En relación a la zoncera reiterada infinidad de veces por el ex accionista de la Royal Dutch Shell, Juan José Aranguren, acerca de la abrupta caída de la producción de gas en nuestro país, los números de Total Austral muestran que la empresa "desaceleró su tendencia declinante a partir de 2014, manteniéndose invariable en 2015 y pasando a una producción positiva desde febrero de 2016", afirman los investigadores del OETEC.

Dicha mejora fue consecuencia de las ingentes inversiones realizas por la empresa, que no sólo que nunca dejó de invertir sino que "entre 2013 y 2015 invirtió el 40% del total invertido en treinta años", según el mismo Silva informó durante su alocución y que los autores del informe del OETEC destacan. Por lo tanto, la falacia de la inexistencia de señales de precios positivas para la inversión en tiempos de kirchnerismo se da de bruces contra la realidad planteada por la propia empresa.

Pero eso no es todo. "Total y el consorcio que opera Vega Pléyade en Tierra del Fuego además informó durante la audiencia que estas inversiones permitirán una sustitución de 500 millones de dólares por año en importaciones", aclaran Bernal y Fernández. A propósito, debe tenerse en cuenta que "el yacimiento aún no alcanzó su potencial ya que el último mes de la serie (julio de 2016) reportó 164,4 Mm3 gas diarios, lo que representa aproximadamente el 60% del potencial estimado de producción gasífera del yacimiento", explican los investigadores.

Por lo tanto, la pregunta del millón que se hacen Bernal y Fernández no es menor y muestra a las claras el impulso que las políticas hidrocarburíferas del kirchnerismo dieron al sector: "¿Cuánto ahorrará por año la Argentina cuando alcance su pico de producción? No menos de 1.000 millones de dólares", responden. En consecuencia, de haber mantenido las políticas gasíferas del gobierno de Cristina Kirchner, "la sustitución de importaciones entre 2014 y 2016 hubiese totalizado (o tal vez superado, pues Vega Pléyade como vimos aún no alcanzó su máximo) cerca de 10.000 millones de dólares, esto es, apenas 1.000 millones por debajo del pico de importaciones de la era K (2013)", confirman los miembros del OETEC.

La contundencia de la exposición del agente de Total Austral, Hernán Silva, deja en claro que no hubo -contrariamente a lo que pretende inocular la Cámara de empresas que hoy ocupa hoy el Ministerio de Energía- ninguna necesidad imperante de "tarifazo e indexación al dólar del servicio público del gas por redes para que el consorcio de la empresa en cuestión invirtiera entre 2013 y 2015 un 40% de lo invertido en los últimos treinta años ni para que el mismo consorcio elevara su producción de forma récord desde que opera en el país alcanzando un 20% de la producción nacional, permitiéndole al país ahorrar 500 millones de dólares por año en importaciones", concluyen Bernal y Fernández.

La cuestión se resume al siguiente axioma: al neoliberalismo se les venía el autoabastecimiento energético, bajo un gobierno popular, sin tarifazo y con millones de argentinos consumiendo energía abundante, barata y subsidiada. Tal la "pesada herencia" para estos fundamentalistas del mercado… y la mentira.