". Allí proponían: "Argentina debe renunciar a gran parte de su soberanía monetaria, fiscal, regulatoria y de gestión de activos durante un período prolongado, digamos, cinco años". El 8 de marzo, el informe aparecía publicado en el Financial Times (FT), más reducido, bajo el título "No puede confiarse en la Argentina". El economista argentino Eduardo Levy Yeyati en su libro "La Resurrección" (Eudeba - 2013) cuenta que "en un intercambio con sus lectores del FT, Dornbusch y Caballero mencionaban que habían recibido felicitaciones de 'muchos argentinos talentosos', entre ellos Miguel Ángel Broda". Cabe aclarar que Levy Yeyati no es miembro de La Cámpora, sino profesor de la Universidad Di Tella, asesor del FMI entre 1995 y 1998, y compilador, junto a Federico Sturzenegger, del libro Dollarization (editorial de la MIT - 2002).

A diferencia de sus colegas en el PRO, los señores Marx, Kiguel, Guidotti, Melconian y Sturzenegger , Miguel Ángel no pasó por la función pública ni tuvo actuación directa en las grandes estafas contra el pueblo argentino entre 1976 y 2002. ¿Quién es entonces Broda o cuáles son sus méritos para ser hoy uno de los preferidos del mercado, la UIA y la SRA a la hora de desinfectarse de populismo K? Lic. en Economía en la Universidad Católica Argentina, magister y doctorado en Economía por la Universidad de Chicago (1968/72), Broda ha sido el fundador de la primera Calificadora de Riesgo en nuestro país, a mediados de los años noventa. Eso le permitió posicionarse fuertemente en el sector como gurú del terrorismo financiero y especulador -inestimablemente ayudado por Bernardo Neustadt, como se verá luego-, aunque raramente sus predicciones dieron en el blanco. El diario Clarín no nos deja mentir. En artículo del 16 de diciembre de 2001, titulado "A los gurúes se les rompió la bola de cristal" se lee: "son siempre pocos y este año llegaron demasiado tarde. Lo cierto es que el puñado de gurúes que vive de trazar escenarios sobre la Argentina acumula una inmensa cantidad de desaciertos... Miguel Ángel Broda admite que sus proyecciones de enero del 2001 quedaron aplastadas por las malas noticias. En aquel momento, Broda había previsto para el año un crecimiento 'amarrete de 2%' y una fuga de capitales de 2.000 millones. 'Estábamos en pleno Megacanje', justificó a Clarín. Desde entonces hubo una verdadera catástrofe: el PBI caerá 3,5% y se fugaron depósitos por 18.000 millones de dólares". ¿Alguien puede creer que Broda no sabía?

Broda, Neustadt y Doña Rosa
El 18 de abril de 1996, el diario La Nación se espantaba del creciente gasto público de la populista administración Menem. La nota se titulaba: "Los impuestos que se lleva el gasto público". Allí se explicaba que "mientras el Gobierno apela a los impuestos el gasto se expande. Este año crecerá más del 5% en relación con 1995. Hay coincidencia entre los economistas de que el tema no se puede esquivar más". ¡Imagínese el lector la estirpe de "los economistas" que pedían un ajuste al menemismo! Eran Miguel Ángel Broda, Roberto Alemann, Carlos Rodríguez y Ricardo López Murphy, quienes en el programa Tiempo Nuevo de Bernardo Neustadt habían coincidido en la necesidad de una nueva y masiva poda al de por sí paupérrimo "gasto público". Nuestro querido Miguel Ángel -economista favorito de Bernardo- le había advertido a Doña Rosa: "La Reforma del Estado fue un avance pero falta...". Si antes Broda participaba del programa estrella del menemismo en el poder, y sus recomendaciones marcaban agenda, hoy es invitado a banquetes y seminarios para llorar y reclamar el retorno del menemismo a la Rosada, esto es, Don Mauricio Macri. Cuando en junio de 2008 falleció Bernardo, el matutino mitrista recordó emotivamente que en el sepelio estuvieron presente "los economistas Manuel Solanet y Miguel Ángel Broda, ... Mariano Grondona; el subdirector de La Nación, Fernán Saguier; los periodistas Carlos Pagni y Clara Mariño, el escritor Marcos Aguinis, el diputado Esteban Bullrich, Eugenio Aramburu, Vicente Massot, María Julia Alsogaray... los ex presidentes Carlos Menem y Fernando de la Rúa". Justo y merecido homenaje al Lanata de los noventa.

"Necesitamos un equipo como el de Cavallo"
Más importante que señalar sus recurrentes "errores" en todas y cada una de sus predicciones realizadas en tiempos kirchneristas, es recordar dos de sus más emblemáticas intervenciones públicas. Empecemos con la más reciente. En abril del corriente, el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), conducido por Eduardo Eurnekian convocó a su tradicional almuerzo a los destacadísimos militantes del mercado José Luis Espert, Carlos Melconian y Miguel Ángel Broda. Nuevamente recurrimos al diario La Nación, que nos cuenta de la tertulia en nota "Un debate sobre cómo ajustar la economía incomodó a empresarios (sic)". Leemos entonces que "Broda, Espert y Melconian trazaron escenarios críticos y propusieron varias salidas para los desequilibrios... ". Vayamos directamente a nuestro criticado del día de la fecha. Dijo Broda: "Como lo que viene para el próximo gobierno son decisiones políticamente incorrectas, tenemos que tener muy poco miedo a lo que queda del Frente para la Victoria y su camada de militantes. Señores, lo que hay que hacer es lo políticamente incorrecto". Acto seguido y envalentonado por cerrados aplausos de los comensales, develó su plan "políticamente incorrecto": "La verdadera solución pasa por el shock, pero va a haber gradualismo". Cerró su speech con está patriótica confesión: "Ya estoy más allá de todo, lo voy a decir: necesitamos un equipo como el de Cavallo, de 200 profesionales". Sacada la careta y salvando supuestas y anónimas excepciones señaladas por el cronista de la nota, todo fue algarabía y anarquía mercadista. El extravagante Espert, puso la frutilla al postre afirmando que "no tendría que haber paritarias, eso es fascista. El Estado no tiene por qué meterse en eso".

"No conviene malvinizar la deuda"
Cuando Néstor Carlos Kirchner decidió comenzar a poner en práctica sus convicciones enfrentando al terrorismo financiero internacional -como hoy practica Tsipras y el pueblo griego (tener en cuenta que el presidente argentino había asumido con apenas el 22% de los votos), ese mismo terrorismo financiero, sus corporaciones mediáticas, sus brazos ejecutores con el FMI a la cabeza y sus fundamentalistas del mercado salieron con todo al ruedo. El 29 de febrero de 2004, el diario de Mitre invitaba a Broda como columnista invitado. Figúrese el lector las recomendaciones que Miguel Ángel hacía a Kirchner en el sentido de lograr "una oferta más atractiva para los acreedores", acreedores por cierto muy enojados: "El G-7 nos exhortó a negociar la deuda y colocó el caso argentino junto con el de Irak y Afganistán". El puntero del anarco-mercadismo, hoy en las filas del PRO y aspirante a un cargo, titulaba su aporte "No conviene malvinizar la deuda". Pero la deuda se malvinizó, porque la estafa del endeudamiento, como la invasión británica de 1982, son las puntas de una misma pinza (poquito antes se habían sucedido las invasiones a Medio Oriente). Con ella y desde centurias, el colonialismo primero y el imperialismo después intentan someter a los pueblos del mundo.



Carlos Melconian
Este hábil comunicador de lo más nefasto del terrorismo financiero y especulador, se presentó ante la sociedad, cuando volvió a aparecer en escena político como candidato PRO, como un recién llegado a la política. Veamos. El periodista Maximiliano Montenegro escribió el 11 de mayo de 2003: "Cuando [Melconian] era jefe del Departamento de Deuda Externa del Banco Central, el economista que Menem quiere como su ministro, ayudó a detener las investigaciones de lavados y autopréstamos por miles de millones de dólares". Para Montenegro, Melconian "fue uno de los principales responsables de legalizar el proceso de estatización de la deuda externa privada, que ideó Domingo Cavallo como presidente del Banco Central de la dictadura... el joven Melconian, como jefe del Departamento de Deuda Externa de la entidad, archivó las investigaciones sobre fraudes cometidos por multinacionales y grupos económicos locales con los seguros de cambio a principios de los ochenta".

¿Cómo operaba este experimentado puntero mercadista? Explica Montenegro: "Los informes de los inspectores eran elevados al Jefe de Departamento de Deuda Externa, Carlos Melconian, quien, antes que profundizar las investigaciones, se esforzaba por rebatirlas. En su defensa de la inocencia de empresas a las que les interesaba el país contaba con el respaldo de su superior, el gerente de Estudios y Estadísticas del sector Externo, Enrique Bour, otro prominente economista liberal. La actuación de Melconian y Bour era clave, porque si confirmaban las objeciones de los auditores, entonces la deuda no se consideraba registrable y el Estado dejaba de asumirla como propia. Pero sólo ratificaron un puñado de expedientes menores y, por el contrario, en la mayoría de los casos se sumergieron en una fuerte controversia con el equipo de auditores". Finalmente, señala el periodista: "Con el documento Melconian, el Banco Central limitó las investigaciones a un sólo criterio: el procedimiento formal de verificar que los dólares hayan ingresado al país. El organismo emitió una resolución, impulsada por los directores Daniel Marx (el mismo que manejó las negociaciones de la deuda durante toda la década del noventa y fue secretario de Finanzas de Cavallo durante la gestión De la Rúa) y Roberto Eilbaun, refrendando todas sus recomendaciones".

En las elecciones de 2003, Melconian fue candidato a ministro de Economía de Carlos Menem. A semanas de las elecciones presidenciales, Jorge Lanata lo entrevistaba en su célebre programa Día D. Lanata le pidió explicaciones sobre su patrimonio y cómo había podido sacar del país 2.500.000 pesos (o dólares, porque no se aclara si fue antes o después de la Convertibilidad). Melconian, manifiestamente nervioso y superado, no quiso explicar cómo fugó ese dinero. Apiadándose de él, el entrevistador le dice: "Bueno, contale a la gente cómo vas a solucionar los problemas de la Argentina". El actual referente PRO respondió aliviado: "Bueno, primero tiene que ganar Menem...".



Daniel Marx
Se desempeñó como director del Banco Central de la República Argentina (1987-1988), desde donde contribuyó a ejecutar los planes de ajuste de la administración Alfonsín. Fue luego subsecretario Jefe de Negociación de Deuda Soberana (1988-1993) en el ministerio de Economía, consolidando la estafa de la estatización hecha por Domingo Cavallo y asegurada por Carlos Melconian, entre otros (recomendamos la lectura de la "Presentación judicial por la deuda externa Argentina de 1981 a 1987" conducida por el ex auditor judicial de la deuda, Dr. Néstor Forero). Marx fue asimismo secretario de Finanzas entre 1999 y diciembre de 2001, época durante la cual . En suma y durante todo el periodo comprendido entre 1987 y el 16 de diciembre de 2001, Marx sirvió a los intereses de sus socios financieros y banqueros en detrimento del país y del pueblo argentino. ¿Por qué? No solo por brillar como el principal gestor del Blindaje, el instrumentador del Megacanje -estafa además por la que fue procesado y más tarde sobreseído- y el autor intelectual argentino del Plan Brady (1993), sino fundamentalmente por haber sido el máximo responsable de las negociaciones en materia de deuda externa entre nuestro país y los acreedores (locales y extranjeros), por supuesto, a favor del pedido hecho por la banca mundial entre 1985/86 de cobrarse los intereses de la deuda en activos (capitalización de la deuda) y que perduró hasta la caída de De la Rúa.

El Blindaje
Comencemos por recordar la monstruosa estafa que significó el denominado Blindaje, por cierto, llevado a práctica elaborado por Daniel Marx. Ocurrió a principios de 2001, ante la peligrosa acumulación de vencimientos de deuda en el corto plazo que ponían en duda su cumplimiento por parte de la administración de Fernando de la Rúa (la presión de la deuda sobre las cuentas públicas era agobiante. El Presupuesto Nacional del año 2000 preveía destinar el 20% de los recursos al pago de la deuda externa). Se obtuvo un préstamo de 40.000 millones de dólares, con el Estado devenido en mero pasamanos y la ciudadanía siquiera beneficiándose ni con un mísero centavo de aquella monstruosa cifra. El Blindaje se negoció con la banca internacional, que nos proveería de un crédito por U$S 40.000 millones para “blindar” la economía de los efectos financieros. Se buscaba garantizar el pago de las deudas para reducir la incertidumbre de los deudores y garantizar "seriedad" y "solidez" frente al mercado financiero internacional, y por ende, obtener tasas más reducidas. Poco tiempo después, se demostró que el Blindaje era insuficiente para mejorar la credibilidad de los inversores, lo que precipitó la renuncia del ministro de Economía, José Luis Machinea, sucedido por Ricardo López Murphy, quien anunció un severo plan de ajuste sobre la población. Por aceptar el Blindaje el gobierno se comprometió, entre otras cosas, a recortar jubilaciones futuras; desregular las obras sociales, elevar la edad jubilatoria de las mujeres, achicar el Estado, reducir del gasto público y los salarios y eliminar la Prestación Básica Universal. El FMI condicionaba al Poder Ejecutivo y al Congreso Nacional. Los responsables de esta operación perjudicaron al país en miles de millones de dólares, millones de pobres, decenas de miles de industrias, negocios y empresas cerradas. Sus responsables: el ex Presidente Fernando de la Rúa, los ministros de Economía, José Luis Machinea y López Murphy, y el secretario de Finanzas Daniel Marx (luego asumiría como viceministro de Economía de Domingo Cavallo), a la sazón principal gestor del Blindaje.

El Megacanje
Sin embargo y como era de esperar, el Blindaje fue un rotundo fracaso. La nueva estrategia del saqueo popular llevaría ahora el nombre de Megacanje, y que básicamente se trataba de una operación financiera que se proponía intercambiar deuda existente que vencía en el corto plazo por otra que permitiera pagar en un plazo mayor. Se suponía que tal operación aliviaría los pagos de intereses y capital de la deuda externa. La propuesta provino del banquero David Mulford, ex secretario del Tesoro de los EE.UU. El Megacanje disparó el endeudamiento del país por 40.000 millones de dólares. La Auditoría General de la Nación planteó que este canje de deuda externa vulneró la Ley de Crédito Público, por lo que debería quedar sin efecto (lo que no ocurrió). La AGN objetó que para "postergar vencimientos hasta el 2005 por 12.850 millones de dólares se aumentó la deuda en más de 40.000 millones, ... [con] 141 millones en comisiones para la banca privada...". ¿Resultado del Megacanje? La situación financiera y económica del Estado y de la población empeoraron; el riesgo de default también. Las metas comprometidas con el FMI no podían cumplirse. Se requería de un nuevo acuerdo con el organismo, acuerdo anunciado con bombos y platillos el 21 de agosto de 2001 en Washington. En cuanto al estado de la deuda externa, tómese nota: a fines del 2000 (antes del Blindaje y el Megacanje), la deuda externa Argentina ascendía a 80.000 millones de dólares. Luego del Megacanje, la deuda había saltado a 88.000 millones; en 2003 estaba en 102.000 millones de dólares. Si antes del Megacanje se calculaba que la Argentina debía pagar en el período 2001-2031 por los vencimientos de su deuda 60.500 millones de dólares, luego de dicha operación el valor se había incrementado en un 63%, llegando a los 98.400 millones de dólares. En 2009, la investigación por la causa del Megacanje arrojó que el aumento de deuda había sido en realidad de 55.405 millones de dólares en pagos por cancelar entre 2006 y 2031. ¿Quién fue el principal instrumentador del Megacanje? Daniel Marx, entonces viceministro de Economía (tiempos del ministro Cavallo).

Buitres y saqueo petrolero en Malvinas
Expositor sumamente requerido en foros y seminarios de grandes empresarios, banqueros y especuladores, habitué de medios de prensa reaccionarios, este notable operador del mercado y de los fondos buitres es presentado como Director Ejecutivo de Quantum Finanzas, "una firma de asesoramientos financieros con base en Buenos Aires que tiene una alianza estratégica internacional con Evercore Partners". Sobre esta última consultora, cabe mencionar que su creador y actual CEO, el señor Schlosstein, fue Director de Investment Banking at Lehman Brothers y co-fundador del fondo BlackRock (1988) y su presidente durante casi 20 años. ¿Y qué es BlackRock? Un fondo buitre con importantísima participación en las operadoras corsarias que exploran ilegal e ilegítimamente en Mar Argentino en busca de petróleo alrededor de las Islas Malvinas. Aquí los socios de Marx, entre los que debemos agregar el fondo Darby Overseas Investments, fundado por Nicholas Brady, fondo del cual Marx fue director gerente. Y esto nos retrotrae al Plan Brady de 1993, creado por este ex secretario del Tesoro de EE.UU. y cuyo objetivo pasaba por reestructuraciones de deudas soberanas mediante la emisión de bonos estatales en programas de capitalización de deuda pública. Marx fue clave en la adopción de dicho Plan, condecorado por Brady al incorporarlo como socio en Darby Overseas. El 24 de agosto de 1993, Brady es a su vez condecorado con la Orden del Libertador por su rol en la renegociación de la deuda.



Pablo Guidotti
Fue asesor y luego director del Banco Central entre 1992 a agosto de 1996; luego secretario de Hacienda (de Roque Fernández, ver foto) y viceministro de Economía entre agosto de 1996 a diciembre de 1999. Ahora veamos a Guidotti sirviendo a sus verdaderos amos. Cuenta en extraordinario y fundamental libro la economista Noemí Brenta ("Historia de las Relaciones entre la Argentina y el FMI" - Editorial Eudeba 2013) que "en agosto de 1989, se publicó la primera propuesta de dolarización de la economía argentina elaborada por un think tank doméstico nacido en 1978, en plena dictadura militar, con fuertes vinculaciones con la banca trasnacional, que aportó numerosos funcionarios de primera línea al gobierno menemista". Se refiere Brenta al CEMA, de donde salió el señor Guidotti. ¿Qué decía la propuesta? "El Estado usaría todas sus reservas disponibles de oro y divisas internacionales... para adquirir todos sus pasivos denominados en australes con el sistema financiero y la moneda en circulación entre el público, a la tasa de cambio que haga el valor expresado en divisas de esos pasivos igual a las reservas disponibles. Simultáneamente, todas las obligaciones privadas denominadas en australes pasan a estar denominadas en divisas... Ejecutado el cambio de australes por divisas, el austral habría dejado de existir, y para reemplazarlo se podría declarar como moneda de curso legal cualquier divisa internacional". En una palabra: dolarización. La iniciativa fracasó, y de allí la Convertibilidad, suerte de estadio intermedio.

¿Y Guidotti? Nos explica Brenta que "la primera publicación importante del Fondo [FMI] sobre dolarización, aparecida como working paper en 1991 y como staff paper en 1992 favorecía esta política. Ambos autores eran argentinos, uno de ellos integraba el Departamento de Investigaciones del Fondo y el otro era miembro fundador del think tank argentino que en 1989 propuso la reforma monetaria para dolarizar plenamente la economía Argentina. Ambos fueron funcionarios de primera línea del ministerio de economía del gobierno menemista". Guidotti era el funcionario del Fondo, y su paper se tituló (dejamos en inglés) "Dollarization in Latin America: Gresham‟s Law in reverse" (Fondo Working Paper 91/117 y en Staff Papers, Vol. 39, No. 3, Septiembre 1992). Cuando a comienzos de 1999 se reactivó la idea de dolarizar la economía argentina, escribió, con otros autores "The dollarization debate in Argentina and Latin America".