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No existe energía eólica sin combustibles fósiles

Autor | OETEC-ID


Palabras Claves
backup, ciclo de vida, CO2, combustibles fósiles, diversificación, emisiones, energía eólica, energía nuclear, energías renovables, fuente de energía, fundamentalismo ambiental, macrismo, soporte



02-05-2016 | [Nota del Editor = Este artículo fue publicado a fines de febrero de 2016 bajo el título "Qué veo cuando veo una turbina eólica", en el portal oficial del IEEE, una de las mayores organizaciones técnico-profesionales privadas del mundo. Cuenta con oficinas en más de 160 países y 430.000 empleados. OETEC tradujo el original y complementó con algunos datos adicionales. Destacamos la importancia que tiene en función de la política energética de la administración macrista de basar toda futura diversificación de la matriz energética en base a los dictámenes del fundamentalismo ambiental, es decir, reducir drásticamente las emisiones de CO2 basándose en la incorporación masiva de energías eólica y solar en detrimento de todas las restantes fuentes y tecnologías]. Las turbinas eólicas son el símbolo más visible de la energía renovable. Sin embargo, a pesar de que utilizan el viento como recurso "gratis" y "verde", sus máquinas son la objetivación pura de los combustibles fósiles. Cada turbina incorpora gran cantidad de petroquímicos y energía proveniente de ellos. Si como se propone la energía eólica debiera abastecer al 25% de la demanda global para 2030, serán necesarios disponer de 450 millones de toneladas de acero, 600 millones de toneladas de carbón, 23 millones de toneladas de fibra de vidrio y la incorporación de 90 millones de toneladas de petróleo. Una turbina eólica bien situada y construida tendría una generación eléctrica intermitente y su proceso de producción, instalación y mantenimiento dependerá críticamente de los combustibles fósiles. Más aún, para la mayoría de estas energías -coque para la fundición del hierro mineral, carbón y coque de petróleo para el combustible de hornos de cemento, nafta y gas natural como materia prima y combustible para la síntesis de plásticos y la fabricación de fibra de vidrio, combustible diésel para los barcos, camiones, maquinaria de construcción, lubricantes para cajas de cambios- no se cuenta con sustitutos no fósiles disponibles en el mercado.


Grandes camiones llevan el acero y otras materias primas al lugar; el equipamiento encargado del movimiento de tierras abre camino en terrenos altos que de otro modo serían inaccesibles y grandes grúas levantan las estructuras. Todas y cada una de estas máquinas queman combustible diésel. También lo hacen los trenes flete y las embarcaciones de carga que transportan los materiales necesarios para la producción de cemento, acero y plásticos. Para una turbina de 5MW, sólo el acero promedia unas 150 toneladas para las fundiciones de cemento reforzadas. Además se necesitan 250 toneladas para los ejes del rotor y las góndolas (que albergan la caja de cambios y el generador) y 500 toneladas más para las torres.

Si la electricidad generada por el viento fuera a abastecer el 25% de la demanda global para el 2030 (lo pronosticado a alcanzar es de aproximadamente 30 petawatt-hora) aún así, con un alto promedio de capacidad de carga del 35%, la energía eólica instalada agregada de 2,5 terawatts requeriría alrededor de 450 millones de toneladas de acero (Nota del Editor = marzo de 2016 produjo a escala mundial, esto es, 66 países, 137 millones de toneladas). Eso, sin sumar el metal de las torres, cables, y transformadores para las nuevas líneas de transmisión de alta tensión necesarias para conectar todo a la red.

Una gran cantidad de energía se destina a la producción de acero. El hierro mineral sinterizado o en forma de pastillas es fundido en altos hornos, cargados con coque producido a partir del carbón, y recibe infusiones de carbón en polvo y gas natural. La fundición de hierro se descarboniza en hornos de oxígeno básico. Luego, el acero transita por procesos de colada continua (que se convierten en acero fundido directamente en una forma similar a la del producto final). El acero usado en la construcción de la turbina supone comúnmente alrededor de 35 giga-joule por tonelada. Entonces y para producir el acero requerido para las turbinas eólicas que operarían para el 2030, será necesario el uso de combustibles fósiles equivalente a más de 600 millones de toneladas de carbón.

Una turbina de 5 MW contiene tres aspas de 60 metros de largo y cada una pesa cerca de 15 toneladas. También cuentan con una balsa o núcleos de espuma y laminaciones exteriores de fibra de vidrio reforzada o resinas de poliéster. El vidrio es generado a través del derretimiento de dióxido de silicio y otros óxidos minerales en hornos a gas natural. Las resinas comienzan con etileno derivado de hidrocarburos livianos, comúnmente los productos del cracking de nafta, gas licuado de petróleo, o el etano en el gas natural. El compuesto de fibra reforzada final alcanza los 170 GJ/t. Por lo tanto, para obtener 2,5 TW de energía eólica para el 2030 se necesitaría un rotor de masa agregado de unas 23 millones de toneladas y la incorporación de 90 millones de toneladas de petróleo. Además, cuando todo esté en su lugar, la totalidad de la estructura debe ser impermeabilizada con resinas sintetizadas con etileno. Otro producto derivado del petróleo es el lubricante que se utiliza para la caja de cambios de la turbina y se cambia periódicamente durante las dos décadas que dura el período de vida de la máquina.

Indudablemente, una turbina eólica bien situada y construida tendría una generación eléctrica intermitente y su proceso de producción, instalación y mantenimiento dependerá críticamente de los combustibles fósiles. Más aún, para la mayoría de estas energías -coque para la fundición del hierro mineral, carbón y coque de petróleo para el combustible de hornos de cemento, nafta y gas natural como materia prima y combustible para la síntesis de plásticos y la fabricación de fibra de vidrio, combustible diésel para los barcos, camiones, maquinaria de construcción, lubricantes para cajas de cambios- no se cuenta con sustitutos no fósiles disponibles en el mercado.

Hasta que todas las energías utilizadas para la producción de turbinas eólicas y células fotovoltaicas deriven de fuentes de energía renovables, la humanidad seguirá dependiendo de los combustibles fósiles.

Finalmente y a modo de síntesis, agregamos la siguiente imagen, extraída del informe de la Nuclear Energy Agency (OCDE) "Nuclear Energy: Combating Climate Change" (2015). Los datos fueron extraídos del informe del IPCC de 2014. Se observa la emisión completa de gases de efecto invernadero por fuente energética. Emisiones directas implican emisiones durante la generación de electricidad; indirectas, abarcan las emisiones durante la construcción, fabricación, etc. de la fuente en sí misma.




Como se aprecia, las emisiones indirectas provenientes de los ciclos de vida de las energías nuclear y renovables son como mínimo un orden de magnitud menor que los de los combustibles fósiles. En este sentido, la descripción anterior de la materia prima (combustibles fósiles) requerida para la fabricación de molinos aerogeneradores explica por qué sus emisiones de CO2 indirectas por GWh son superiores o iguales a la nuclear. Esto, por supuesto, sin contar con que los parques eólicos como solares requieren a mediano plazo de la obligada instalación de centrales termoeléctricas que actúen de soporte cuando el viento deja de soplar y el sol de brillar.




Bibliografia
https://www.oecd-nea.org/

http://spectrum.ieee.org/energy/renewables/to-get-wind-power-you-need-oil

https://www.oecd-nea.org/ndd/pubs/2015/7208-climate-change-2015.pdf