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"Las tensiones entre Venezuela y Argentina serán recurrentes porque son dos modelos contrapuestos en lo ideológico"

Autor | OETEC-ID


Palabras Claves
Alianza del Pacífico, América Latina, Argentina, ASEAN, Asia Pacífico, China, Consenso de Washington, EE.UU., geopolítica, José Fortique, kirchnerismo, libre comercio, Macri, Mar del Plata, Mercosur, México, neoliberalismo, proteccionismo, TLCAN, TPP, tratado de libre comercio, Unasur



28-01-2016 | El Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC) dialogó con el Profesor José Fortique, especialista en Geopolítica de la Universidad Bolivariana de Venezuela, acerca del futuro de la región y la nueva ola de Tratados de Libre Comercio en ciernes. Nuestro entrevistado e refirió al rol que juegan tanto Estados Unidos, la Unión Europea y China en el escenario geopolítico de América Latina; lo que sucederá con polos de integración como el Mercosur y la Unasur y cuáles son los principales objetivos de la Alianza del Pacífico y del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. Finalmente y respecto de la posición de Mauricio Macri para con Venezuela, acusando de "presos políticos" a quienes intentaron provocar un golpe de Estado en dicho país, Fortique manifestó: "La paradoja de Macri es monumental. En diciembre invocaba el Protocolo de Ushuaia para aislar a Venezuela en el Mercosur, mientras sus primeras acciones de gobierno han desatado una represión contra cientos de trabajadores expulsados de sus puestos de trabajo. El gobierno de Macri, que intentó imponer magistrados en el Tribunal por la vía del decreto, acusa al Estado venezolano de violentar los derechos humanos. Sin dudas no hay comparación entre la democracia venezolana, fundamentada en el protagonismo y la participación, con la acción de un gobierno argentino que se inauguró con el encarcelamiento de líderes populares, rememorando los pasajes de la historia más oscura de las dictaduras militares en la Argentina".


1) Después de un entierro que creíamos definitivo en 2005... ¿Cree que acuerdos de integración como el ALCA intentan resucitar en América Latina?
La derrota del ALCA en la Cumbre del Mar del Plata implicó un cambio en las relaciones de EE.UU. con América Latina. La oleada de países progresistas, abrió espacios para repensar las relaciones intrarregionales; no sólo en claves económicas. El papel activo de la UNASUR en varios conflictos regionales, evidencian el interés por construir organismos no tutelados en una esfera de marcada diversidad ideológica.

Para el fracaso del ALCA fue importante la participación de los movimientos sociales. Las negociaciones en Miami y posteriormente en Canadá en los 90, reflejaba un clima político totalmente diferente al que encontró George Bush en la IV cumbre de las Américas. El descalabro definitivo se materializó, con la ausencia del ALCA en el documento final, ante las posiciones firmes de Chávez, Lula y Kirchner. Sin embargo, los EE.UU. nunca desistieron de su interés en promover iniciativas similares. A lo largo de estos años, se han presentado diversas fórmulas que sin muchos matices, suponen una re-edición del ALCA pero con menor ambición en términos de extensión territorial. La lista de nuevas iniciativas incluye el DR-CAFTA, donde participan países de Centroamérica y República Dominicana.

La política de los Estados Unidos sobre los TLC no implican un compromiso para romper con su proteccionismo interno; menos en ceder los aspectos ligados a la soberanía para integrarse con otros países. La dinámica de las negociaciones, tiene como Leitmotiv, en teoría, facilitar el intercambio comercial, pero la historia nos revela que ocurre todo lo contrario. Tomemos como ejemplo los problemas de movilización del trabajo a lo interno del TCLAN o las recurrentes medidas en subsidios y normas aplicadas en detrimento a la economía mexicana.

2) ¿Qué importancia tiene la política de "regionalismo" para nuestros países y por qué hay que cuidarse de ciertos modelos que promueven la integración sin tomar en cuenta los diferentes niveles de desarrollo?
En América Latina la integración y el regionalismo han tenido diversas etapas. El surgimiento de esquemas como CAN o el Mercosur, evidencian los distintos enfoques que se han asumido. Tenemos desde uniones aduaneras hasta intentos de mercado común. En años recientes, se ha experimentado con una moneda virtual (el SUCRE) entre los países del ALBA, en la búsqueda de mecanismo para la compensación regional, con la meta de superar las asimetrías financieras.

El regionalismo ha tenido una fuerza importante en el mundo. Si hacemos una lista de las nuevas iniciativas de integración a escala global, nos encontramos frente a un auténtico boom. Algunos autores como Bhagwati lo definieron en forma crítica como el Spaguetti Bowl. En Asia encontramos iniciativas como la ASEAN que se han convertido en un espacio importante de convergencia de economía de alto crecimiento; en África se encuentra la CEDEAO o la experiencia del Caribe, con el CARIFTA que devino en CARICOM.

Es difícil encontrar países en el planeta que no marquen en su agenda nacional como relaciones estratégicas el intercambio comercial con sus vecinos o la participación en algún bloque comercial. Pero el asunto clave es que la eliminación de restricciones al comercio promovidas desde organizaciones como la OMC no siempre favorecen a todos por igual. Las asimetrías no son una metáfora; por eso antes de repetir el credo de la competitividad se debe revisar las condiciones estructurales de cada país y negociar en condiciones equitativas.

3) ¿Cuál cree sea la estrategia de Estados Unidos respecto de promover los Tratados de Libre Comercio?
Estado Unidos promueve los TLC como una herramienta de control para reforzar su hegemonía. Las corporaciones son el brazo ejecutor de estos acuerdos, que permiten la movilidad sin restricción en los países signatarios. Como sostiene Inmanuel Wallersteine, hablar de libre comercio en base a un TLC compuesto por un puñado de países, es un eufemismo. Es común escuchar hasta el cansancio, en nuestras universidades o en los espacios de opinión pública, que los TLC abren la puerta a la competitividad. Al respecto preguntamos: ¿Es igual negociar papas contra procesadores informáticos? Desconocer los aportes de la teoría de la dependencia, implica dejarse obnubilar por el espejismo del "gran mercado" estadounidense.

Las condiciones del colonialismo en América Latina no fueron superadas por la independencia política en el siglo XIX. No se trató sólo del control de recursos energéticos o naturales para el abastecimiento de la demanda de Europa y Estados Unidos. La recepción masiva de capitales ha terminado retornando a los centros, fortaleciendo a elites locales parasitarias de las rentas nacionales. El entramado de la dependencia es complejo e implica dimensiones económicas y culturales.

En economías no equivalentes, la lógica del deterioro en el intercambio es una máxima. Sobre todo como sostenía Prebich, cuando se obliga a los países periféricos a competir entre sí, para poder entrar en el mercado central afectando en forma sustancial las condiciones de vida de sus trabajadores. En contraposición, los Estados Unidos puede posicionar sus productos sin barreras, en detrimento de la producción local. ¿Cómo compiten los productores tradicionales de papa o maíz contra los transgénicos? Al final pierden la batalla. Como cuando sus gobiernos abren la puerta a las empresas de biotecnología como Monsanto.

4) ¿Qué implicancias tiene el protagonismo de China en América Latina?
La presencia del gigante asiático en la región responde a una condición ineludible del reordenamiento hegemónico. Su crecimiento acelerado durante décadas se acompañó de una apertura hacia el mundo para garantizar puntos esenciales como su seguridad energética. Por eso, era lógico que América Latina entrara en la geopolítica de China.
Diferente es lo que sucede con Estados Unidos, que atraviesa un proceso de decadencia progresivo en su influencia en el exterior. Desde Pekín, se contaba con el musculo financiero suficiente para impactar con inversiones en sectores de materias primas, construcción y tecnologías. Todos los países de la región, incluso los gobernados por factores conservadores, saben que las relaciones con las economías de Asia - Pacífico son esenciales. El problema para los países latinoamericanos, no es cambiar de nombres en los acreedores. De nada sirve acceder a créditos frescos, si la dependencia se mantiene. De nada sirve cambiar el Consenso de Washington por el de Beijing.

5) ¿Por qué plantea que la Alianza del Pacífico es un "nuevo club neoliberal"?
Cuando hablamos de nuevas fórmulas para alcanzar la liberalización del comercio, encontramos a la Alianza del Pacífico (AP). Compuesta por países cercanos a los Estados Unidos, con una posición radicalmente opuesta a la de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Las metas de la Alianza del Pacífico no son distintas a las del ALCA. La política doméstica en países como Perú, Colombia, México o Chile (en la gestión de Piñera, mucha más aguda) se sigue alimentando del credo neoliberal.
Pongamos por caso los recursos energéticos. En los países con gobiernos progresistas se legisló en forma recurrente para recuperar el papel del Estado en la explotación, la comercialización y el manejo de sus reservas. En contracorriente, en México se minimizó la facultad de la compañía estatal (PEMEX), para favorecer a las transnacionales, con argumentos muy similares a los expuestos por los tecnócratas de la PDVSA de los 90 en Venezuela, que terminó en una política entreguista llamada "apertura petrolera".

En Perú la situación no es diferente, el gobierno de Humala continuó la senda trazada por Fujimori y Alan García. Los procesos de privatización incluyen sectores fundamentales como la salud y la situación con Repsol demostró su temor a perder el beneplácito de las agencias de riesgo y de las compañías españolas. El caso de PetroPerú, puede derivar en corto plazo en una privatización total, desde que se han ido creando las condiciones de su constricción al limitar su participación en nuevos proyectos de exploración internos y offshore.

Este grupo de países se han convertido en el icono de los defensores del fundamentalismo neoliberal. Sin evidencia empíricas, se intenta seducir con la promesa de una liberalización del 90% de aranceles. Pero en las estadísticas se revela una tendencia de bajo intercambio intra-grupo. Los países de la AP, dependen de su relación comercial con Estados Unidos a partir de sus TLC bilaterales por separado. Antes de la llegada de Macri en Argentina, Astori en Uruguay hablaba sobre un acercamiento entre Mercosur y la AP.

6) ¿Y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, en inglés)?
Los Estados Unidos recurren a una política de "contención" con áreas de libre comercio. El TPP es una iniciativa que sin la participación de China, termina en forma nominal estableciendo nexos entre un grupo de países variopinto. La participación de algunos países de América Latina traerá en consecuencia un importante debate al interior, cuando se comiencen a sentir los efectos de su aplicación.

Debemos recordar que las negociaciones en este acuerdo se mantuvieron alejadas de la opinión pública. En temas críticos como el sector de las industrias farmacéuticas, relaciones con las patentes y la propiedad intelectual entre otros, no se consultó a la sociedad civil. Este tipo de acuerdos no son únicos, recordemos el interés por firmar el TTIP con la Unión Europea, que justo atraviesa en este momento una crisis severa a lo interno, revelando las relaciones centro-periferia.

Al TPP no se le puede ver sólo como una iniciativa económica: es en esencia una jugada geopolítica ante el fracaso de las rondas de negociación en Doha. Si bien, la negociación se hace en nombre del libre comercio, hay que ver cómo se ajustarán las medidas proteccionistas de este grupo de países. Adicionalmente, cuál será la posición frente a decisiones que afecten los acuerdos de libre comercio entre miembros del TPP y China. La posición de China e India es fundamental en el área del Asia - Pacífico; la contención no será fácil a pesar de la ralentización del gigante asiático.

7) Uno de los objetivos de Mauricio Macri es converger hacia la Alianza del Pacífico, los TLC con los Estados Unidos y las relaciones con la Unión Europea. ¿A qué responde este cambio geopolítico de Argentina? ¿Cree que esto tensionaría las relaciones con los miembros de la UNASUR y el MERCOSUR?
La crisis interna de Venezuela, vinculada a la desaparición física del presidente Chávez, ha incidido en este viraje geopolítico. La Argentina completa la variación en la relación de fuerzas que hará difícil en los próximos años reinventar los caminos de la integración regional en un contexto pos hegemónico. Las tensiones entre Venezuela y la Argentina serán recurrentes, porque no se trata de diferencias sólo en materia de economía, son de dos modelos contrapuestos en lo ideológico.

En el fondo, más allá del dilema sobre el regionalismo abierto o autonómico, nos encontramos ante un Mercosur estancado, en buena medida por falta de resultados en las metas de integración. Brasil, que es la locomotora regional, tiene su propia agenda en el BRICS y una economía fatigada. La reciente cumbre del bloque evidenció el interés del nuevo gobierno argentino por una firma de un acuerdo rápido entre Unión Europea y Mercosur, un debate que para el kirchnerismo no era tan simple. El estancamiento del Mercosur se ha convertido en el blanco de ataque para contraponer fórmulas mágicas de regionalismo "abierto" como la AP.

Asimismo, las políticas de Macri no son difíciles de predecir. El nombramiento de su gabinete es similar al de una corporación. Intentará como empresario gobernar para los empresarios. En eso no hay dudas. Igual para las posiciones frente al MERCOSUR y la UNASUR: dará vuelta la etapa kirchnerista y pasará a jugar una posición de vanguardia en la restauración conservadora. La agenda internacional de Macri revela una preferencia por los centros de poder convencionales. En su mandato no sólo se restringirá el cobro de aranceles a los exportadores: la política económica será recesiva en cuanto a la inversión social y el retorno del FMI grafica los socios predilectos de la Argentina de Cambiemos.

8) El pasado 21 de Diciembre, en la cumbre del MERCOSUR, el Presidente Mauricio Macri instó al gobierno de Venezuela a cumplir con los derechos humanos y liberar a los supuestos "presos políticos" ¿Qué opinión le merece este reclamo?
El manejo de los derechos humanos se ha convertido en el recurso favorito de los grandes monopolios mediáticos. Confundir libertad de prensa con libertad de expresión, es una fórmula que busca garantizar el predominio de actores no convencionales en la contienda política. Así, canales de televisión como CNN en español, destinan extensas horas de programación para mostrar una sola cara de la coyuntura, que no es necesariamente la de la mayoría de los ciudadanos.

Estas replicas en países como la Argentina han encontrado soporte en sectores ultraconservadores, aliados incondicionales de quienes promovieron golpes de Estado o acciones de sabotaje y califican como terroristas o criminales en cualquier legislación de la región. En Venezuela existen ciudadanos procesados por el Poder Judicial en vista de sus delitos, no por sus ideas políticas, raza o credo religioso.

La paradoja de Macri es monumental, en diciembre invocaba el Protocolo de Ushuaia para aislar a Venezuela en el Mercosur, mientras sus primeras acciones de gobierno han desatado una represión contra cientos de trabajadores expulsados de sus puestos de trabajo. El gobierno de Macri, que intentó imponer magistrados en el Tribunal por la vía del decreto, acusa al Estado venezolano de violentar los derechos humanos. Sin dudas no hay comparación entre la democracia venezolana, fundamentada en el protagonismo y la participación, con la acción de un gobierno argentino que se inauguró con el encarcelamiento de líderes populares, rememorando los pasajes de la historia más oscura de las dictaduras militares en la Argentina.

* Investigación original: Prof. Belen Ennis.