"Ing. Enrique Martín Hermitte"
Soberanía y Seguridad Jurídica Popular
| Artículos de opinión
Autor | Federico Bernal,
Conflictos de Interes
- El autor no manifiesta conflictos de interés
Palabras Claves
crisis energética, Daniel Montamat, devaluación, interés nacional, libre mercado, lobby, neoliberalismo, precios, seguridad jurídica popular, tarifas, YPF
10-02-2014 |
En su artículo de hace dos semanas atrás titulado "La prueba de fuego para la nueva YPF", Daniel Montamat, testigo para la estadounidense El Paso Energy en su demanda contra todos los argentinos ante el CIADI, reclama una YPF con "autonomía de gestión" y precios internacionales para los combustibles -cosa que Aranguren intenta aplicar en la realidad-. Dejemos el primer punto, bien político, para una próxima nota. Abordemos el segundo.
Remarcar precios de energía y combustibles
La reacción de Montamat frente a la devaluación es internacionalizar los precios de la energía en general y los precios de los combustibles en particular (un 20%, según escribió). De esta forma, el secretario de Energía de Fernando De la Rúa se alinea con los empresarios y comerciantes remarcadores de precios de las últimas semanas, y entre los que por supuesto destaca el CEO de Shell. Si Montamat ocupara la citada cartera y un sujeto como aquel ex presidente volviera a Balcarce, entonces los ciudadanos estarían una vez más como entre 1976 y 2003, librados a las desastrosas fuerzas del mercado. ¿Qué significaba esto en tiempos de Montamat al frente de Energía? Que por ejemplo las tarifas eléctricas eran determinadas por las precipitaciones: caían gotitas, las represas se llenaban, los precios bajaban; no caían gotitas, las represas se secaban, los precios subían. "Librados a la lluvia" en materia eléctrica, librados a intereses foráneos en gas y combustibles, éramos ciudadanos de un país que no se pertenecía a sí mismo.
El grupo de los "cuatro especialistas energéticos"
Paradójicamente a su permanente argumento de "crisis energética", Montamat sugiere aplicar justamente aquellas políticas que irremediablemente nos conducirían a una crisis -como la Mesa de Enlace con los granos no liquidados y la UIA con sus presiones y pretensiones persiguen crear las condiciones de una crisis financiera y económica-. Para romper el cerco falaz de los ocho ex secretarios del que nuestro protagonista es líder indiscutido, desde el Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (OETEC - www.oetec.org) hemos recurrido a cuatro especialistas extranjeros para conversar sobre el significado de "crisis energética" y su vinculación directa y sinérgica con un aumento indiscriminado y desregulado de los precios de la energía y los combustibles, tal como nos sugiere Daniel y presiona Juan José. Una aclaración pertinente: para la selección de los entrevistados se utilizó como criterios excluyentes los siguientes aspectos: 1) no haber sido testigos para empresas que demandaron a su propio país y su propio pueblo ante tribunales internacionales; y 2) no identificarse con el libre mercado en materia energética. ¿Por qué, se preguntará el lector, fuimos tan torcidos? Porque para escuchar las mismas opiniones los tenemos a nuestros patriotas expertos locales.
Especialistas con sentido común y sentido nacional
En esta oportunidad, recurrimos a los siguientes economistas, profesores, doctores e investigadores especializados en energía Jorge Zafrilla (Universidad de Castilla- La Mancha, España), Stella Tsani (Universidad de Reading, Reino Unido), John A. Paravantis (Universidad de Piraeus, Grecia) y Abubakar S. Aliyu (Universidad Keffi, Nigeria). Nuestra pregunta común a todos ellos fue: ¿cuándo se verifica una crisis energética en un país y cuáles son sus causas y síntomas principales? Para el especialista español "un país sufre una crisis energética cuando el aumento del precio de la energía excede los límites del sentido común, o cuando el acceso a las fuentes de energía primaria está restringido debido a conflictos geopolíticos o a la escasez de suministro". La especialista británica opina en igual dirección: "La expresión crisis energética se utiliza generalmente para describir los problemas asociados con la restricción del suministro energético que puede traducirse en una limitada disponibilidad energética y el aumento de precios al consumidor". ¿Qué dice el experto griego? "Una crisis energética puede producirse por la caída pronunciada del suministro de energía o un gran aumento del precio, y constituye un problema económico para toda la sociedad, con amplia repercusión en todos los ámbitos de la vida y de la actividad empresarial". Por último, tenemos al especialista nigeriano, quien opina que "es difícil determinar de manera precisa algún factor determinado como indicador de que un país esté experimentando una crisis energética. Sin embargo y con los años, los expertos han puesto de manifiesto que algunos de los parámetros mencionados a continuación podrían servir como indicadores para saber si un país se enfrenta o no a una crisis energética: 1) precio de la energía; 2) consumo de energía per cápita; y 3) Demanda vs. oferta. Por ejemplo, un alza en el precio de la energía debido a la generación (o al costo del combustible) ha sido un indicador importante de la seguridad energética". En fin, se advierte de todos estos especialistas no testigos en demandas internacionales contra sus propios países ni promotores del libre mercado como motor excluyente del desarrollo que su sentido común en calidad de expertos está íntimamente vinculado a la defensa del interés del consumidor y la seguridad energética de la nación, por cierto, atributos inexistentes tanto en el CEO de Shell como en los ex funcionarios energéticos de los ochenta noventa, 2000, 2001 y 2002.
En el clavo
Frente a las respuestas brindadas, nos aventuramos a profundizar más la cuestión del alza descontrolada de los precios de la energía y su impacto social y económico. Recurrimos pues nuevamente a la economista Tsani, quien nos aclaró que "El enfoque popular considera que los países sufren una crisis energética cuando dependen excesivamente de un productor de energía, de las importaciones energéticas, y de una producción limitada de energía que entre todas restringen el suministro y conducen al alza de precios de la misma". Dirán algunos que nuestro país importa energía y es correcto. Pero las importaciones cubren apenas entre un 8 y 12% de la demanda local. Quienes intentan imponer una sinonimia entre "importaciones" y "crisis energética", son los mismos que dan a Chile como modelo energético, país que importa más del 75% de sus necesidades energéticas domésticas. Volvamos a nuestra experta británica y el concepto de "crisis energética" que según ella tiene el sector industrial global. Nos dice: "Para la industria, la crisis energética se asocia con elevaciones impredecibles del precio de la energía...". Depender de la lluvia para conocer el importe final de la tarifa, como en los noventa, 2000, 2001 y 2002, era, sin duda alguna, toda previsibilidad. Bastaba tener al Servicio Meteorológico Nacional como subsecretaría de la cartera Energía. Sigamos ahora con el profesor de Castilla - La Mancha y esta más que interesante reflexión: "El aumento incontrolado del precio de la energía y el acceso limitado a las fuentes se presentan en países o economías con algunas características típicas y compartidas, entre las que destaco: 1) alta subordinación a la volatilidad de los precios internacionales de la energía; 2) debilidad para controlar las crisis cambiarias; 3) barreras insuficientes contra la inflación en el país; 3) Existencia de estructuras de mercado oligopólicas en la industria energética; 4) regulación orientada y guiada por grupos de presión (lobbies) energéticos". Con esta reflexión final nos despide Zafrilla: "La excesiva dependencia con respecto al consumo de combustibles fósiles y la ausencia de fuentes nacionales de energía ponen al país en una posición débil frente al alza de los precios internacionales. Si el país carece de un control adecuado sobre las políticas cambiarias, los procesos inflacionarios derivados del alza del precio de la energía podrían reducir notablemente la competitividad del país, poniéndolo en situación de riesgo de recesión económica". ¿Algo para agregar? Montamat ha atacado siempre la medida más importante en cuanto a regeneración de "fuentes nacionales de energía" como ha sido la renacionalización de YPF. Ahora, frente a la nueva corrida contra el peso -en buena medida ocasionada por la movida de la firma anglo-holandesa- propone la remarcación, lo cual conduce inexorablemente al descontrol cambiario. Como se desprende de los dichos de Zafrilla, esta última consecuencia conduce, en definitiva, a recesión económica, que es lo que el ex funcionario argentino y el neoliberalismo doméstico anhelan. Shell destaca como punta de lanza.
Conclusiones
Nos gustaría cerrar con la siguiente reflexión del especialista griego: "Las crisis energéticas se han grabado profundamente en nuestra conciencia colectiva desde los problemas de distribución que provocó el embargo petrolífero impuesto por la OPEP a varios estados árabes en 1973, la escasez de gas natural en los EE.UU. en el duro invierno de 1976-77 y la tormenta eléctrica que sumió a la ciudad de Nueva York en la oscuridad en julio de 1977. Desde ese momento, como el consumo de petróleo y gas natural aumentó drásticamente en muchos países del mundo (incluidos los grandes productores como Estados Unidos, Rusia y la Argentina). Desde entonces, las empresas productoras de petróleo y de gas natural han estado presionando para obtener mayor desregulación de precios, argumentando que tales políticas estimularán las inversiones, normalizarán el suministro y disminuirán la probabilidad de futuras crisis energéticas. En paralelo, a menudo se ha señalado a los consumidores como los grandes responsables del consumo excesivo de energía, aunque la verdad es que no se trata más que de personas racionales que toman decisiones económicas sensatas". En suma y tomando las opiniones aquí vertidas, ¿qué decir de las declaraciones de Daniel Montamat expresadas en su nota de marras? Y más importante aún: ¿qué hacer con los incrementos de Shell? Una vez más, pretenden retornar a los felices tiempos en los que la Secretaría de Energía se reducía a subsecretaría del Servicio Meteorológico Nacional por un lado (sequía, la señal para aumentar los precios; lluvias, la señal para apagar las más caras turbinas termoeléctricas), y a filial de las multinacionales o del capital privado por el otro. En fin, la seguridad jurídica de la ciudadanía así como la competitividad del aparato industrial y productivo del país están siendo seriamente amenazadas. El aumento descontrolado del precio de la energía y los combustibles (no por la devaluación, sino por la especulación y el mercado), ajustados a cotizaciones y fijaciones de precios internacionales, y que nada tienen que ver con los intereses nacionales golpean las puertas de los millones de hogares y fábricas de la República. Montamat, además de perito para una empresa extranjera en litigió contra el Estado nacional, fue secretario de Energía entre diciembre de 1999 y agosto de 2000. El cargo le alcanza para presentarse a la opinión pública como un "especialista".
Pero Montamat es consultor privado, sirve a intereses privados locales y extranjeros, al dios mercado. Desde OETEC (www.oetec.org) no nos resignamos a la imposición -por parte de los medios del atraso y la exclusión- de semejantes individuos en calidad de expertos garantes del bienestar común y del progreso social e industrial del país. Mucho menos nos resignamos a tener empresas extranjeras que -además de pertenecer a la potencia colonialista que ocupa la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur- desprecia con inquina el interés del pueblo argentino.