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Tecnología Espacial y Telecomunicaciones

| Artículos de opinión

La telefonía móvil en la Argentina: buscando nuevas reglas de juego.

Autor | Rodrigo Gibson


Conflictos de Interes
El autor no manifiesta conflictos de interés.


Palabras Claves
celulares, concentración, defensa del consumidor, nuevas reglas, prestadoras, servicios, telefonía móvil



12-02-2014 | Los datos del mercado de la telefonía móvil argentina alientan y preocupan: tenemos un mercado maduro en cuanto a la penetración del servicio y la demanda de los usuarios, pero está anclado en una forma obsoleta de organización de la competencia y en los estándares de calidad. No podemos garantizar la universalidad del servicio a los sectores vulnerables; tenemos el tercer lugar mundial en costo de la tarifa de celulares; y tenemos un mercado concentrado en tres grandes empresas.


Los tres prestadores históricos concentran el 98% del sector medido en accesos y el 91% en función a sus ingresos. El sector se quintuplico en términos de volumen desde el 2003 a la fecha. Y sólo en el primer trimestre del 2012 la telefonía celular generó ganancias por más de 2.500 millones de pesos, un 35% más que igual periodo del 2011. Actualmente el celular es la tercer pantalla más vista luego de la TV y la PC, aunque se estima que a corto plazo ocupará el primer lugar indiscutido.

Sería lógico pensar que con todos estos datos, el mercado gozaría de mayores inversiones, menores precios, mejor servicio y mayor competitividad. Pero no. Más bien sucede todo lo contrario. El servicio es más caro e ineficiente, y la mayoría de los avances tecnológicos vienen de la mano del terminal móvil, es decir, el teléfono en sí mismo. En otras palabras, los notables avances tecnológicos de que gozan los clientes al modernizar sus equipos no provienen de las prestatarias del servicio. Es más, hasta los hacen pasar por una inversión propia.

En el 2012, se esperaba una reactivación del sector a partir del lanzamiento de la portabilidad. Sin embargo, se realizaron tan solo 7.000 portabilidades. Para las empresas resultó más económico no competir y tratar de mantener las cuotas actuales de mercado. La consecuencia, corroborada por distintos estudios, sitúan a la Argentina entre el tercero y el quinto puesto de países con las telecomunicaciones móviles más caras del mundo. Asimismo, lidera los reclamos en los distintos organismos de defensa del consumidor. Las empresas gastan más en publicidad que inversión en el servicio per sé.

Los datos del mercado de la telefonía móvil argentina alientan y preocupan: tenemos un mercado maduro en cuanto a la penetración del servicio y la demanda de los usuarios, pero está anclado en una forma obsoleta de organización de la competencia y en los estándares de calidad. No podemos garantizar la universalidad del servicio a los sectores vulnerables; tenemos el tercer lugar mundial en costo de la tarifa de celulares; y tenemos un mercado concentrado en tres grandes empresas.

Si pensamos que en la Argentina se envían 270 millones de mensajes de texto diarios podemos dimensionar la importancia de este servicio en el funcionamiento de nuestra sociedad. Simplemente se ha vuelto un servicio esencial para que cada mañana el país se ponga en marcha. La sociedad avanza y se vale para ello de la tecnología disponible. Por tanto, no hay opción de retroceso tecnológico. Lo que se gana suma y sigue. La necesidad de nuevas reglas de juego salta a la vista.