"Ing. Enrique Martín Hermitte"
Soberanía y Seguridad Jurídica Popular
| Artículos de opinión
Autor | Federico Bernal,
Conflictos de Interes
El autor asesoró al Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios
Palabras Claves
carbón mineral, Cristina Fernández, desarrollo, diario La Nación, federalismo, industrialización, Julio De Vido, mina, Néstor Kirchner, Plan Quinquenal, planificación, proyecto nacional, Río Turbio, yacimiento
08-02-2016 |
El diario La Nación vuelve a atacar, ya por enésima vez, al Proyecto de Recuperación y equipamiento del yacimiento carbonífero de Río Turbio y su central térmica (CTRT). Comprobados los groseros errores históricos del articulista, consideramos oportuno realizar el aporte que aquí introducimos. Se trata de una actualización del subcapítulo noveno "Río Turbio (1945-2015)" extraído del libro "Néstor y Cristina Kirchner. Planificación y federalismo en acción", libro editado por Planeta en diciembre de 2015, prologado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y escrito con el ex ministro de Planificación Federal y diputado nacional, Julio De Vido.
Carbón, Río Turbio y proyecto nacional
La nacionalización del servicio de gas implementada en el Primer Plan Quinquenal se enmarcó en una política energética revolucionaria, política dirigida no solamente a terminar con la dependencia exterior sino también a diversificar la matriz. En este sentido, el gobierno peronista reconoció un recurso que habría de aportar simultáneamente a la concreción de ambos objetivos: el carbón mineral. Cabe aclarar que la importancia de este hidrocarburo, así como la identificación política de sus principales reservorios databa de las investigaciones de principios de siglo encaradas por la Dirección de Minas (Ministerio de Agricultura), la misma que había protagonizado el descubrimiento de petróleo en 1907.
El interés por el carbón quedaría suspendido, no obstante, hasta 1941. Como con el freno a YPF y al gas natural, el interés británico mucho había tenido que ver en aquella interrupción. Pues bien y en 1941, más precisamente, el 27 de mayo de 1941 y por Resolución del Directorio de YPF, se creó la División Carbón Mineral, tomando a su cargo el "estudio de los carbones nacionales y su explotación". Luego y amparada en la creación de la Dirección Nacional de Energía se dictaba en 1945 el Estatuto Orgánico de la División antedicha, dando origen así a la Dirección General de Combustibles Sólidos Minerales. Se levantan entonces laboratorios y se profundizan las actividades de prospección y explotación, iniciadas en 1941, de todos los yacimientos de carbón, asfaltita y turba del país. Entre ellos destacó el de Río Turbio, provincia de Santa Cruz. Veamos cómo evolucionaba su producción. Entre 1941 y 1943, se extraían 3.184 toneladas; entre 1944 y 1949, se producían 47.400 toneladas, y entre 1950 y 1951, 900.000. Cabe señalar que este incremento exponencial de la producción obedeció a la inauguración del "Ramal Ferroindustrial Eva Perón". En la imagen que sigue, la síntesis del yacimiento según el Plan Quinquenal, esto es, la puesta en valor de nuestros recursos y su disponibilidad para la generación de empleo, desarrollo y bienestar social.
La notable evolución se reflejaba también en el personal empleado en la zona Río Turbio: de 110 para el primer período, a 2.000 en el último. El yacimiento alcanzará su cenit en la década del 50, gracias a la política energética del peronismo. Pero como sucedería con todos los demás sectores, la semicolonia al poder a partir de 1955 habría de demorarlos primero y paralizarlos después. Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF) no sería una excepción. Recién el Plan Trienal de 1973/74 se propondría retomar su mejor tradición, así claro, hasta el golpe ruralista-militar. YCF se privatizaría en 1994 y desmantelaría a partir de allí.
Plan de Recuperación Integral del Yacimiento Carbonífero de Río Turbio
Pero la recuperación de la empresa y del carbón como instrumento para la generación de energía, el desarrollo económico, productivo y social volverían con el kirchnerismo. En 2005, con el lanzamiento del Plan de Recuperación Integral del Yacimiento Carbonífero de Río Turbio por parte del Presidente Kirchner, se reactivaba la exploración y explotación del carbón mineral. Entre sus dos metas fundamentales, ambas hoy finalizadas, destacamos: la construcción de la Central Termoeléctrica a Carbón y la recuperación integral del yacimiento, con la finalidad de abastecer a la usina y exportar el excedente (siempre y cuando esté cubierta la demanda). A diciembre de 2015, el Plan de Recuperación invirtió cerca de 10.000 millones de pesos.
Anunciaba Néstor en su discurso ante la Asamblea Legislativa, el 1 de marzo de 2007: "Nos comprometimos con un plan de inversiones para Yacimientos Carboníferos Río Turbio, la eterna olvidada, a los efectos de potenciar la escala productiva del yacimiento colocándolo tecnológicamente con los más avanzados del mundo en materia, incorporando valor agregado al recurso natural en boca de mina del Yacimiento de Río Turbio y la inclusión del mismo en la matriz energética nacional con el llamado a licitación internacional por 1.506 millones de pesos para una central térmica de 240 megavatios. ¡Se puede con el carbón también!". Efectivamente, la planificación nacional y genuinamente federal podría también con el carbón. Como sea, esto respondía el diario La Nación meses después del histórico anuncio del Presidente.
En fin y más allá del odio y el resentimiento, la gesta carbonífera, que no puede desvincularse ni del Plan Energético Nacional ni del Plan Nacional Minero, quedó definitivamente consolidada cuando la presidenta Cristina ponía en funcionamiento, el 4 de septiembre de 2015, la Central Termoeléctrica a Carbón "14 mineros del 14-004", en Río Turbio. Desde entonces, la provincia de Santa Cruz está capacitada para entregar energía eléctrica al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Esto es posible gracias a la recuperación integral del yacimiento y los más de 2.875 empleos directos generados y que entre todos lo mantienen en actividad; y por supuesto también es posible gracias a la interconexión eléctrica del Sistema Patagónico al SADI consumada en estos últimos años.
Energía, federalismo y planificación en acción
Al respecto, debemos recordar que las obras de interconexión de la Patagonia fueron inauguradas en 2013 por la Presidenta Cristina en Río Gallegos. Se realizó en tres etapas: la Línea Choele Choel-Pto. Madryn, que permitió vincular la Patagonia al Sistema Argentino de Interconexión (SADI); la Línea Puerto Madryn-Pico Truncado, que permitió extender hasta Santa Cruz el (SADI) y, por último, la interconexión Pico Truncado-Río Turbio-Río Gallegos-El Calafate, que permite vincular toda la parte continental del país. De esta suerte y dando cuenta de la energía como herramienta de consolidación del verdadero federalismo, gracias a la interconexión eléctrica NEA-NOA la energía patagónica y su carbón llegarán también al norte argentino, antes desconectado de la red. En su alocución con motivo de la inauguración de la central, Cristina expresó: "Inauguramos el primer módulo de la central termoeléctrica de Río Turbio, en la provincia de Santa Cruz, que producirá energía para 3,3 millones de habitantes, gracias a una inversión del Estado Nacional de 9.699 millones de pesos". Recordando al Presidente Kirchner, manifestaba: "Venimos a honrar [su] palabra porque esta usina termoeléctrica, que va a generar 240 megavatios, en su segunda fase, que va a ser muy pronto, con la otra turbina va a contribuir a cubrir totalmente la demanda eléctrica de Santa Cruz, pero además le vamos a dar a los argentinos más energía eléctrica, con matriz diversificada, producto del carbón, con una tecnología de punta y de última generación...".
Néstor cumplió su promesa y Cristina la concretó. Pero lo cierto es que ambos rendían tributo a la continuidad del proyecto político nacional. En palabras de la estadista argentina: "Fíjense los argentinos hicieron la primera carga, allá por el 1943, pero durante toda la Primera Guerra Mundial, no teníamos carbón porque se utilizaba el carbón en otras partes y fue Perón, en 1945, que vino a instalar la primera tecnología para poder el frente de mina, en forma correcta, para comenzar a producir carbón. Por eso decimos que venimos a honrar la historia de miles de argentinos, de esta energía que va a representar el 1 por ciento, del total de la energía que producimos, 24.000 megavatios, un 1 por ciento va a salir de acá, de este rincón de Santa Cruz, de este rincón de la Patria, de aquí de Río Turbio con el esfuerzo de ustedes".
Respuestas al interrogante del editorialista
El diario La Nación descalifica el Proyecto de Recuperación y equipamiento del yacimiento carbonífero de Río Turbio. Dicho proyecto, aumenta el nivel de reservas comprobadas de carbón mineral del país y diversifica el parque de generación térmico-fósil, lo cual incrementa la seguridad energética nacional. El editor del diario cierra la nota con la siguiente reflexión: "El país necesita más centrales eléctricas. La pregunta es si tenía sentido hacer una en Río Turbio sólo para justificar la existencia de la mina (sic)". Ya que hemos venido remontando la historia, respondamos, en primer lugar, desde los conceptos energéticos plasmados en el Primer Plan Quinquenal y vertidos en el libro "La Nación Argentina. Justa, Libre y Soberana". Véase a propósito las dos imágenes que siguen:
Señor editor en jefe, muy cierto es que "El país necesita más centrales eléctricas". Ahora bien, pregunta Usted si tenía sentido hacer una en Río Turbio. Respondemos desde el proyecto nacional (imagen de arriba): "El problema de la energía fue fundamental para el gobierno. No bastaba con recuperar las fuentes ya activas que estaban en manos extrañas; era menester ampliar las posibilidades. Donde no existían vías de agua para la producción hidráulica de electricidad, se recurrió a la construcción de usinas térmicas para que todo el país pueda recibir los beneficios de la fuerza motriz modernizada. Así se intensifica y se descentraliza, al mismo tiempo, la industrialización, permitiendo que cada región de la Patria esté en posesión de los recursos indispensables para que el trabajo fecundo de sus hijos sea provechoso y alentador". ¿Se entiende entonces el sentido de construir la central en Río Turbio? Sigamos...
Señor editor en jefe, muy cierto es que "El país necesita más centrales eléctricas". Pregunta Usted sin embargo, si tenía sentido hacer una en Río Turbio. Sírvase esta respuesta, totalmente aplicable al caso de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic por vuestro diario igualmente rechazadas. Particularmente sobre Río Turbio, nos importa tome nota del federalismo energético del proyecto nacional vertidos en estos párrafos (imagen de arriba): "Dentro de los problemas que había sido olvidado es el que se relaciona con el aprovechamiento de las numerosas reservas hidráulicas, ya que en ellas se asienta uno de los más fuertes pilares de la industrialización nacional. Era indispensable, pues, planificar su utilización para que muchas regiones de la República, en las que se utilizaban sistemas primitivos de alumbrado, gozaran de los beneficios de la electricidad y aprovecharan esa fuerza para modernizar sus establecimientos industriales movidos mediante la utilización de combustibles líquidos". Y finalmente: "Para dar forma real a los propósitos del gobierno se sancionó la Ley Nacional de la Energía [extrapolado a este siglo XXI, el Plan Energético Nacional lanzado en 2004] que contempla la mejor estructuración de un plan económico que consolidará el bienestar de todas las provincias y territorios del país".
En suma y ya en función de este presente, queda claro la verdadera intención de la administración macrista en relación a Río Turbio: paralizar la obra de la central y clausurar la mina.
Conclusiones
Hacemos propias las palabras del diputado nacional De Vido, coautor del libro del cual extrajimos la médula de este artículo: "Imaginemos pues, argentinos, santacruceños y rioturbienses lo que sucedería con el pueblo si la mina se cerrara. Sí, acertaron, se convertiría en una población fantasma, luego de la lucha que sin duda daría su indómito pueblo. Pareciera que para algunos, el Yacimiento Río Turbio es una utopía o un capricho K. Se equivocan por completo. ESTE ES UN YACIMIENTO DE LA ERA CUATERNARIA, de conformación sedimentaria de origen glaciar. De unos 300.000.000 de años de antigüedad, o sea, se trata de un evento natural, no de un "invento K" (creo que Néstor Kirchner todavía no había nacido ni Cristina tampoco, ¿no?). Fue descubierto por el teniente Del Castillo en 1887, en tiempos de un gobierno de la Argentina liberal, de la generación del 80 liderada por Roca. Pero ellos tenían un proyecto territorial estratégico, NO SOLO DE ENDEUDAMIENTO Y ENTREGA COMO EL NEOLIBERAL ACTUAL. Así hasta el Primer Plan Quinquenal. En 1950, Perón puso la mina en producción, en el marco de un proyecto estratégico de país nacional y popular, industrialista, de plena ocupación, con una fuerte inserción del país profundo y autóctono que necesitaba urgentemente de la diversificación de su matriz energética y el acceso a energía abundante y barata, como reflejaban los conceptos repasados más arriba. En aquella época Néstor Kirchner usaba pañales y Cristina no había nacido. Después de 1955, Río Turbio sufrió distintos avatares, siempre con un destino de cierre, por cierto el mismo que hoy propone el editor de La Nación. Sólo evitaron el cierre de la mina el pueblo de Río Turbio y de Santa Cruz, sobre todo en los ´90 con el gobernador Kirchner a la cabeza. El Plan Energético Nacional de 2004 lanzado por Kirchner rescataría Río Turbio del ostracismo histórico y la humillación a una realidad de empleo, desarrollo y realización. Carbón, agua y átomos para una energía federal, accesible y asequible. Central térmica de Río Turbio, Yacyretá y Atucha II, energía federal, accesible y asequible hecha realidad".
"732 millones de toneladas de reserva de carbón aseguran una explotación aproximada de 356 años en Río Turbio. ¿Saben cuántos gigavatios puede producir este yacimiento? 582.000. Este número podría no significar más que un dato sin valor pero no, son 4 años y medio de consumo nacional, o sea, de toda la Argentina. Es decir, de todos nosotros, los que consumimos energía eléctrica, y sobre todo de los que consideramos que el acceso a ese servicio es un derecho de todos y no un bien transable. Por eso la defensa del yacimiento Río Turbio no sólo compromete a sus habitantes, sino también a todos los argentinos. En consecuencia, recomendamos al editor de La Nación y a los funcionarios nacionales que no achiquen la cabeza; más bien que agranden el sombrero. Piensen en nacional, desechen el odio y el resentimiento. Apliquen el sentido común, lean la historia y actúen conforme los aciertos y los errores del pasado".
Pedimos por último y ya para terminar, se pose la mirada en la primera imagen que acompaña esta opinión. En el mapa de Río Turbio, aparece arriba escrito "Cancha Carreras". Transmitimos lo primero que nos vino a la mente cuando lo leímos: "Cancha Rayada". Siempre es bueno recordar y ahora más que nunca, que de aquella derrota nos recuperamos en seguida, vencimos en la decisiva Maipú y avanzamos a paso de vencedores a nuestro triunfo definitivo.
Bibliografia
Libro "Néstor y Cristina Kirchner. Planificación y federalismo en acción", Julio De Vido y Federico Bernal (Editorial Planeta - Diciembre de 2015).