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Desarrollo Económico

| Artículos de opinión

Razon de ser del Impuesto a las Ganancias

Autor | Belen Ennis


Conflictos de Interes
La autora no manifiesta conflictos de interés


Palabras Claves
ANSES, desfinanciamiento, Estado, impuesto a las ganancias, mundo, neoliberalismo, paro, progresividad, sindicalismo



10-04-2015 | Si nos remitimos a las cuestiones más operativas acerca del Impuesto a las Ganancias cabe destacar que éste es un tributo que pagan tanto las personas físicas como las empresas y que se constituye como uno de los gravámenes más progresivos gracias a que sus montos aumentan proporcionalmente a la ganancia obtenida. En la Argentina, el Impuesto a la Ganancia se divide en cuatro categorías diferentes siendo la cuarta, "renta al trabajo personal", la que se aplica a los trabajadores en relación de dependencia con ingresos mensuales superiores a 15.000 pesos brutos.


Para calcular el impuesto se comienza por determinar la ganancia bruta, que es la suma de todos los ingresos anuales brutos (sueldo, aguinaldo, vacaciones, horas extras, gratificaciones, etc.). A dichos sumandos se le restan las deducciones de carácter obligatorio (jubilación, obra social, PAMI) y luego se aplican los descuentos permitidos (seguro de vida, empleada doméstica, honorarios médicos, etc.). Del total de esa ecuación se obtiene la ganancia neta acumulada sobre la que se deben aplicar las deducciones personales por cargas de familia (cónyuge, hijo u otro familiar a cargo) y luego la deducción especial y la ganancia no imponible. De allí se obtiene la ganancia neta sujeta a impuesto y es sobre esa cifra que se determinan las alícuotas progresivas del 9% al 35% según el nivel de ingreso.

Lejos de desconocer los reclamos de los trabajadores, el Gobierno Nacional, mediante el decreto 1242/2013 del Poder Ejecutivo dictado en el año 2013, elevó el piso salarial para el pago de ganancias, esta reforma hizo que aproximadamente el impuesto alcance a sólo el 10 por ciento de los empleados y el 0,7 por ciento de los jubilados y pensionados.

Incluso en declaraciones recientes, el actual Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández manifestó frente a la prensa que antes de realizarse el paro del 31 de Marzo estuvo hablando individualmente con cada uno de los dirigentes gremiales que convocaron al cese de actividades para establecer un camino de diálogo y ese sentido destacó que "todos estamos de acuerdo en modificar el Impuesto a las Ganancias, pero la realidad es que hay que ajustarse a las posibilidades del momento, que están íntimamente ligadas a que cada vez que sube el mínimo no imponible pone un freno a aquellos que están por ingresar al trabajo registrado. Cada vez que se levanta el mínimo no imponible, levanta ese límite, y esa es una posición solidaria a la que nosotros no queremos resignarnos".

Por otra parte, la tasa del Impuesto a las Ganancias que se tributa en nuestro país es una de las más bajas del mundo por lo que representa el peso de su alícuota. En este sentido, la Agencia de Noticias TELAM destacó que en la Argentina "la alícuota más alta del impuesto a las Ganancias es de 35% anual sobre el excedente del mínimo no imponible, cuando en Francia representa el 38,4%; en Chile, el 39,7%; en Italia, 40,8%; en Estados Unidos, 41,7%; en España, 45%; en Alemania, 47,5%; en Gran Bretaña, 50%, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)".

La razón de ser del Impuesto a las Ganancias
Sin duda, como decíamos anteriormente, el Impuesto a las Ganancias podría ser modificado para paliar las inequidades generadas; se sabe que los ingresos por trabajo pagan este tributo pero no lo hacen ni las inversiones financieras -de ahí que ahora todos quieran adjudicarse la realización de dicha medida- ni tampoco la corporación judicial. Pero lo cierto es que el dinero recaudado mediante este tributo vuelve a los trabajadores en forma de subsidios, asignaciones, jubilaciones, obras públicas y dinero para las provincias que tienen a su cargo, por ejemplo, el funcionamiento de instituciones educativas y sanitarias. Estas obras no podrían realizarse con la quita del mencionado tributo.

De la recaudación total del Impuesto a las Ganancias, un 34 por ciento se destina al Tesoro Nacional, un 46 por ciento vuelve a las provincias bajo la forma de coparticipación de distribución de ganancias y un 20 por ciento es direccionado para la ANSES que sostiene, entre otras cosas, la Ley de Movilidad Jubilatoria. A propósito, según datos del ANSES, su propia recaudación se compone de dos recursos básicos: los aportes y contribuciones de los trabajadores, que representan el 51 por ciento del total, y los ingresos tributarios que suben al 49 por ciento. En este sentido, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) aporta un 17,5 por ciento del total de recaudación mientras que el Impuesto a las Ganancias, abonado sólo por aquellos que tienen un determinado nivel de salarios, representa un 16,6 por ciento de los fondos de la ANSES.

Sindicalismo y Colonialismo
Se abren varios interrogantes respecto de las campañas electorales que tienen por discurso la quita de impuestos pero las preguntas más apremiantes se relacionan con el cómo del sostenimiento de las políticas sociales. Es decir, cómo piensan subvencionar los candidatos opositores, por ejemplo, la Asignación Universal Por Hijo, el Plan Progresar y el Plan Conectar Igualdad, entre otros. En verdad, lo que se esconde detrás de los anuncios respecto a la quita del Impuesto a las Ganancias es la desaparición del Estado presente. En el horizonte neoliberal no hay lugar para las políticas sociales y mucho menos para los receptores de las mismas. En la anarquía del Mercado los números siempre cierran con la gente afuera. Juan José Hernández Arregui decía en su libro "Peronismo y Socialismo" (1972) que "la ofensiva del imperialismo va de la mano con la invasión ideológica. Toda la opinión pública del país está inficionada hasta el tuétano por esta publicidad disolvente de la conciencia nacional de un pueblo. Las instituciones no escapan a esta propaganda. Nos referimos aquí a la infiltración imperialista en los sindicatos, las Fuerzas Armadas y la Universidad. El sindicalismo no está vacunado contra el colonialismo, no está a salvo de las maniobras que lo cercan, ni de la putrefacción generalizada del sistema".

Siguiendo estas palabras de sorprendente actualidad, algunos sindicatos que hoy eligen enfrentarse a un gobierno nacional y popular como el de Cristina Fernández corren el riesgo de hallarse bajo la influencia del pensamiento conservador. Si bien el reclamo de Ganancias también llega a los sindicatos que están en sintonía con el gobierno actual éstos han sabido leer los tiempos políticos y han optado por el camino del diálogo. Lamentablemente esa no fue la opción de los gremios que convocaron al paro del 31 de marzo pasado. En este sentido, todos los trabajadores agremiados deberán estar atentos frente a los peligros que representan los maquillajes discursivos del imperialismo reencarnado en los socios locales del sistema neoliberal. No caer en las fauces del colonialismo mental es una tarea impostergable de una clase trabajadora que, sabiendo calcular el contexto histórico y la maduración política de sus reclamos, no debe perder de vista todo lo que se ha logrado en estos últimos años en materia de derechos laborales.




Bibliografia
Agencia de Noticias TELAM. Nota de Prensa. (26/06/2012). "En la Argentina se paga uno de los impuestos a las ganancias más bajos del mundo". http://www.telam.com.ar/nota/29424/

Página/12. Nota de Prensa. (24/11/2012) Alfredo Zaiat. "Impuesto a las Ganancias". http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-208522-2012-11-24.html

Juan José Hernández Arregui. (1972). "Peronismo y Socialismo". Ed. Continente. Peña Lillo. Buenos Aires.