En 2018, el gas entregado por la distribuidora con competencia para esta provincia cayó 2,3%. El consumo viene retrocediendo sin pausa desde 2017. En cuanto a la expansión de la red domiciliaria, la incorporación de nuevos usuarios cayó un 33% en el trienio 2016-2018 respecto de 2013-2015. Se dejaron de sumar 3.018 usuarios. Cabe resaltar, asimismo, que 2016-2018 fue el trienio con la menor expansión de la red domiciliaria desde 1995 para esta provincia.


Fuente: Elaboración OETEC en base al ENARGAS, Datos Operativos.

En relación al servicio público de electricidad, la demanda residencial en 2018 cayó 1,7% interanualmente. La involución se agudiza en 2019, al mes de marzo. En efecto, los hogares pampeanos desplomaron su consumo de electricidad en el primer trimestre -17%. Se trata, por cierto, del peor comportamiento de todas las jurisdicciones del país conectadas al SADI.


Fuente: Elaboración OETEC en base a datos de CAMMESA, Marzo de 2019.

Bajo una concepción popular y genuinamente democrática, "seguridad energética" se define como la disponibilidad de un suministro regular de energía a un precio asequible, mientras que una "crisis energética" es causada generalmente por la escasez del suministro energético o los aumentos de precios que afectan significativamente la economía y conducen al deterioro socioeconómico, industrial y productivo nacional.

La gestión de Macri destaca por haber logrado el peor registro de su historia en expansión de la red de gas en esta provincia. Los pampeanos y las pampeanas, como ha sucedido con el pueblo argentino en su conjunto, han sido estafados por el régimen neoliberal. Con la electricidad igual.

La energía devino en mercancía con Cambiemos; la inseguridad energética y la crisis energética para la ciudadanía resultan inéditas e insostenibles.