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Fundación "Producir Conservando": Juan José Llach y las recetas del eterno coloniaje

Autor | Belen Ennis


Conflictos de Interes
La autora no manifiesta conflictos de interés


Palabras Claves
Cavallo, diario La Nación, Fundación Producir Conservando, granero del mundo, Juan José Llach, León Llach, Lucas Llach, menemismo, mitrismo, modelo agro-exportador, neoliberalismo, sentido común, sentido nacional



08-06-2015 | Las usinas del pensamiento conservador de nuestro país, políticamente retrógradas, justificadoras de una estructura económica agrícola-ganadera y socialmente defensoras de un "país" para muy pocos, han empeñado todos sus esfuerzos intelectuales y técnicos en perpetuar la existencia de una semicolonia en el Plata, al servicio de intereses industriales foráneos y ajenos al desarrollo nacional. No es ninguna novedad que este tipo de instituciones defendieran y defienden, a través de sus producciones teóricas, intereses económicos concretos, pero siempre bajo un velo de aparente neutralidad y objetividad científica. Por tanto, para poder entender con profundidad la clave de su funcionamiento dentro de la sociedad argentina, es necesario develar el carácter ideológico que las atraviesan y los fines políticos que las animan. En ocasiones anteriores hemos remarcado el rol desempeñado por organismos tales como la Fundación Mediterránea, la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) y el Centro de Estudios Macroeconómicos Argentinos (CEMA), como plataformas teóricas del neoliberalismo práctico aplicado en la Argentina entre 1976 y 2002. Pero esas mismas instituciones, lejos de hundirse en el naufragio noventista-2001-2002, continúan acechando la escena política nacional, atentas a cualquier oportunidad que surja para divulgar sus decrépitos y anacrónicos programas en tantos espacios como sea posible, uno de ellos el mediático. Analizaremos a continuación el caso de la Fundación "Producir Conservando" y, en ella, Juan José Llach.


El discurso de la dependencia
Un caso ejemplar de cómo funcionan este tipo de instituciones lo constituye la Fundación "Producir Conservando", creada en el año 1991 y presentada hacia afuera como una simple entidad dedicada al estudio de los diversos puntos que hacen al recorrido de la cadena agroindustrial argentina. Sin embargo, puertas adentro sienta en las sillas de su directorio a los representantes locales de las grandes empresas multinacionales agrícolas extranjeras tales como Cargill, Dow Agrosciencies, Monsanto, Barenbrug, Nidera, Rizobacter, FMC (Food Machinnery Chemical) y Valley, entre otras.

Ninguna de las sociedades empresariales mencionadas busca, ni por cerca, defender los intereses agroindustriales argentinos sino, únicamente, trabajar en pos de sus propios objetivos comerciales y los de los países centrales que a su vez las controlan. A pesar de esto, con el fin de presentarse como compañías interesadas por el bienestar de nuestro país y ocultar su carácter profundamente volátil y trasnacional, reciben la ayuda necesaria de ciertos medios periodísticos locales que, por ejemplo, se encargan de divulgar los informes económicos que dichas firmas producen en el marco de sus fundaciones. Sin ir más lejos, el diario La Nación del 31 de Mayo pasado publicó una nota titulada "En la década ganada el país perdió casi tres PBI de Uruguay", en donde retomaba los datos de uno de los informes realizados por la Fundación "Producir Conservando".




El titular elegido por el diario no es azaroso sino puramente intencional. Note el lector/a que se presenta como "el país" a un conjunto de empresas privadas multinacionales que operan dentro de una determinada fundación. Siguiendo esta lógica distorsionada de asociación bien podríamos pensar que, si esas empresas son "el país", no serían las propias compañías las que perdieron casi tres PBI uruguayos en 12 años sino los propios argentinos. Las connotaciones políticas de este titular se caen de maduras: como en las peores épocas del 2008, el diario La Nación busca reducir la Argentina al sector agropecuario y volver a aquello de "el campo nos da de comer" o "si le va mal al campo nos va mal a los argentinos, porque el campo somos todos". Ideas que se deslizan en todo el cuerpo de la nota.

¿Involución?
Según el periódico citado, la Argentina no para de involucionar. La razón es muy sencilla y responde a una de las tantas zonceras mitristas: desde el 2003 los argentinos nos perdimos la gran oportunidad de continuar siendo el "Granero del Mundo". Aún más, el constante retroceso nacional responde a "las políticas de intervención, control del comercio y retenciones implementadas por los gobiernos de Néstor y Cristina".





Claramente, la Argentina de la "década ganada" osó cuestionar el modelo de acumulación pastoril y semicolonial que le fuera asignado por la División Internacional del Trabajo y, como si fuera poco, también trastocó los intereses de las clases oligárquicas acomodadas, dueñas de dicho modelo excluyente.

En este sentido y como se denuncia en la nota, resulta totalmente inaceptable que se traicione a la carne y al trigo, "dos productos que distinguieron a la Argentina a lo largo de su historia". Pecado imperdonable el querer sobresalir a nivel mundial por la pujanza de nuestros parques industriales, por el dinamismo de nuestras centrales nucleares, por la recuperación de nuestras empresas de bandera, por el desarrollo de la ciencia y la técnica nacionales, por la construcción de una infraestructura verdaderamente federal, por poner en órbita un satélite de fabricación nacional. ¡Sacrilegio! Volvamos al país de las vaquitas gordas y los peones flacos (el pueblo enflaquecido), vocifera el conservadorismo doméstico.



Juan José Llach, el rostro de la dependencia
El autor del informe realizado por la Fundación "Producir Conservando" y citado por el diario La Nación es el economista Juan José Llach. Investigador del Instituto Di Tella entre 1985 y 1991 y de la Fundación Mediterránea entre 1982 y 1985, Profesor emérito del IAE-Universidad Austral, miembro de la Academia Nacional de Educación desde 2003, de la Academia Nacional de Ciencias Económicas desde 2007, de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales desde 1994, del Consejo Asesor del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA desde 2010, y economista de la Fundación "Producir Conservando", Llach se destaca como uno de los cerebros más influyentes del establishment semicolonial y constituye un claro ejemplo de cómo los intelectuales provenientes de las canteras del pensamiento conservador lograron ocupar estratégicamente el aparato estatal en los años nefastos del neoliberalismo.

Consecuentemente, este Licenciado en Economía por la UBA y en Sociología por la UCA, realizó su paso por la función pública bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem en los años 90, desempeñándose en la cartera de Economía junto al entonces Ministro Domingo Cavallo y ocupando los cargos de Viceministro de Economía y Obras y Servicios Públicos de la Nación (1996), Secretario de Programación Económica del Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos de la Nación (1991-1996), Presidente del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (1995-1996) y Jefe de Asesores del Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos de la Nación (1991).

Al finalizar su pasaje por el menemato, entre 1997 a 1999, Llach decidió retornar al IERAL (Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana) de la Fundación Mediterránea, desempeñando esta vez el rol de presidente y economista de dicha organización. Sin embargo, su papel como funcionario público no se agotó en la experiencia cavallista. En el año 1999, volvió a las pistas convocado por Fernando De La Rúa para hacerse cargo del Ministerio de Educación, puesto que ocupó por unos largos y convulsionados meses hasta que decidió renunciar antes de finalizar su mandato.

Teniendo en cuenta el recorrido político realizado por el ahora economista de la Fundación "Producir Conservando", resultan bastante poco objetivos sus tremendos y amenazantes pronósticos sobre la realidad de las finanzas argentinas actuales. Más aún cuando nos percatamos de que mientras Juan José Llach integraba el Ministerio de Economía, encabezado por Domingo Cavallo, se instrumentaron las medidas que hicieron posible que la deuda externa aumentara unos 55 mil millones de dólares o que cuando se desempeñaba como Ministro de Educación de la Alianza, impulsó proyectos como las escuelas chárter, los vouchers educativos y la provincialización de las universidades nacionales (casos todos en donde se pretendía combinar los fondos públicos con la gestión y el diseño de políticas por parte del sector privado), medidas que nunca se instrumentarían dada la fuerte resistencia de los sectores docentes en defensa de la educación pública de calidad.

Sentido común y sentido nacional en la familia Llach
Como vimos a lo largo de este artículo, a pesar del oscuro pasado que acompaña a estos personajes nefastos de la vida política y económica del país, algunos multimedios todavía les reservan un lugar de privilegio para que divulguen sus recetas de eterno coloniaje. La columna que Juan José Llach posee en el diario La Nación (además del asesoramiento que brinda al suplemento educativo de Clarín) y la recolección por el mismo matutino de los informes de la Fundación "Producir Conservando", constituyen un claro ejemplo de cómo aún hoy los funcionarios menemistas y delaruistas, que han hundido nuestro querido país, todavía se creen con la superioridad moral e intelectual para opinar desde su ficticio y conveniente lugar de "técnicos" objetivos, salvadores de la Patria. Sumemos a esto la aparición de su hijo, Lucas, en las filas de la ultra conservadora UCR presidida por Ernesto Sanz. No obstante y fiel reflejo de la Argentina del Bicentenario, cabe destacar una pequeña anomalía en la genealogía Llach. León, el nieto de Juan José, de tan sólo 14 años, creó un grupo de facebook llamado "La Camporita: Agrupación de Niños Kirchneristas" a través del cual compartía con sus compañeritos de clase fotos y videos de Cristina Fernández y de Néstor Kirchner. Consultado por el diario Perfil en 2011, León remarcó la devoción que sentía por la actual Presidenta de la Nación al afirmar "me gusta que Cristina gobierne para todos". Obviamente no es el hijo de Lucas, pero sí de alguno de sus otros dos hermanos. "Gobernar para todos", es el sentido común en el sentido nacional que ha penetrado en las neuronas de millones de jóvenes, incluyendo los pertenecientes a las familias más reaccionarias. León no lo dice textualmente pero lo expresa en su defensa del proyecto vigente: un modelo basado en el trigo y en la carne, restringido geopolíticamente a un par de chacras de la Pampa Húmeda, excluye al 99% de la población. Y eso no es justo, deseable ni sostenible.



Bibliografia
La Nación (01/06/2015). "En la "década ganada" el país perdió casi tres PBI de Uruguay". Enlace a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1797305-en-la-decada-ganada-el-pais-perdio-casi-tres-pbi-de-uruguay

Página Web Oficial de la Fundación "Producir Conservando": http://producirconservando.org.ar/

La Nación (01/06/2015). "Ernesto Sanz anunció que su candidato a vicepresidente será Lucas Llach". Enlace a la nota: http://www.lanacion.com.ar/1797781-ernesto-sanz-anuncio-que-su-candidato-a-vicepresidente-sera-lucas-llach

Currículum Vitae de Juan José Llach publicado en IAE Business School http://www.iae.edu.ar/pi/Curriculum%20Vitae/JuanLlach.pdf

Ernesto Seman. "Los planes de Llanch tienen historia y ya hacen olas". Diario Clarín. Nota de Prensa. (24/11/1999). http://edant.clarin.com/diario/1999/11/24/t-00501d.htm

Mariano Confalonieri. "El nieto de Llach creó el grupo La Camporita". Diario Perfil. Nota de Prensa. (08/10/2011) http://www.perfil.com/ediciones/2011/10/edicion_615/contenidos/noticia_0023.html

Eduardo Jozami. (2004). "Final sin gloria: un balance del Frepaso y de la Alianza". Editorial Biblos.