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Subsidios: redistribución y un estímulo expansivo

Autor | OETEC-ID


Palabras Claves
agua, AYSA, consumo, desarrollo, gas natural, subsidios



28-03-2014 | El gobierno nacional anunció ayer la puesta en marcha de un programa de reasignación de subsidios en los servicios de gas natural y agua potable. A partir de su implementación se espera reducir el subsidio, a nivel general, en aproximadamente un 20%. Los recursos liberados serán destinados al fortalecimiento de dos de los pilares de las políticas redistributivas de ingresos que lleva adelante el gobierno nacional: Asignación Universal por Hijo y el plan PROGRESAR.


Aquí está, justamente, una de las claves de la medida que se acaba de anunciar. No sólo viene a atender una cuestión de justicia social, en la medida en que se deja de subsidiar parcialmente a quienes tienen mayor capacidad contributiva, sino que al mismo tiempo se mejoran los ingresos de los sectores más vulnerables. También preserva la racionalidad económica que ha nutrido al modelo económico de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Porque los sectores de más altos ingresos, que son los que dejan de percibir la mayor parte de los subsidios, son los que destinan menor proporción de su ingreso disponible al consumo (y, como contracara, mayor parte al ahorro), en tanto que los sectores de menores ingresos consumen la totalidad de lo que ganan. De manera tal que, en el agregado, con el mismo nivel de gasto público (los recursos antes destinados a subsidiar universalmente a sectores de cualquier escala de ingresos, ahora se redistribuyen, asignándose en mayor proporción hacia los más pobres) se obtiene un mayor impacto sobre el consumo, sobre la demanda efectiva y, por ende, un mayor estímulo para la inversión, mediante el fortalecimiento del mercado interno, generando las condiciones para la expansión de la actividad económica.

Balanza energética
Por otra parte, además del reordenamiento fiscal que implica la medida, al redireccionar los recursos, uno de sus principales objetivos apunta a la utilización racional de los recursos, en especial el gas, por el impacto que tiene el mayor consumo sobre la balanza energética de divisas, derivado de la mayor necesidad de importación de energía. Por eso, no habrá quita para quienes reduzcan el consumo en un 20%, en la comparación bimestral interanual; en tanto que para los ahorros de consumo que oscilen entre el 5 y 20%, se conservará el 50% del subsidio, lo que representa un estímulo para el consumo responsable. Hay que considerar que el consumo de gas domiciliario creció un 39,6% en 10 años, como corolario de la recomposición del poder adquisitivo de los salarios y por la ampliación de la red de gas, que ha tenido una notable expansión, fruto de la inversión en infraestructura realizada por el Estado Nacional, que permitió llegar a regiones donde antes no estaba.

Competitividad y precios
Se mantendrán los subsidios a la industria, ya que se trata de un vector de competitividad. Pero, paralelamente, se pondrá en marcha un "monitoreo" ante eventuales situaciones de especulación (aumento de precios o desabastecimiento) que, de comprobarse, implicará la pérdida del subsidio pleno. En ese contexto, la Presidenta exhortó a los industriales "para que nadie se olvide del esfuerzo que hacen las finanzas del Estado, que, en definitiva, se sostienen por todos los argentinos". También en este aspecto hay un elemento importante en el diseño de la medida. Si, por un lado, se promueve un efecto expansivo sobre el consumo de los sectores populares por medio de la reasignación de recursos hacia la AUH y el plan PROGRESAR, por el otro, el Estado busca ganar un elemento de control sobre conductas abusivas en la conformación de precios de algunos sectores empresarios, sobre la base de una lógica de premios y castigos. De modo que se favorece la rentabilidad del sector garantizando la competitividad, subsidiando sus costos energéticos, al mismo tiempo que robusteciendo el mercado interno para sus productos. Pero se establece un límite a la vocación de mejorar la rentabilidad vía incrementos de precios injustificados.

Timing
Para comprender las condiciones de posibilidad de la adecuación de la política de subsidios, hay que detenerse en el insoslayable cambio de escenario socioeconómico entre la actualidad y aquella Argentina de 2003, con ingresos totalmente deprimidos y altísimos niveles de desempleo, que motivó la universalidad de una política compensatoria frente al elevado porcentaje de ingresos que la población debía destinar a afrontar tarifas dolarizadas, por lo que era necesario fortalecer el consumo garantizando el ingreso disponible de las mayorías, objetivo para el que fueron diseñados los subsidios.

La implementación
La quita será gradual, en tres etapas (abril, junio y agosto) y abarca a hogares y comercios. Para el caso del gas, en el caso de los usuarios residenciales se contempla una escala que implica, en el caso de los de bajo consumo, una quita del 17% (7% en abril, 5% en junio y 5% en agosto); mientras que en el caso de mayor consumo, la quita del subsidio será del 80% (32% en abril, 24% en junio y 24% en agosto). En el caso del agua potable, la quita de subsidios es para los usuarios de AYSA, es decir para el Área Metropolitana, y se segmentará en tres categorías: barrial, media y alta, y la reducción será de entre el 10 y el 80%, en base a zonas previamente definidas. A grandes rasgos, las estimaciones arrojan que, para el 65% de los hogares, la factura de agua pasará de 1,2 a 2 pesos por día y el 35% restante pagará un promedio de 2,6 pesos diarios.
Según este esquema, el grupo que recibirá la menor quita de subsidios será el denominado "barriales", que comprende a barrios porteños de Villa Riachuelo, Villa Lugano, Riachuelo, Villa Soldati, Parque Patricios y La Boca. En el Conurbano, por su parte, corresponde a los hogares ubicados en las localidades de Villa Fiorito, Turdera, Valentín Alsina, Remedios de Escalada, Aldo Bonzi, Ciudad Evita, La Tablada, Rafael Castillo, Carapachay, Martín Coronado, entre otras. El segmento denominado "medio" comprende a los barrios de Almagro, Villa del Parque, Villa Devoto, Caballito, Colegiales, Villa Crespo, San Telmo y las ciudades de Lanús, Ramos Mejía, Acassuso, San Fernando y Florida, entre otras. Y, por último, el segmento superior identificado como "alto", contempla el barrio de Recoleta, ciertas de zonas de Belgrano, Palermo, Retiro, Nuñez, y las localidades de San Isidro, Olivos, Martínez, Vicente López, en el norte bonaerense. Finalmente, se diferencia a aquellos usuarios que sólo cuentan con un servicio -agua potable o cloacas-, lo que representa el 23% del universo de clientes de Aysa en el Area Metropolitana. De modo que un usuario "barrial" que paga una factura bimestral promedio de 27 pesos, percibirá una reducción escalonada de subsidio del 12% en abril, 9% en junio y 9% en agosto. Los usuarios del segmento "medio" recibirán facturas con un reordenamiento del 24, 18 y 18% en los tres períodos respectivos. Y los comprendidos en la categoría "alta" tendrán una quita gradual del 32%, 24% y 24%, en cada bimestre. En cuanto a los usuarios de un sólo servicio el esquema prevé reducción de subsidios del 4%, 3% y 3%. Los usuarios no residenciales (comercios y oficinas) mantendrán el mismo criterio que los hogares en las tres etapas de reducción.

Las excepciones
Los subsidios continuarán sin modificaciones para los 564.000 usuarios de las provincias patagónicas (debajo de la línea del Río Colorado), que son gas-dependientes, por las condiciones climáticas. También estarán exceptuados los beneficiarios de la AUH y los jubilados que perciban el haber mínimo así como los pensionados, quienes reciban asignaciones familiares con ingresos menores a 5.200 pesos, pensiones no contributivas, subsidios por desempleo y quienes acrediten certificado de discapacidad, enfermedad crónica o quienes eleven su autopostulación de insuficiencia de recursos. En el mismo sentido, no estarán incluidos en la readecuación quienes habiten viviendas sociales o construcciones desfavorables. Además, se exceptúan los servicios asistenciales, asilos, hogares sustitutos, geriátricos públicos, centros de adicciones, orfanatos y comedores.
Quedan exentos los usuarios de garrafa porque no tienen servicio de gas natural, y Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, el norte de Entre Ríos, el norte de Santa Fe y una parte de Santiago del Estero.

Anticipándonos
No llamará la atención que el coro de voces que venían reclamando la quita de subsidios aparezcan en los medios de la jornada mostrándose disconformes con la medida, por decir lo menos. Es lógico. Porque sus reclamos, más allá del maquillaje de la retórica, no apunta a la supuesta "eficiencia" del gasto o a su reasignación. Claramente ambicionan el recorte, liso y llano. Para decirlo sin eufemismos: el ajuste. Deberán aceptar, una vez más, que esa política no está en la agenda de este gobierno.

* Investigación: Fernanda Vallejos