Fuente: Elaboración propia en base a ENARGAS, Datos Operativos.

Como se observa del gráfico, la cantidad de usuarios totales (línea violeta) tiende a achatarse entre 2016 y 2017. "Si bien es cierto que la desaceleración en la incorporación de usuarios data de 2012, no puede dejar de señalarse lo que fue el período de mayor incorporación de usuarios de la historia, y que precisamente ocurrió entre 2003 y 2008", trae a colación el director del OETEC, Federico Bernal.

Bernal explica, asimismo, que "durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se había puesto en marcha la construcción del Gasoducto del NEA, obra paralizada por la actual administración y que se proponía beneficiar a más de 3,5 millones de personas en las provincias de Formosa, Chaco, Salta, Misiones, Corrientes y Santa Fe. Esta paralización, conjuntamente con las demoras en varios gasoductos troncales, dan por resultado la pésima performance del servicio de gas por redes del macrismo".
Según se desprende del informe de OETEC, lo preocupante es que, en paralelo a este triste récord en materia de cantidad de usuarios totales, "durante la gestión Cambiemos se verifican exponenciales incrementos en el precio del gas en boca de pozo, en las ganancias de las distribuidoras y transportistas y en las tarifas del servicio público de gas".

Y a esto, no podemos dejar de agregar, añade Bernal, "que en 2017 vivimos la peor caída de los últimos 24 años (desde 1993) en demanda residencial de gas por redes. Para tomar dimensión: en 2017 los hogares argentinos consumieron menos que en el 2012 y apenas por encima de 2011".

¿Será este irrefutable golpe a la expansión del servicio público de gas uno de los tantos beneficios ocultos del "crecimiento invisible" macrista?, se preguntan desde OETEC.