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| Artículos de opinión

Greenpeace, las represas en Santa Cruz y la central Río Turbio

Autor | Patrick Moore


Conflictos de Interes
El autor no manifiesta conflictos de interés


Palabras Claves
Argentina, Cepernic, combustibles fósiles, electricidad, energía eólica, energía nuclear, energía solar, energías confiables, energías de base, Europa, FARN, Greenpeace, hidroelectricidad, Kirchner, Ministerio de Ambiente, nucleoelectricidad, precios, recesión económica, represas, Río Turbio, Santa Cruz, Sergio Bergman, verdes



18-02-2016 | Es sabido que en la República Argentina ex directivos de Greenpeace y organizaciones aliadas ocupan cargos estratégicos en el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. El 5 de enero del corriente, la filial argentina de Greenpeace conjuntamente con la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) presentó al ministro de Ambiente, Sr. Sergio Bergman, un documento titulado "10 Medidas para 100 días de gobierno. Construyendo una agenda ambiental participativa". En la página 7, ítems 8 y 9, se pide "Cancelar el proyecto de Central Térmica de Río Turbio" y "Detener y cancelar de manera definitiva los proyectos para la construcción de las represas Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic", respectivamente.


Combustibles fósiles. ¿Por qué sustituirlos y por qué tipo de energía?
En primer término, no veo ninguna necesidad de sustituir los combustibles fósiles como un requisito fundamental de la política. Siempre que los combustibles fósiles sean la fuente de energía más práctica y rentable deben ser usados. Asimismo, no es posible su sustitución a gran escala para el transporte, especialmente para el transporte pesado como es el caso de aviones, autobuses y camiones. Incluso para vehículos de pasajeros, es muy poco probable que los coches eléctricos alguna vez pasen a ocupar algo más que una cuota de nicho y subsidiada del mercado total de automóviles. Una excepción son los buques, que en su mayoría podrían ser a propulsión nuclear. Existen de hecho una ingente cantidad de submarinos y portaaviones nucleares, y todos los rompehielos rusos portan este tipo de propulsión. El transporte ferroviario, tanto para carga como para pasajeros, puede a menudo ser electrificado y, por tanto, accionado por núcleo o hidroelectricidad.

Es que para la generación de electricidad en forma confiable y rentable a gran escala, la energía nuclear y la hidroelectricidad son excelentes alternativas a los combustibles fósiles. Pero reitero, esto no significa que los combustibles fósiles deban ser descartados. Muchos países optan por un equilibrio de las tecnologías energéticas combinando combustibles fósiles, centrales nucleares e hidroeléctricas. Ocurre que hay muy pocas tecnologías capaces de sustituir a los primeros cuando estos se vuelvan escasos en un futuro lejano. Hasta entonces, tenemos que concentrarnos en las tecnologías más rentables (costo-efectivas) y fiables, con control de la contaminación efectiva para los combustibles fósiles.

El caso europeo y la Argentina
El costo promedio de electricidad en Europa es ahora dos veces el costo promedio en Estados Unidos. Por su parte, Dinamarca y Alemania llegan a ser incluso a triplicar el promedio de EE.UU. Esto es enteramente debido a la política energética y a la elección del tipo de tecnología para la generación. En efecto, Dinamarca y Alemania han adoptado de forma agresiva a las energías eólica y solar, razón por la cual el costo de la electricidad en estos países más que se duplicó en los últimos diez años. Francia, por el contrario, tiene uno de los precios de electricidad más bajos -aproximadamente la mitad del precio que en Dinamarca y Alemania-. A pesar de que Francia haya instalado considerables volúmenes de energía eólica y solar, el bajo costo de la energía nuclear -proporciona el 70% de la electricidad francesa- mantiene deprimido el costo promedio. Volviendo a Europa, lo cierto es que la instalación creciente de estas tecnologías caras y poco fiables llevarán a que los altos precios se extiendan durante décadas, reduciendo la competitividad y expulsando cada vez más industrias electro-intensivas fuera del bloque.

En cuanto a la Argentina, creo que no debería gastar dinero en estas energías "renovables" de alto costo y baja eficiencia. Por lejos, la fuente de electricidad renovable más importante y confiable es la energía hidroeléctrica. Canadá, Noruega y Brasil generan más del 50% de su electricidad con hidroeléctricas y muchos otros países han sabido aprovechar sus recursos hídricos. No es ninguna casualidad que industrias como por ejemplo la del aluminio que requieren enormes cantidades de electricidad sean atraídas a regiones con energía hidroeléctrica, que como dijimos, es la más rentable dependiendo de donde esté emplazada. Y aunque la energía nuclear es técnicamente considerada como "no-renovable", el suministro de combustible está asegurado por miles de años, además de ser limpia, confiable y mucho menos costosa que la energía eólica y la solar.

Hidroelectricidad vs eólica y solar
Primeramente debemos decir que la energía hidroeléctrica es muy superior a la energía eólica y a la solar en un sinnúmero de maneras. Se trata de una energía confiable desde que la presa funciona como una enorme batería, siempre dispuesta a satisfacer la demanda. La eólica y la solar son poco fiables y algo impredecibles, sobre todo en el largo plazo. En segundo lugar y en buenos sitios, la energía hidroeléctrica es mucho menos costosa que las otras dos. Y en tercer lugar, la potencia derivada de la hidroelectricidad puede ser "prendida" o "apagada" en cuestión de segundos, permitiendo que el operador de la red esté siempre capacitado para satisfacer la demanda de base. Con el viento y el sol, en cambio, estamos a merced de los elementos, los cuales siempre requieren de una fuente confiable de back-up energético cuando el viento deja de soplar y el sol deja de brillar. ¿Por qué no instalar, para comenzar, una tecnología confiable y olvidarse del viento y del sol que son poco confiables y costosos?

Pero no. Una de las posiciones más ilógicas del movimiento "verde" es su oposición a la energía hidroeléctrica y nuclear cuando estas dos tecnologías son las únicas que efectivamente pueden sustituir a los combustibles fósiles -principalmente carbón y gas natural- para la producción de electricidad. Promueven falsamente las energías eólica y solar como competitivas y confiables cuando no lo son. Ambas requieren enormes subsidios públicos y leyes que obliguen a las empresas eléctricas a comprar su energía a precios caros incluso teniendo disponibilidad de energía más barata. A pesar de que hidroeléctrica es, obviamente, una fuente renovable, los "verdes" se oponen. De hecho, se oponen a todo lo que sea confiable y tenga precios razonables. Es como si desearan conducir la economía a la recesión y detener el crecimiento, todo a la vez.

Las represas en Santa Cruz
A pesar de tener un potencial teórico bruto hidroeléctrico de 169.000 GWh/año (130.000 GWh/año de potencia alcanzable), la Argentina sólo ha desarrollado un 25%. Sin embargo, Greenpeace quiere reemplazar las represas Kirchner y Cepernic con energía eólica y solar. En primer lugar, es imposible reemplazar una fuente energética confiable y rentable de 24/7 (24 horas los 7 días de la semana) con una fuente poco confiable y cara como son la energía eólica y la solar. En segundo lugar, en sitios favorables la energía hidroeléctrica es la tecnología de generación de electricidad más barata y deseable. Es por esta razón que los países que tienen buen potencial hidroeléctrico deben ponerlo primero en la lista de los desarrollos energéticos. Que los "verdes" estudien las provincias de la Columbia Británica y Quebec en Canadá, Noruega, Brasil, China, el Pacífico-Noroeste y el Valle de Tennessee en Estados Unidos para ver otros ejemplos exitosos.

La oposición a la energía hidroeléctrica es una de los más irracionales, mejor dicho, de las más estúpidas posiciones que han tomado. Por supuesto que es importante proteger las amplias zonas de naturaleza salvaje en los parques y en las áreas silvestres. El buen ordenamiento de la tierra permite que las personas y la naturaleza florezcan. La tierra debe ser diseñada para la creación de parques, la agricultura, el desarrollo forestal, la generación de energía, la radicación de industrias y viviendas, etc. Pero estos usos no son mutuamente excluyentes. Además, las represas hidroeléctricas son lagos y no hay nada malo con los lagos. Proporcionan pesca, recreación y paseos acuáticos, entre otros muchos beneficios para las poblaciones locales.

Río Turbio
Entiendo que el cierre de la central a carbón de Río Turbio tendrá consecuencias sobre unas 3.000 personas que serán despedidas, dado que la planta está ligada a la mina de carbón. Y la verdad es que a Greenpeace no le importa siquiera un peso ($1) las necesidades de las personas y las familias. Si les hiciéramos caso, cerrarían más del 98% de toda la energía mundial que es abastecida con combustible fósil, centrales hidroeléctricas y nucleares. Es que no hay nada malo con el carbón si se utiliza un control adecuado de la contaminación. Temo por el bienestar de la Argentina si los cuentos de hadas de Greenpeace son escuchados por el poder.

Con Greenpeace: de frente y exponiéndolos
Si la Argentina abandona la tecnología energética confiable y costo-efectiva a favor del viento y del sol fuertemente subsidiados e importados desde el exterior, el resultado será una duplicación de los precios de la electricidad durante la próxima década. La energía, especialmente la electricidad, subyace detrás de toda producción y creación de riqueza. La Argentina no necesita esta carga adicional en una economía que incluso ha luchado en un contexto de energía confiable.

Para cerrar esta opinión, el siguiente ejemplo con lo sucedido en la provincia canadiense de Ontario como resultado de la adopción de las energías eólica y solar: un aumento del 85% en el costo de la electricidad:
http://coldair.luftonline.net/2016/01/beyond-expectedly-high-cost-2015.html

La única estrategia con Greenpeace es encararlos de frente. Deben ser expuestos por el daño que harían. Tienen los argentinos una difícil batalla si el Presidente de la Nación coincide con estas ideas locas. Deseo el bien de la Argentina y la fuerza para resistir ser arrastrada por un camino de dificultades financieras y decadencia económica.



Bibliografia
Documento Greenpeace y FARN del 5 de enero de 2016 http://www.greenpeace.org/argentina/Global/argentina/2016/1/Petitorio_FARN-GP.pdf