La avanzada de la industria petrolera y su intentona de reprimarizar completamente el poroto de soja y el grano de maíz debe encontrar un freno. Sin biocombustibles, sin la activación económica que su industria implica en materia de desarrollo pyme y generación de empleo, se retornará al atraso y el empobrecimiento de pueblos enteros.

El comunicado de CASFER comienza recordando los orígenes de la Ley de Biocombustibles 26.093, apuntalada y promovida por el kirchnerismo en 2006. "La industria de biocombustibles es hija de una ley impulsada por Néstor Kirchner, cuyas primeras acciones fueron poner a la Argentina profunda y federal de pie".

Gracias a este formidable impulso, "se crearon miles de puestos de trabajo y más de 50 industrias en 10 provincias. No hay Ley en lo que va del siglo 21 que haya creado un desarrollo industrial nacional tan importante como ésta", sostienen las PyMEs del biodiesel.

Sin embargo, "una producción vital para casi la mitad del país, garante de un federalismo genuino con industrialización de la ruralidad será borrada de un plumazo sin la mínima justificación técnica", explica el comunicado. Y advierte que el cierre de plantas y el despido de personal ya es un hecho: "Con profundo dolor, hoy las industrias del sector nos vemos obligadas a cerrar las plantas en nuestro país y dejar a varios miles de personas sin sus fuentes laborales. No tenemos opción".


Fuente: Agrofy News (3 de septiembre de 2020). Si bien el precio oficial para la venta de biocombustibles se actualizó tras diez meses de congelamiento, lo hizo a un porcentaje insuficiente para la recuperación del sector (10%). Con dicha actualización, las únicas capaces de sobrevivir al cierre son las grandes empresas integradas.

Por otra parte, las pequeñas productoras de biodiesel reconocen haber sido ignoradas desde los tiempos de Mauricio Macri, a quien definen como "unitarista por excelencia" y "odiador serial de una Nación industrial". Pero la crisis del sector no pudo subsanarse con la llegada del actual Gobierno Nacional y "se extendió durante este año 2020, cuando teníamos enormes expectativas con la vuelta al gobierno del sector que nos impulsó", sintetizan desde CASFER.

A su vez, teniendo en cuenta el difícil momento económico que atraviesa la Argentina producto de la pandemia del Covid-19, las productoras del energético renovable detallan los beneficios que el sector puede aportar en materia de sustitución de importaciones. "Mientras el país importa gasoil con dólares que escasean, millones de toneladas de soja se encuentran acopiadas sin liquidar, que se podrían transformar en biodiesel para sustituir ese gasoil, generando miles de millones de dólares que Argentina necesita con urgencia", indican.

Argumentan por ello que cada tonelada de biodiesel que se deja de producir son cuatro toneladas de harina de soja que posponen su liquidación y que a diferencia del gasoil que se paga en dólares por adelantado, los biocombustibles se abona en pesos a lo largo de toda la cadena industrial y con plazos que llegan a los 60 días.


Fuente: Telam (19 de enero de 2020). La eliminación o disminución del corte conllevaría un acrecentamiento de las importaciones de gasoil y las petroleras siguen negándose a cumplir con los porcentajes de mezcla obligatorios, pujando por la reprimarización completa del poroto de soja. En promedio, el corte de gasoil con biodiesel fue del 6% en lo que va del año cuando debería haber sido del 10%.

En este punto, el comunicado es contundente: "Mientras las importaciones de combustible presionarán las reservas del Banco Central, la industria de biocombustible estará tristemente cerrada y no será por culpa de la pandemia".

Finalmente, la Cámara Santafecina de Energías Renovables recuerda que "el Presidente Alberto Fernández pidió al pueblo argentino que se le haga saber cuándo, sin quererlo por supuesto, se desviaba del peronismo que sabemos él profesa". Es por ello que CASFER no pierde las esperanzas ni la fe en las promesas efectuadas por el primer mandatario.

"Ayúdenos Sr. Presidente. Confiamos que Ud. no permitirá que otra industria desaparezca ni que miles de personas se queden sin trabajo", manifiesta con vehemencia el documento. Y concluye: "No se pone de pie a la República, ni se la reconstruye, empujando al mar -con topadoras manejadas por empresarios del petróleo que vuelven a creer que el país les pertenece- a las decenas de pymes de los biocombustibles y sus miles de pymes asociadas".

Reflexiones finales del OETEC
Hace aproximadamente diez días atrás (ver bibliografía) y en sesión especial, el Senado dio media sanción a la prórroga por cuatro años del Régimen de Promoción para la Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles (Ley 26.093), buscando darle mayor previsibilidad y certidumbre al sector y sus trabajadores/as.

Si bien la decisión fue reconocida, el tiempo apremia para las productoras del energético renovable que ya no pueden seguir esperando y necesitan medidas de extrema urgencia que apuntalen nuevamente al sector en la senda del desarrollo. Un desarrollo, que además, es el de todas las provincias y su gente, asociadas con esta importante fuente de empleo y producción.

Sin biocombustibles, se retornará al atraso, la exclusión y el empobrecimiento masivo de pueblos enteros a lo largo y ancho de la Argentina al tiempo que el agro se volverá a reprimarizar, perdiéndose una importante posibilidad de industrializar, con tecnología nacional, nuestra ruralidad.


Fuente: Ambito Financiero (30 de octubre de 2020).

Compartimos con CASFER el desconcierto ante la falta de respuestas concretas pero también la esperanza de que este último llamado de auxilio sea finalmente escuchado por un Gobierno Nacional que hunde sus raíces en el más profundo legado que nos dejó Néstor Kirchner.

La Argentina necesita más que nunca del esfuerzo y el trabajo colaborativo del conjunto de los sectores sociales y económicos para salir adelante. Nadie puede volver a caerse del mapa, y mucho menos si lo que está en juego es la generación de trabajo e industria autóctonos.

Renunciar a los biocombustibles es renunciar al ejercicio pleno de un genuino federalismo energético. Confiamos en que ése no será el camino adoptado por un Presidente que se definió oportunamente como "el más federal de los porteños".