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Cuestión gasífera y evolución de la demanda nacional de gas por redes en 2015

Autor | OETEC-ID


Palabras Claves
autoabastecimiento, decreto 1277/2012, demanda, ENARGAS, gas natural, mercado gasífero, Ministerio de Energía, Ministerio de Planificación, oferta, Plan Energético Nacional, seguridad energética



25-02-2016 | En 2015 la demanda nacional de gas natural por redes aumentó 1,9%, la producción gasífera un 3,6%, mientras que los volúmenes de importación de gas boliviano y de GNL disminuyeron en conjunto 14,6%. Ello es resultado de la planificación estratégica y del despacho nacional de gas natural efectuado por el gobierno anterior, que logró satisfacer las necesidades de consumo gasífero del mercado interno, aumentar la producción nacional y, por consiguiente, disminuir importaciones. ¿Se podrá sostener esta política de planificación estratégica de la disponibilidad de los recursos hidrocarburíferos durante el período 2016-2019? El interrogante viene a consideración por la reciente decisión (Decreto 272/2015) de las autoridades del nuevo Ministerio de Energía y Minería de la Nación de disolver la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas creada por el Decreto 1277/2012.


La demanda nacional de gas natural por redes de 2015 fue de 43.557,4 millones de metros cúbicos, representando un aumento de 1,9% respecto al volumen consumido el año anterior, según datos operativos del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS). Al indagar sobre las variaciones porcentuales de los agentes económicos que operan como consumidores finales del gas natural por redes, se observa que los hogares residenciales incrementaron su consumo en 1,2%, las industrias en 1,3%, los comercios en 0,9%, el gas natural comprimido vehicular (GNC) en 3,8%, las centrales termoeléctricas en 2,6%, los sub-distribuidores (SDB) en 4,6%, mientras que los organismos públicos disminuyeron en 2,1% su consumo. Cabe destacar que las participaciones de los citados agentes económicos en la demanda nacional de gas natural por redes durante 2015 fue la siguiente: 34,2% las centrales termoeléctricas, 29% las industrias, 23,5% los hogares residenciales, 6,8% el GNC, 3,1% los comercios, 2,4% los SDB y 1% los organismos públicos.

Cuando se analiza la evolución de la demanda nacional de gas por redes durante el período 2003-2015, se observa un crecimiento de 41,6%. Ello fue posible gracias a la gestión efectuada por el entonces Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, a pesar de la herencia heredada de los programas de privatización de 1992 (YPF y Gas del Estado) y de las absurdas exportaciones gasíferas iniciadas en 1996.

La oferta total de gas natural a nivel nacional en 2015 fue de 53.712,2 millones de metros cúbicos. La producción nacional participó con el 80% mientras que la importación con el 20% restante. En el año 2014, la participación de la producción nacional en la oferta total había sido de 76,7% mientras que la importación había participado con el 23,3% restante. Analicemos a continuación las variaciones porcentuales en los volúmenes de producción y de importación gasífera.

La producción nacional de gas natural registró en 2015 un incremento de 3,6% respecto al volumen extraído el año anterior. Cabe destacar que en 2015 es la primera vez que se logra frenar las tendencias declinantes en la producción de hidrocarburos y aumentar los volúmenes extraídos, tendencias declinantes que en el caso del gas natural se registraban desde 2005 y en el caso del petróleo desde 1999.

Este importante aumento en la producción nacional de gas natural en 2015 permitió sustituir significativos volúmenes de gas natural importado. En 2015 y en comparación al registro del año anterior, la importación de gas natural cayó 14,6%. En el caso de la importación de gas boliviano, los volúmenes descendieron 9,2%, mientras que en el caso de la importación de gas natural licuado (GNL) los volúmenes disminuyeron 19,5%.

El costo de importación de gas natural de 2015 fue de US$ 3.403,5 millones, representando un descenso y ahorro de 41,9% (US$ 2.455,1 millones); los costos de importación cayeron tanto por los menores volúmenes requeridos como por el descenso en los precios internacionales de los hidrocarburos que se registran desde fines de 2014.

Ello es resultado de la planificación estratégica y de la administración racional del despacho nacional de gas natural efectuado por el entonces Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, que en 2015 no sólo logró satisfacer las necesidades de consumo gasífero del mercado interno, sino también aumentar la producción nacional y, por consiguiente, disminuir las importaciones gasíferas.

¿Se podrá sostener esta política de planificación estratégica de la disponibilidad de los recursos hidrocarburíferos durante el período 2016-2019? El interrogante viene a consideración de la aplicación del Decreto 272/2015 por parte de las autoridades del nuevo Ministerio de Energía y Minería de la Nación de disolver la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas creada por el Decreto 1277/2012.

En igual sentido, resulta pertinente el antedicho interrogante desde las recientes declaraciones del ministro de Energía Juan José Aranguren: "Estamos apurando acuerdos con países vecinos para aumentar la oferta de gas importado aprovechando una coyuntura internacional que favorece a la Argentina. Hoy el precio del gas marginal en Argentina está más alto que el que estamos importando". Estas manifestaciones dejan en claro que se decidió abandonar el camino que conduce hacia el autoabastecimiento gasífero, mediante el incremento de la producción nacional que sustituye importaciones, y retroceder al paradigma resultante de la reforma del Estado efectuada en 1989, que derivó en mayor desregulación del mercado, en los programas de privatización del mercado ampliado de la energía, y que por consiguiente gracias a la escasez de inversiones de capital de riesgo en exploración provocaron el declive del horizonte de vida de los yacimientos, la saturación del sistema de transporte troncal y el retorno de la importación gasífera en 2004. Una cosa es intentar diversificar el riesgo que implica la importación de embarques de GNL que desde hace unos pocos años son despachados en los puertos bonaerenses de Bahía Blanca y de Escobar; otra muy distinta es retornarle el negoción privado a un puñado de empresas titulares de los gasoductos de exportación que durante el período 1996-2007 se beneficiaron exportando enormes volúmenes, principalmente a Chile, y en menor medida a Brasil y Uruguay; empresas que durante ese período no construyeron un solo gasoducto para satisfacer las necesidades del mercado interno, las cuales tuvieron que ser garantizadas por el Estado Nacional por medio de las gestión de inversiones en infraestructura de gasoductos efectuadas en el marco del Plan Energético Nacional entre 2004 y 2015.

Sin inversiones gestionadas y controladas por el Poder Ejecutivo Nacional en el upstream hidrocarburífero, la planificación estratégica comienza a ser reemplazada por la anarquía de mercado, cuyo objetivo de corto plazo es beneficiar económicamente a los titulares de gasoductos de exportación construidos durante los años 90, y cuyo objetivo de mediano y largo plazo es la exportación del shale gas y del shale oil para maximizar ganancias empresarias y transferencias de capital al exterior.

En consecuencia de lo expuesto, desde el Observatorio OETEC solicitamos a la administración Macri y en particular a las autoridades del Ministerio de Energía y Minería de la Nación que respeten y defiendan la seguridad jurídica del pueblo argentino, pues sólo de esa forma estarán resguardados los intereses vitales de la Nación.



Bibliografia
ENARGAS: http://www.enargas.gov.ar

Ministerio de Energía y Minería de la Nación: http://www.minem.gob.ar

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