"Ing. Enrique Martín Hermitte"
Soberanía y Seguridad Jurídica Popular
| Artículos de opinión
Autor | Ben Heard,
Conflictos de Interes
El autor no manifiesta conflictos de interés
Palabras Claves
activismo anti-nuclear, Amigos de la Tierra, Ben Heard, Chernóbil, Chernobyl, Friends of the Earth, Fukushima, fundamentalismo ambiental, Gerry Thomas, Jim Green, miedo, muertes por fuente energética, muertes por GWh, muertes por TWh, radiación, terrorismo ecológico, UNSCEAR
10-05-2016 |
Jim Green es un activista antinuclear de carrera que ataca a las personas que desafían su posición. La mayoría de las veces prefiero ignorarlo. Sin embargo, Green publicó en un medio de comunicación local -al que suelo contribuir- un artículo en el que afirma que sostengo una posición "indefendible" respecto a los resultados en materia de salud del accidente nuclear de Chernobyl. Esta vez, he decido responderle.
Green, tras la bandera de Friends of the Earth (Amigos de la Tierra), me difama a mí, a Barry Brook y al profesor de la Universidad de Flinders, Haydon Manning, en las páginas de su artículo. En lugar de mantener una discusión seria sobre el tema, Green induce a sus lectores a formarse opiniones negativas acerca de personas renombradas, honestas y bien calificadas.
El empeño de Green en desprestigiar los usos de la energía nuclear lo llevó a publicar una tabla completamente falaz acerca de las cifras de mortalidad de los diferentes tipos de fuentes energéticas, basada en errores matemáticos y metodologías verdaderamente descuartizadas. Expuse lo anterior junto a Geoff Rusell. Finalmente, después de un tiempo, Green tuvo que rectificarse. Pero su obra permanece fatalmente defectuosa y nunca tuvo a bien insistir en sus errores.
En el artículo que publicó en InDaily, Green se presenta a sí mismo como una persona racional, un árbitro independiente de la incertidumbre que generan los impactos de la radiación sobre la salud; como si fuera alguien calificado para guiar a los lectores a través de este problema. Todo esto es absurdo. Green aumenta cada vez más la cantidad de muertos a fin de impactar en la mente de sus lectores.
Afirma que la epidemiología, aunque importante, "no se usa mucho en la estimación de la cifra total de muertos de Chernobyl" y que "tampoco se usa en el estudio de la distribución y la determinación de los eventos relacionados con la salud". Sin embargo, la epidemiología es el principal medio para determinar los impactos sobre la salud. En verdad, el problema de Green es que la epidemiología socava su deseada conclusión. Por tanto, vuelve a su enfoque preferido: el de las bajas dosis de radiación colectiva. Y construye un párrafo con dos grandes números de muertes: 60.000 y 30.000. ¿Qué números son esos? Son los números de Jim Green. No los de la IAEA, no los de la ONU, no los de la OMS: los de Jim Green.
Además, Green también tergiversa los datos del Comité Científico de las Naciones Unidas sobre los Efectos de las Radiaciones Atómicas. En efecto, el UNSCEAR indica que el enfoque de Green se apoya en "incertidumbres inaceptables". Téngase en cuenta la segunda palabra: inaceptable. Los resultados de su enfoque son tan inciertos que no pueden ser aceptados. UNSCEAR reconoce el uso del LNT "al efecto de la protección radiológica". Lo anterior hace referencia a las pautas de planificación y de protección y no a las estimaciones de impacto sobre la salud. Por si fuera poco, el propio UNSCEAR aclaró esto en 2012: "Las principales conclusiones son: debido a las grandes incertidumbres en las estimaciones de riesgo a dosis muy bajas, el UNSCEAR no recomienda multiplicar las dosis muy bajas por una gran cantidad de individuos a fin de estimar el impacto de los efectos sobre la salud inducidos por la radiación dentro de una población expuesta a dosis crecientes a niveles equivalentes o inferiores a los niveles de fondo naturales. Aquellas organizaciones que realizan actividades relacionadas con el accidente de Fukushima podrían beneficiarse de los resultados de estos informes". En pocas palabras: la recomendación más reciente del comité de expertos a nivel mundial es: no haga lo que hizo Jim Green, es irresponsable e inaceptable.
Luego de esto, aparece una zona de incertidumbre: la posibilidad, en base a los impactos de la radiación, de que existan algunas miles de muertes adicionales en las poblaciones más expuestas. Aquí, requiere de evidencia para poder seguir discutiendo. Green afirma que mi posición, la de modelos para la estimación de fatalidades siguen siendo meros modelos, es indefendible. No estoy de acuerdo. Considero que mi posición es, al mismo tiempo, discutible y defendible. Es que se trata de una posición reflejada por expertos tales la epidemióloga Gerry Thomas (ver video; en inglés).
Asimismo, el trabajo del UNSCEAR de los últimos 30 años ha sido exhaustivo y no descubrió ninguna evidencia convincente de que existan otros impactos en la salud, más allá de un grave daño psicológico, en su mayoría, atribuibles al temor de posibles daños físico por radiación. Por otra parte, informes anteriores de los organismos competentes aseguran que la posibilidad de daño se encuentra entre los rangos de 4.000 a 9.000 personas, en función de los resultados obtenidos dependiendo el lugar del impacto. No me parece que convincente; quizás sí para otros. Dejemos proceder la discusión de la evidencia. Dejemos que se proceda sin ataques personales.
La conclusión es que, incluso tomando en consideración los enfoques más conservadores, al igual que el estudio ExternE de la Unión Europea, la energía nuclear sigue siendo una de las fuentes de energía más seguras.
Fuente: https://ec.europa.eu/research/energy/pdf/kina_en.pdf
Pero a Green no le interesa ayudar a la gente a entender los números, la ciencia, la epidemiología, la incertidumbre o los impactos de nuestras decisiones. Lo que parece interesarle es asustar a la gente con sus afirmaciones sobre la energía nuclear. La ironía es que el mayor daño residual de Chernobyl, del que no existen dudas, se deriva del trauma psicológico que causa ese mismo miedo. Su herramienta es el dolor. Esto, para mí, es indefendible.
Bibliografia
Original en "The indefensible: A response to Jim Green as published in InDaily" (26/04/2016)
https://decarbonisesa.com/2016/04/26/the-indefensible-a-response-to-jim-green-as-published-in-indaily/