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| Artículos de opinión

Los ajustes de la "Administración Macri" en el Presupuesto 2015

Autor | Belen Ennis


Conflictos de Interes
La autora no manifiesta conflictos de interés


Palabras Claves
2015, administración, ajuste, CABA, fábrica porteña, Mauricio Macri, neoliberalismo, presupuesto, recorte



19-01-2015 | En más de una oportunidad hemos destacado que existe una gran diferencia entre "gobernar" y "administrar" y que el punto de diferenciación entre ambos conceptos está en el lugar que cada uno de ellos le ha asignado al pueblo. Cuando un Estado, en cualquiera de sus niveles, toma en consideración los intereses públicos y promueve, mediante iniciativas inclusivas, la participación de la mayor cantidad de ciudadanos dentro de la ecuación política estamos ante la presencia de un "Gobierno". Contrariamente, cuando en un Estado priman los intereses privados y las necesidades de las grandes masas no son oídas nos encontramos con una "Administración"; esto es, el aparato estatal comienza a adquirir una lógica de tipo empresarial basada en el cálculo del costo-beneficio.


Administrar o gobernar
Antes de llegar a la presidencia, cuando todavía ocupaba una banca en el Senado de la Nación, Cristina Fernández había manifestado en el marco de una entrevista televisiva que ella siempre prefería gobernar antes que administrar. Las palabras que sostuvo en aquél momento la actual Presidenta fueron contundentes y esclarecedoras: "gobernar es administrar pero con la gente adentro". Las implicancias en torno a los conceptos de gobierno y administración abren nuevos y ricos debates en relación a la Ciudadanía, el Estado y la Democracia y, aunque no es objetivo de este artículo desentrañar este tipo de discusiones, nos contentamos con poner sobre la mesa la necesidad de generar democracias participativas que no se recorten meramente al ámbito institucional sino que se encarguen de distribuir el poder al conjunto social, es decir, de empoderar al pueblo de sus conquistas.

Por tanto, no todo Estado es merecedor de llamarse Gobierno. En muchas ocasiones, la clase dirigente que accede al aparato estatal, incapaz de gobernar, decide administrar los recursos en favor de ciertos grupos de poder económicos que le van imponiendo la agenda. Lamentablemente para nuestro país, varios han sido los "administradores" y pocos los "gobernantes". Pero siempre es bueno diferenciarlos. Un ejemplo típico del primer caso lo da la Jefatura de Gobierno porteña. Mauricio Macri, el mismo que ha dicho que la Argentina debería pagarle al contado a los Fondos Buitres, tiene tan poco en cuenta las necesidades reales de los ciudadanos porteños que está dispuesto a recortar las partidas para Salud, Educación y Vivienda sin que se le mueva un solo pelo. El fin político del Jefe de Gobierno se cae de maduro: demostrarle a los grupos económicos que, de llegar a ser presidente, es capaz de implementar medidas de ajuste económico sin pensarlo dos veces.

La administración macrista
El Presupuesto 2015 presentado y aprobado por el PRO para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es bastante esclarecedor del rango de prioridades que establece el macrismo a la hora de gestionar y de cómo sus decisiones se encuentran fuertemente marcadas por el sello del poder mediático y empresarial. En este aspecto, del total del Presupuesto para este año -85.098.457.511 millones de pesos- la "administración" porteña decidió que un 10,9 por ciento se destine a la partida de Seguridad (9300 millones de pesos) mientras que en el área de Vivienda se asigne tan sólo una inversión del 0,9 por ciento (780 millones de pesos). El dinero que la CABA destina en dar solución a los problemas habitacionales de sus ciudadanos decrece año tras año: en 2008 fue de 3,8 por ciento, en 2013 de 3,1 por ciento, en 2014 de 2,1 por ciento y en 2015 de 0,9 por ciento. A todo esto, mientras la toma de tierras (Indoamericano, Barrio Papa Francisco) sigue en aumento y la política de viviendas continúa bajando, el monto asignado a la policía Metropolitana crece anualmente.

La inversión de 13.300 millones de pesos para Obras Públicas que el macrismo prevé para el año 2015 implica la realización de nuevos carriles para el Metrobús (300 millones de pesos), la ampliación del Subte (1590 millones de pesos), la puesta en marcha de centros de reciclado de basura (1060 millones de pesos) y el arreglo de pavimentos y veredas (1214 millones de pesos). Acciones políticas que, sin dejar de ser importantes, tienen por objetivo la visibilización típica del contexto electoral. Las obras importantes en materia de infraestructura habitacional, sanitaria y educacional brillan por su ausencia. En este sentido, cuando comparamos las partidas de Transporte, Turismo y Deuda con las de Salud, Vivienda y Educación nos encontramos con que el crecimiento de las primeras trae aparejada la caída en picada de las últimas. Desde el año 2007 el presupuesto en Salud aumentó un 629 por ciento, en Vivienda un 609 por ciento y en Educación un 585 por ciento pero todos estos valores se encuentran muy por debajo de las inversiones asignadas a Transporte (1721 por ciento), Turismo (2946 por ciento) y Servicios de la Deuda (2075 por ciento). Más aún, en el año 2007, previamente a la llegada de Macri, la inversión en Educación representaba el 27,84 por ciento del total del Presupuesto pero para este año ese monto bajará al 20,5 por ciento. Por su parte, la Salud pasó de tener una participación del 23 por ciento en 2007 a 19,49 por ciento en 2015. Finalmente, en el año 2007 el área de Vivienda recibía el 2,9 por ciento del Presupuesto mientras que durante este año ese número caerá al 2,4 por ciento.

En uno de sus informes económicos, el Centro de Estudios del FPV, La Fábrica Porteña, destacó que la inversión pública no se incrementó de manera significativa durante el macrismo. Según el informe, la inversión real directa en los años previos a la gestión de Macri oscilaba entre el 17,1 por ciento en el 2006 y el 14,5 por ciento en el 2007. Si bien durante el primer año de gobierno del PRO esa inversión ascendió a 18,8 por ciento, se estancó en entre un 14 y un 15 por ciento en los siguientes cuatro años y recién en 2013 volvió a un 18,2 por ciento. Para este año y el próximo se espera una inversión en Obras bastante menor: un 15,6 por ciento. En efecto, La Fábrica Porteña destaca que "si consideramos que en 2015, el presupuesto es de 85 mil millones, cada uno por ciento menos son 850 millones de pesos menos en inversión de infraestructura, monto con el que se podrían construir o ampliar 20 escuelas aproximadamente". Tomando como ejemplo al año 2013, el balance muestra que del total del Presupuesto destinado a Obras se invirtió un 25 por ciento en la red del subterráneo, el asfaltado recibió un 9 por ciento y el metrobús se llevó otro 4 por ciento mientras que la infraestructura en las escuelas contó tan sólo con un 2 por ciento.

Desde que Macri llegó a la Jefatura de Gobierno porteña los recursos disponibles aumentaron un 550 por ciento, superando cualquier otra gestión anterior, pero la razón que explica este alza no es una buena administración de las finanzas públicas sino una mayor disponibilidad de dinero proveniente de la toma de deuda y del aumento de los impuestos. En concreto, entre el período que va de 2007 a 2015, el macrismo a triplicado la deuda, aumentado un 756 por ciento el ABL e incrementado un 582 por ciento las patentes. Sin ir más lejos, dentro del Presupuesto 2015 se estableció una suba del ABL con un tope del 30 por ciento y un aumento para las patentes que llega a un máximo de 50 por ciento.

Con el alto grado de recaudación que la "administración" porteña ha logrado a base de deuda y de impuestos regresivos queda bastante claro que la política de ajuste en materia de viviendas, salud y educación responde simplemente a las bases ideológicas de tinte neoliberal que pregona el macrismo. Al comenzar este artículo decíamos que Mauricio Macri está dispuesto a demostrarle al establishment económico que él es el único candidato capaz de ajustar y recortar cuantas veces éste se lo ordene. Dentro del concierto opositor, el Jefe de Gobierno porteño se encuentra compitiendo por un lugar en la orquesta ¿alguien le habrá avisado que, por más elecciones que gane, jamás será él quien dirija la batuta? Llegado el caso, ese puesto estará reservado para los grupos de poder que lamentablemente han dirigido en más de una ocasión los designios de este país.



Bibliografia
-Informe económico de "La Fabrica Porteña" (21/12/2014) http://lafabricaportena.com/politica/los-anos-del-pro/#.VLZxQtKG-Xo

-Página/12 (21/12/2014) http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-262421-2014-12-21.html

-Pagina/12 (01/10/2014) http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-256501-2014-10-01.html