Es que los números de Total Austral desprendidos de la exposición de Silva muestran que la empresa "desaceleró su tendencia declinante a partir de 2014, manteniéndose invariable en 2015 y pasando a una producción positiva desde febrero de 2016", según confirman los investigadores del OETEC. Asimismo, Bernal y Fernández agregaron que dicha mejora fue consecuencia de las ingentes inversiones realizas por la empresa, que no sólo que nunca dejó de invertir sino que "entre 2013 y 2015 invirtió el 40% del total invertido en treinta años". A propósito, esta última frase pertenece al mismísimo Silva y fue pronunciada, para gracia de Aranguren, durante la audiencia pública. Pero no fue la única frase desafortunada para el ex CEO de Shell. Por si fuera poco, las inversiones que Total realizará en el yacimiento que tiene en Tierra del Fuego, denominado Vega Pléyade, permitirán una sustitución de 500 millones de dólares por año en importaciones, aún sin haber alcanzado su máximo potencial.

Al respecto de Vega Pléyade los autores del OETEC explican que a través de un comunicado oficial en febrero de este año, Arnaud Breuillac, Presidente de Exploración y Producción del Grupo Total, afirmó que "Vega Pléyade es el segundo desarrollo que Total pone en marcha este año y contribuirá al incremento de nuestra producción en 2016 y en los años siguientes". Además, Breuillac remarcó que su empresa tiene el "compromiso a contribuir al abastecimiento de gas de la Argentina a largo plazo".

Efectivamente, y a contramano del relato macrista, las inversiones realizadas por la compañía empiezan a rendir sus frutos. "¿Será por esto que el Presidente Macri suspendió de imprevisto su visita a Tierra del Fuego el 26 de agosto para inaugurar Vega Pléyade tal y como se había planificado meses atrás entre el Poder Ejecutivo Nacional y las empresas?", se preguntan Bernal y Fernández.

Al respecto, y teniendo en cuenta que al inaugurarse el yacimiento en cuestión faltaban tan sólo un par de semanas para la audiencia pública y que supuestamente faltaba gas, "¿Qué hubiera dicho Macri en la inauguración? Imaginemos este discurso presidencial a 15 días de la audiencia: "Producto de multimillonarias inversiones entre 2013 y fines de 2015, las más importantes de los últimos 30 años, Total recuperó su producción como nunca desde que está en el país y podrá sustituir 500 millones de dólares por año de importaciones. Pasó de 6 a 22 millones de m3 por día, lo cual representa más de un 20% de la producción total de la Argentina", ironizaron los investigadores del OETEC.

Con todo, las buenas nuevas que ofreció Silva en su exposición durante la pasada audiencia por el tarifazo gasífero vuelven a confirmar la verdadera y vil estafa que este último constituyó, sólo justificable bajo el punto de vista de los intereses de las petroleras privadas nucleadas en la Cámara de Empresas que es hoy el Ministerio de Energía y Minería de la Nación. En este sentido, vale recordar que entre esos intereses se encuentra el de imposibilitar el desarrollo económico de un país como el nuestro, razón para la cual "el gas natural es vital, es decir, determinante", explican Bernal y Fernández. En efecto, "en 2015 (datos del ENARGAS), el 63% del consumo de gas lo explicaron el sector industrial (29%) y el de generación (34%)", agregan los especialistas.

Por lo tanto, la causa del tarifazo debería buscársela en los pilares ideológicos que mueven el amperímetro del poder empresario enquistado hoy en la Rosada. Atendiendo a lo anterior, la conclusión a la que llega el OETEC es tan sencilla como arrasadora: a precios baratos del gas natural mayor industrialización a causa de un abaratamiento en la electricidad que promueve la competitividad industrial y la instalación de industrias electro-intensivas en un contexto de crecimiento del consumo y del mercado interno con inclusión social. Inversamente, "un precio caro del gas, indexado a precios internacionales, no solamente que se ajusta a los intereses del Grupo Shell y a los de la industria petrolera (bajo un modelo desregulado y mercadista), sino que deviene en una poderosa herramienta de desindustrialización, reprimarización económica y atrofia del mercado interno. En pocas palabras: la energía como fenomenal herramienta de ajuste", concluyen Bernal y Fernández. En la fase superior del Granero del Mundo, un consorcio de empresas petroleras ha dado un verdadero golpe institucional, se ha apoderado del Ministerio de Energía de todos los argentinos y empuja la soberanía hidrocarburífera como la seguridad energética nacional al borde del abismo.