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Energía Nuclear

| Artículos de opinión

Sobre dos recientes atentados desinformativos contra el Plan Nuclear

Autor | Federico Bernal


Conflictos de Interes
El autor no manifiesta conflictos de interés


Palabras Claves
Alfonsín, atentado desinformativo, Atucha II, bomba atómica, Carlos Menem, CNEA, Daniel Santoro, diario ABC, diario Clarín, diario La Nación, Domingo Cavallo, enriquecimiento de uranio, Guido Bravlasvsky, Irán, Julio De Vido, Martín Dinatale, Ministerio de Planificación, Néstor Kirchner, Oscar Varsavsky, Pilcaniyeu, Plan Nuclear Argentino, relanzamiento, terrorismo comunicacional



14-01-2015 | En nuestra nota del pasado miércoles denunciábamos el primer atentado desinformativo contra el flamante Polo Espacial de Punta Indio, exposición, como es sabido, destinada a enseñar a la sociedad los espectaculares avances del Plan Espacial. Su ejecutor fue Guido Bravslavsky, licenciado en Ciencias de la Comunicación de la UBA y periodista del diario Clarín. Explicábamos también en nuestro artículo que igual ultraje "periodístico" reciben el Plan Nacional de Telecomunicaciones, el Plan Energético, el Plan Nuclear, el plan de infraestructura y, como si todo esto fuera poco, hasta el récord 2003-2013 como la década de mayor desarrollo con igualdad social desde la Revolución de Mayo (¡el diario La Nación contrató a la Universidad de Harvard para reivindicar las décadas de la Argentina del Centenario como las más expansivas de nuestra historia!). En esta oportunidad, toca desmontar el atentado desinformativo contra el Plan Nuclear Argentino publicado por Clarín la semana pasada, autoría del periodista y ex presidente de FOPEA Daniel Santoro. En realidad, su escrito forma parte de la estrategia comunicacional antinuclear iniciada por el medio de Magnetto como respuesta al Plan Nuclear relanzado por Néstor Kirchner en agosto de 2006 y ejecutado desde entonces por el Ministerio de Planificación Federal. Sucede que, comprobada la progresiva utilización de la tecnología nuclear como plataforma para la consolidación de una Argentina socialmente igualitaria, moderna y desarrollada, aliada a su vez de potencias como China, India y Rusia (socios indecorosos al "granero del mundo"), la referida estrategia comunicacional antinuclear vuelve virulentamente al ruedo. Para contextualizar el atentado desinformativo de Santoro comenzaremos aludiendo a un extraño seminario acontecido en noviembre de 2014 y lo que éste originó.


Atentado desinformativo de Martín Dinatale (La Nación - 21/11/14)
Seminario "Desafíos nucleares en la agenda de seguridad 2015". Así se denominó el evento realizado el 19 de noviembre de 2014 en Buenos Aires organizado por la Fundación NPSGlobal en la Argentina, brazo ONGista de la iniciativa conocida como "Proyecto Seguridad Nuclear". ¿En qué consiste dicha iniciativa? Creada en 2007 por un grupo de ex funcionarios estadounidenses entre los que destaca Henry Kissinger -a la sazón enemigo histórico de una política nuclear argentina tecnológicamente soberana (Club de Londres de 1977)- el NPS (por sus siglas en inglés) se propone "galvanizar el accionar global con vistas a reducir los peligros nucleares y expandir el apoyo a una reducción de la confianza en el uso de armas nucleares ". Ahora bien y según se desprendió del artículo dedicado por el diario La Nación al seminario, sendos panelistas habrían expresado "Dudas e interrogantes por la política nuclear que inició la Argentina", tal y como el periodista Martín Dinatale decidió titular su nota.

La directora de la Fundación organizadora, Irma Argüello, parece haberle expresado a este último: "Vemos con preocupación que la Argentina se haya retirado de algunos foros internacionales en materia de seguridad nuclear, que el acuerdo con Irán no ayude a mostrar un país confiable y que nadie sabe hasta dónde avanzarán los pactos nucleares que asumió el Gobierno con China y Rusia, pero que deberá cumplir el próximo presidente sin haber tenido la oportunidad de debatirlos". Responderemos a esto en el próximo apartado. Otras frases/ideas fuerza que el periodista destaca como importantes son: 1) "[la Argentina debe ajustar] sus proyectos a las normas internacionales para que no caigan en manos erróneas"; 2) "el mundo es complejo, pero la Argentina a veces ignora la gravedad del contexto en que se mueve"; y 3) "el peligro de estos acuerdos [con Rusia y China] es que el kirchnerismo quiera ideologizar la política nuclear desde una óptica antiimperialista como un país adolescente". Quizás le interese conocer al lector quiénes son los autores de dichas expresiones. Detallamos: 1) Des Browne, ministro de Defensa Británico del criminal de guerra Tony Blair; 2) Ricardo López Murphy, invitado al evento en calidad de ministro de Defensa de la Alianza; y 3) Andrés Cisneros, vicecanciller de Carlos Menem, quien además y según nos relata Dinatale "alertó (sic) que "con la tecnología de alta calidad que tiene el INVAP la Argentina no necesitaría negociar con China o Rusia"". Aclaramos: con supina ignorancia Cisneros confunde -y Dinatale le sigue detrás- la capacidad tecnológica de INVAP para diseñar y construir reactores de investigación y producción de radioisótopos (como el OPAL exportado a Australia, o el RA-10 que está actualmente desarrollando para la CNEA) con aquellos reactores nucleares de potencia como las futuras cuarta y quinta central de 800 y 1000 MW, respectivamente, y que INVAP ni ninguna otra empresa u organismo público argentinos están en condiciones de desarrollar. Del seminario participó también el embajador argentino en Viena ante los organismos relacionados con energía nuclear, Rafael Grossi, quien es reservado para el final de la nota (aunque luego hábilmente neutralizado con la opinión del ex ministro de Defensa de Eduardo Duhalde Horacio Jaunarena, participante del mismo evento).

La seguridad del desarrollo nuclear argentino
Todo el artículo de Dinatale, empezando por el título, es un verdadero atentado desinformativo cuyo objetivo es atemorizar al lector (y de paso llamar la atención a la embajada de EE.UU. en la Argentina) por lo que parecería ser una política nuclear ambigua, alejada de los "foros internacionales en materia de seguridad nuclear". El equipo de Tecnología Nuclear del Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (OETEC) expresa al respecto que, desde el relanzamiento del Plan Nuclear en 2006, una de las políticas irrenunciables que adoptó nuestro país fue la participación activa y efectiva en cada uno de los regímenes internacionales existentes. En efecto, la Argentina participa pro-activamente en las diversas reuniones y grupos de trabajo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a la vez que se ha sumado a iniciativas más novedosas como el International Framework for Nuclear Energy Cooperation (IFNEC), la Global Initiative to Combat Nuclear Terrorism (GICNT) y el GEN IV International Forum (en calidad de observador). Adicionalmente, y en esta misma dirección, debe mencionarse nuestra participación en las tres ediciones de la Cumbre de Seguridad Nuclear (NSS), espacio de debate impulsado por el Departamento de Estado de EE.UU. al que sólo puede accederse a partir del desarrollo responsable de la tecnología nuclear y a través de la invitación correspondiente por dicho país. Más aún, resulta importante considerar el rol desempeñado por la Argentina, con el propio Embajador Rafael Grossi como máximo representante, en la presidencia del Grupo de Proveedores Nucleares (NSG), un régimen de control de exportaciones vinculadas al desarrollo de capacidades nucleares formado por un conjunto de países que buscan contribuir con la no proliferación de armas nucleares a través de diversas directrices para controlar el comercio internacional de tecnologías consideradas sensibles. Le preguntamos al señor Dinatale: ¿no hubiera sido oportuno, a propósito de su nota, haber mencionado estos pequeñísimos detalles?

Los paraguayos del diario ABC contra Formosa y el Plan Nuclear
Casi una semana después del seminario del NPS y cuatro días más tarde del atentado desinformativo de Dinatale, el diario ABC de Paraguay publicaba una insólita nota titulada "A Perón le vendieron un buzón; a Formosa le están por vender otro". Allí, el conservadurismo paraguayo atacaba la iniciativa de la referida provincia de plegarse al federalismo nuclear con la futura construcción del centro de medicina nuclear, de la nueva planta química de la empresa Dioxitek y de un módulo CAREM de 150MW. Los dueños del ABC, que siglo y medio después del genocidio de la Guerra de la Triple Infamia siguen aplaudiendo la derrota y el magnicidio de Solano López, pretenden que Formosa -reincorporada a la República Argentina en 2003 con la firma del Acta de Reparación Histórica luego de más de medio siglo de postergación y exclusión- pretenden que Formosa abandone el inédito e irreversible camino de modernización económica, social e industrial por el que avanza desde hace más de una década. En el artículo en cuestión se intenta ridiculizar el nacimiento del Plan Nuclear Argentino en una excéntrica y ultra-reaccionaria falsificación histórica.

Dice el autor: "El programa nuclear argentino se originó a fines de los años cuarenta cuando un austriaco emigrado de la Alemania nazi llamado Ronald Richter lo convenció a Juan Domingo Perón de destinar enormes sumas de dinero en un disparatado proyecto pseudocientífico. Ahora es el gobierno de Cristina Kirchner, a través de su ministro Julio De Vido, el que habla de invertir 31.500 millones de dólares en energía atómica en los próximos diez años (?) y de crear un "polo tecnológico e industrial" en Formosa". Continua luego el periodista: "Las fábulas del austriaco encendieron para siempre la imaginación y la codicia de Perón, que hasta llegó a flirtear con la idea de fabricar su propia bomba atómica, en el contexto de su no menos quimérica "Argentina Potencia". En 1950 se creó la Comisión Nacional de Energía Atómica, se inició la búsqueda de yacimientos de uranio en territorio argentino y, ya durante gobiernos militares posteriores, se construyeron los primeros reactores experimentales y se comenzó la instalación de la primera central de potencia. El 31 de mayo de 1974, apenas un mes antes de la muerte del General, se publicaba en [el diario] ABC Color un despacho de AFP que citaba "medios científicos" y al director de la agencia gubernamental Telam para afirmar que "Argentina estaría próximamente en condiciones de detonar un artefacto atómico", si bien el gobierno afirmaba que su intención era continuar destinando sus instalaciones nucleares para fines pacíficos". Este atentado desinformativo, plagado de malicia, ni es caprichoso ni es ingenuo. Es la prolongación del seminario NPS y, en él, de las expresiones del ex ministro de Defensa británico, de las de López Murphy y Cisneros. Es, del mismo modo aunque expresado más brutalmente, lo que Dinatale se propuso "comunicar" y que, un mes y medio más tarde, Daniel Santoro del diario Clarín vuelve a instalar.

Atentado desinformativo de Daniel Santoro (Clarín - 7/01/15)
"La Argentina dominó otra tecnología para enriquecer uranio", tituló el periodista del diario Clarín y uno de los fundadores del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA). Bajada: "Proyectos tecnológicos de uso civil y militar. Desde 1983 controlaba el enriquecimiento por difusión gaseosa y ahora desarrolló otro que usa el láser". ¿Cuál es el objetivo de Santoro, periodista egresado de la Universidad de La Plata, ex presidente de FOPEA y miembro de la Academia Nacional de Periodismo? En sintonía con Martín Dinatale (La Nación) y el ABC de Paraguay, Santoro se presta desde las páginas del diario de Magnetto a un renovado ataque comunicacional contra el Plan Nuclear, como es sabido, en las puertas de la inauguración de su tercera central nuclear Atucha II luego de su paralización parcial en 1987 y total en 1994. Escribe este último en su artículo citado: "[el Gobierno] informará que la planta de enriquecimiento de uranio de Pilcaniyeu, Bariloche, comenzará a producir uranio enriquecido a través del viejo método de difusión gaseosa que es similar al que quiere alcanzar Irán y ha creado un conflicto internacional".

Al respecto, el equipo de Tecnología Nuclear del OETEC afirma que asociar el desarrollo nacional en materia de enriquecimiento con el desarrollo nuclear iraní, más allá de la "imprecisión" técnica (el método iraní de enriquecimiento utiliza centrífugas), constituye un acto sumamente irresponsable al pretender sembrar la idea de que los desarrollos tecnológicos nacionales contribuirían a incrementar la conflictividad internacional en torno a la políticas de no-proliferación. Como fuera mencionado más arriba, las actividades argentinas en la materia no sólo buscaron siempre respetar el derecho internacional, sino que obedecen a una consolidada e intachable tradición de más de seis décadas de desarrollo pacífico de las aplicaciones de la energía nuclear. Las actividades de enriquecimiento realizadas por nuestro país se desenvuelven bajo estricto cumplimiento de los compromisos mantenidos con la comunidad internacional a través de distintas instancias formales y sujetas al seguimiento de la OIEA y de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC).

Por último, cabe mencionar que no es la primera vez que Santoro abona tal posición. Ya en agosto de 2006, días después de relanzado el Plan Nuclear por Néstor Kirchner, escribió la nota titulada "EE.UU. pide garantías sobre la exportación de tecnología nuclear" (25/8/06). Allí se lee: "Uno de los puntos del plan, además de terminar la planta nucleoeléctrica de Atucha II, es reactivar el programa de enriquecimiento de uranio. Esta es una tecnología dual, es decir se puede usar para producir energía eléctrica, como quiere el Gobierno, pero también para producir una bomba atómica como EE.UU. sospecha que está haciendo Irán. Una fuente de la embajada enfatizó a Clarín que "Argentina no es Irán" (¡sic!)". ¡Menos mal que están los estadounidenses para aclarárnoslo! Sin embargo, tampoco fue agosto de 2006 el inicio de la campaña antinuclear firmada por Santoro. El 8 de enero de igual año -tal vez advertido de la intención del gobierno de relanzar el Plan Nuclear- dedicó a esta cuestión todo un suplemento. Entre sus principales informes destacan: "Perón quería obtener plutonio para una estrategia de disuasión" y "El plan de Galtieri para hacer la bomba atómica".

Política nuclear, dictadura, Alfonsín y Menem
Santoro destaca luego los desarrollos de la empresa estatal rionegrina INVAP en materias espacial y nuclear, por nombrar sus dos principales áreas de negocio, pero lo hace bajo el mismo halo de incertidumbre y oscuridad que el implícito en las palabras expresadas por los panelistas del seminario del NPS. En efecto, el ex presidente de FOPEA manifiesta casi al cierre y para restarle importancia a los avances de estos últimos años: "Así el Gobierno [de Cristina Fernández] retomó un proyecto de la CNEA [el de enriquecimiento de uranio] que había comenzado la dictadura de Lanusse, que anunció Alfonsín antes de asumir en 1983 y frenó Menem". En primer lugar, nótese como una vez más se pretende emparentar (léase confundir) el nacimiento y los hitos del Plan Nuclear Argentino con la dictadura -de la que el empleador de Santoro fue aliado estratégico-.

Incluso pareciera ser que Alfonsín fue el encargado de reactivarlo, cuando no hizo sino paralizarlo. En cuanto a Menem, más que frenarlo (ya estaba frenado por el alfonsinismo) lo que intentó fue, por suerte infructuosamente, desmantelarlo. En 1994, Domingo Cavallo presentó un programa elaborado por la Fundación Mediterránea para desguazar el sector y retirar toda participación del Estado por considerarlo uno de "inversiones de riesgo". La CNEA, que desde 1994 dependía del Ministerio de Economía (todo dependía entonces del susodicho ministerio), portaba el rótulo de "organismo en disolución". Eran tiempos en que las renuncias de ministros (Cavallo, por ejemplo, en 1996) permitían que instalaciones nucleares sobrevivieran a su eliminación (planta de agua pesada de Arroyito, por ejemplo). Recomendamos en este sentido la lectura del extraordinario libro de Diego Hurtado "El sueño de la Argentina atómica".

¡Es la política, estúpido!
"El nuclear es uno de los pocos proyectos que con altibajos fueron mantenidos en el tiempo pese a los cambios de gobierno". Ésta, la frase con la que Santoro corona su atentado desinformativo. ¡Qué idea tan típicamente reaccionaria (compartida también por muchos pseudo-progresistas) esa de desvincular los proyectos políticos antagónicos y en pugna desde 1810 de la ciencia y la tecnología, así como de su planificación y ejecución! El Plan Nuclear Argentino, tan marchito como suspendido y boicoteado antes de 2006, fue relanzado por Néstor Kirchner y ejecutado por el Ministerio de Planificación Federal aquel mismo año, pero en un relanzamiento que implicó no solamente el hecho práctico de reactivarlo, sino también y fundamentalmente de recuperarlo para el pueblo argentino, esto es, convertirlo en un sector progresivamente neurálgico al desarrollo social, económico, industrial, científico y tecnológico nacionales, a su vez predefinidos en pos de una mejora creciente de la calidad de vida de la población toda y la consolidación de un aparato energético, productivo e industrial pujante, federal e internacionalizado.

Señor Santoro, ¿así que el sector "nuclear es uno de los pocos proyectos que con altibajos fueron mantenidos en el tiempo pese a los cambios de gobierno"? Nada responde mejor esta pregunta que la coincidencia entre el discurso de la Presidenta de la Nación durante la reactivación del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu (octubre de 2010), los discursos de Néstor Kirchner y Julio De Vido de agosto de 2006 y las siguientes palabras del General Perón pronunciadas el 1ero de mayo de 1951 en respuesta a los ataques de adentro y de afuera contra nuestro naciente desarrollo nuclear: "[La Argentina] no está poseída por el nervioso afán de fabricar armas de destrucción ni de aniquilamiento... [Por el contrario] quiere paz y progreso, quiere emplear el descubrimiento, entre otras cosas, en usinas atómicas que lleven luz, alegría y bienestar a todos los habitantes de su inmenso territorio". Cuando la CNEA se creó en 1950 dependía de Presidencia de la Nación, por intermedio del Ministerio de Asuntos Técnicos. Con la Fusiladora, a partir de 1956, se le dio autarquía y se derogó el decreto de su creación. En los noventa pasó a depender del Ministerio de Economía, desde donde funcionaba el Poder Ejecutivo que administraba el país pero que en realidad gobernaban desde Washington.

En la última década, la política nuclear volvió a depender de Presidencia de la Nación -por intermedio del Ministerio de Planificación Federal, símil Ministerio de Asuntos Técnicos-; volvió, en suma, a depender del pueblo argentino. Lo que Oscar Varsavsky reivindicaba como "ciencia politizada" y una "tecnología pueblocéntrica" ("ciencia funcional", sea esta aplicada o básica) vive, crece y se desarrolla con llama propia en el seno de nuestro sector nuclear. Fue la política de un gobierno popular y en función de un proyecto de país (y no uno de semicolonia), la que permitió rescatar al Plan Nuclear de su sepulcro elevándolo como punta de lanza contra el colonialismo científico y tecnológico, la gran barrera a superar en este siglo XXI por cualquier pueblo que luche por su autonomía y autosuficiencia definitivas.



Bibliografia
- Diario Clarín, artículo de Daniel Santoro http://www.ieco.clarin.com/economia/enriquecimiento_de_uranio-laser-pilcaniyeu_0_1280272415.html

- Diario La Nación, artículo de Martín Dinatale http://www.lanacion.com.ar/1745713-dudas-e-interrogantes-por-la-politica-nuclear-que-inicio-la-argentina

- Diario ABC de la República del Paraguay http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/a-peron-le-vendieron-un-buzon-a-formosa-le-estan-por-vender-otro-1309575.html