Adjudicaciones rondas 1 y 1.5 del Plan RenovAr
La primera ronda culminó con 29 adjudicaciones por 4.060 GWh/año, equivalentes a una potencia instalada de 1.142 MW. De ese total, el 97% corresponde a energías eólica y solar:


Fuente: Ministerio de Energía y Minería de la Nación. De la potencia instalada adjudicada, el 62% obedece a energía eólica y el 35% a solar.

La segunda ronda sumó 30 nuevos proyectos adjudicados, con una potencia instalada de 1.281 MW y 4.311 GWh/año:


Fuente: Ministerio de Energía y Minería de la Nación. De la potencia instalada adjudicada, el 60% obedece a energía eólica y el 40% a solar.

Sumando ambas rondas, el Plan RenovAr adjudicó 59 proyectos por 2.423 MW, equivalentes a una generación de 8.371 GWh/año. De esa generación, 71% provendrá de la energía eólica y 26% de la solar (97%).


Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Energía.


Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Energía.

China y España: ganadores excluyentes
Al ajustar la lupa sobre las principales empresas ganadoras de las adjudicaciones, se advierte que las firmas originarias de la República Popular China se llevaron la mayor parte, seguidas de las españolas.

En energía eólica, la china Envision capturó 185 MW de los 708 MW adjudicados en la primera ronda, mientras que Sinohydro Corporation 100 MW en la segunda ronda. Es decir, del total de 1.472 MW de potencia eólica adjudicada, dos empresas chinas se adjudicaron 285 MW, esto es, un 19%. Debajo, siguieron la española Isolux Ingeniería S.A. con 198 MW, la argentina Arauco SAPEM (gobierno de La Rioja y ENARSA) con 195 MW y Genneia (Jorge Brito y fondos de inversión PointState Argentum LLC, LAIG y Fintech Energy) con 178 MW. Finalmente, tenemos a EMESA (empresa provincial de energía de Mendoza), con apenas 50 MW.

En cuanto a energía solar, de los 916 MW adjudicados, 300 MW fueron para la empresa provincial de energía de la provincia de Jujuy, JEMSE, asociada a las firmas chinas Power China, Shanghai Electric y Talesun, las cuales proveerán la tecnología, los componentes electromecánicos y las obras civiles de infraestructura, incluyendo los montajes electromecánicos asociados (ver bibliografía). Debajo, figuran las empresas españolas (Fielfare, Isolux y Colway 08) con 194 MW en total y las chinas SoEnergy International con 35 MW y JinkoSolar Holding con 80 MW. Entre participaciones directas e indirectas (a través de JEMSE), China se lleva en solar 415 MW o un 45% del total adjudicado. Mucho más lejos, EMESA con 94 MW.

Sintetizando, las empresas de China y España, sea directa como indirectamente, se alzaron con un 46% del total de la potencia instalada adjudicada por el Plan RenovAr en 2016 para las tecnologías eólica y solar. Esto, por supuesto, suponiendo que ninguna de las adjudicatarias restantes se sirvan de tecnología o servicios de firmas de iguales orígenes. ¿Y cuántas son las restantes? El 56% de la potencia instalada por fuera de China y España se repartirá entre aproximadamente unas 16 empresas de diversos países (incluyendo argentinas), porcentaje que de ninguna manera significa que los equipos por ellas provistos vayan a ser fabricados en nuestro país. De hecho, lo importarán todo o, a lo sumo, casi todo.


Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Energía. Empresas de dos naciones extranjeras concentran el 46% del Plan Renovar.

Participación nacional (migajas)
En cuanto a la participación de empresas de capital estatal, sean nacionales como provinciales, cabe decir lo siguiente: JEMSE (Jujuy), se asociará con inversores chinos, como ya fuera dicho. EMESA (Mendoza), hará lo propio con inversores canadienses (para solar), mientras que en eólica aún no se conoce la procedencia (ver bibliografía). Aparente y paradójicamente, la mendocina Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A. (IMPSA, fabricante nacional) entrará con apenas 24 MW en el Parque El Sosneado II (ver bibliografía).

De las empresas estatales adjudicatarias del RenovAr queda por tanto, Arauco SAPEM, propiedad del gobierno de La Rioja (75%) y ENARSA (25%). Un poco de historia. El Parque Eólico Arauco operado por esta empresa está ubicado en la provincia de La Rioja. Fue inaugurado en dos etapas, la primera en 2011 y la segunda en 2014, que en conjunto suman una potencia instalada de 50,4 MW; sus equipos fueron fabricados por la empresa argentina IMPSA en sus plantas de Brasil (primera etapa) y de la provincia de Mendoza (segunda etapa).

Ahora bien, Arauco SAPEM se adjudicó un total de 195 MW sumando la primera y segunda ronda del RenovAr. En función de su compromiso con la industria nacional, es esta empresa la única que podría aportar con tecnología fabricada en el país (suponiendo EMESA no lo haga con IMPSA). De hecho, Arauco SAPEM ya había suscripto un acuerdo con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y con CAMMESA para la expansión en 52 MW del parque eólico citado, expansión que fue incluída en el RenovAr. De esta forma, el parque alcanzará 102,4 MW, de los cuales, al decir de Fernando Carbel, titular de la firma que gestiona el complejo eólico, la "totalidad de los equipos (instalados y pronto a instalarse) fueron fabricados por la empresa mendocina IMPSA y las torres producidas por Metalúrgica Calviño. Actualmente alrededor de 30 PyMEs trabajan para el desarrollo de esta nueva etapa de Arauco". En definitiva, la única participación genuinamente nacional hasta ahora.

Carbel agregó, asimismo, que "Arauco, en todas sus etapas, integró un 95% de componente local y generó más de 2.000 puestos de trabajo en distintos puntos del país". Sin embargo, la naturaleza importadora del RenovAr (ver bibliografía), impuesta por la velocidad que la administración macrista propone para la terminación y puesta en marcha de los proyectos, reducirá drásticamente la participación de componentes naciones y el empleo argentino.

"Lamentablemente, por la condición de la licitación, tuvimos que adaptarnos a ser competitivos en precio y comprometernos a incorporar menor Componente Nacional para esta adjudicación", señala Carbel. En efecto, el Componente Nacional Declarado (CND) fue de apenas un 7,14%. Con todo, aspirar a un 30% de componente local será toda una hazaña.

En fin, profundizando el gráfico anterior para evaluar la real participación del trabajo y la industria argentinas en lo que respecta a la potencia instalada adjudicada, obtenemos lo siguiente (tener en cuenta que de ese porcentaje, la mitad proviene de la "pesada herencia"):


Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Energía.

En el Plan RenovAr del fundamentalismo ambiental y de la Cámara de empresas privadas nacionales y multinacionales del petróleo y la electricidad en poder del ministerio de Energía, la industria nacional, la ciencia, la tecnología y el empleo argentinos no sólo no son ninguna prioridad, sino que resultan un escollo, pues tienden a subir los precios promedios. Se explica así que una empresa de casi una veintena, Arauco SAPEM, pueda albergar alguna posibilidad de llevar consigo a industriales y proveedores locales.

La zoncera de los precios bajos y competitivos
Durante la conferencia de prensa con motivo de presentarse los resultados de la ronda 1.5, Juan José Aranguren y Sebastián Kind, subsecretario de Energías Renovables, destacaron los precios conseguidos como un éxito de su gestión, producto de la confianza de los inversores en el gobierno nacional.

Sucede, no obstante, que los tan pavoneados precios promedios conseguidos no son otra cosa que un acta de defunción para la industria nacional. El diario La Nación, que sabe de lo que habla, destacó días atrás esto mismo, obviamente a través de la infaltable comparación con el populismo K: "Los nuevos proyectos fueron adjudicados a un precio promedio de US$ 54 MWh, US$ 7,3 por debajo del promedio de la Ronda 1, que ya había tenido valores más bajos que en el kirchnerismo" (ver bibliografía).

Que se consiguieron precios promedios competitivos y bajos no caben dudas. Como tampoco caben dudas que dichos precios se consiguieron al precio mucho más caro de sacrificar decenas de miles de empleos y miles de pequeñas y medianas empresas. ¿Por qué el kirchnerismo obtuvo precios más elevados? Porque se priorizó lo "argentino" por sobre lo "extranjero". La misma historia de siempre: electrodomésticos importados seguro se venderán más baratos que los nacionales. Y así con todo. En fin, el neoliberalismo abriendo las compuertas a manufacturas foráneas, abaratando a costa de la desindustrialización, el desempleo y la pobreza fronteras adentro. Pero con un agravante, por cierto ratificado por aquellos países que diversifican la matriz con renovables intermitentes al ritmo encarado por el fundamentalismo ambiental en la Argentina: el progresivo y exponencial incremento de la tarifa eléctrica.

Conclusiones
El resultado del primer año del RenovAr es abrumador: como mínimo, un 92% de la potencia adjudicada provendrá de empresas extranjeras. China y España solas se llevan un 46%, mientras que la industria nacional podría albergar alguna esperanza en apenas un miserable 8%. ¿Podría más? Claro que sí.

La industria nacional se encuentra en condiciones de participar en la totalidad de los proyectos y con un alto grado de integración de componentes nacionales, que en algunos casos podría alcanzar una base mínima de 60% y en otros superior al 90%.

Asimismo, empresarios, industriales, técnicos y obreros argentinos están en condiciones de construir 200 MW de eólico llave en mano por año, aunque en partes y componentes se podría ampliar aún más. Por ejemplo, en torres para aerogeneradores hay capacidad para abastecer al menos 600 MW eólicos. Y para el equipamiento eléctrico-electrónico (subestaciones, transformadores, cables, celdas, seccionadores, etc., hay capacidad en abundancia para todas las tecnologías y en mayor escala que las licitadas).


Pesada herencia en renovables-industria nacional. El Parque Eólico Arauco S.A.P.E.M. fue inaugurado oficialmente el 20 de Mayo de 2011. La empresa Arauco SAPEM ya había suscripto un acuerdo con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y con CAMMESA para la expansión en 52 MW del parque eólico, expansión que fue incluida en el RenovAr. Por ahora, la única participación genuinamente nacional.

Pero lamentablemente nada de esto será posible, porque el cronograma establecido por las autoridades del Ministerio de Energía y Minería de la Nación en materia de renovables eólica y solar fue diseñado para ser cumplido mediante la importación de equipos, ya que resulta imposible para la industria local fabricar siquiera la mitad de la potencia a ser instalada en equipos y componentes electromecánicos requeridos, realizar luego los correspondientes montajes e instalaciones y todo en menos de 2 años.

Un fundamentalismo ambiental sin sentido marca el camino al Poder Ejecutivo Nacional en nombre de modelos matemáticos que vienen pronosticando el fin del mundo erróneamente desde hace 30 años. Dichos modelos proyectan a fin de siglo, es decir, de aquí a ochenta años, otra debacle planetaria de no alcanzar las metas de reducción de la temperatura global. Sobre tales bases "científicas" basadas en fórmulas y cálculos climatológicos rotundamente erróneos en función de su contraste con la evidencia de tres décadas, la administración de Mauricio Macri, que siquiera pudo prever un invierno más frío con seis meses de antelación, se monta para obligarnos a sumergirnos en la pobreza energética -como sucede en Europa desde hace más de un lustro por culpa de igual fundamentalismo ambiental- en nombre de una reducción injustificada e inútil de dióxido de carbono a la vez que avanzando en una matriz más irregular en su suministro, cara y escasa (excluyente) en su producto, la electricidad.

Para quienes con la mejor intención depositaban esperanzas en el RenovAr como una oportunidad de oro para la industria, el empleo, la ciencia y la tecnología nacionales, sentimos confirmarles que tal anhelo no fue más que un sueño. Aunque para ser más justos y como en tantos otros aspectos y promesas lanzadas por el Poder Ejecutivo, una gran y trágica mentira.