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"El neoliberalismo energético no comprende este país; mucho menos al Plan Nuclear Argentino"

Autor | OETEC-ID


Palabras Claves
Atucha 2, CAREM, Central Nuclear Néstor Kirchner, CNEA, ex secretarios de energía, Ministerio de Planificación, neoliberalismo energético, Plan Nuclear Argentino, Ricardo De Dicco, tecnología nuclear



07-07-2014 | El Director de Investigación Científica y Tecnológica del OETEC, Ricardo De Dicco, salío al cruce del comunicado de los ex secretarios de Energía y su crítica al Plan Nuclear Argentino. De Dicco comenzó realizando una introducción a la cuestión: "Por decisión del Presidente Néstor Kirchner, el Ministerio de Planificación Federal y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) relanzaron en Agosto de 2006 el Plan Nuclear Argentino. Desde entonces y hasta el presente, se efectuaron inversiones públicas por US$ 11.000 millones en la actividad nuclear. Para finalizar el Proyecto Atucha II se estima fue destinada una inversión pública de AR$ 14.000 millones durante los últimos 7 años".


Agregó luego en alusión a los ex secretarios: "El neoliberalismo energético no comprende este país; mucho menos al Plan Nuclear Argentino, que permitió recuperar numerosas capacidades perdidas durante las décadas del 80 y del 90. En este marco, el Proyecto Atucha II fue su principal pilar porque permitió formar una nueva generación de profesionales y de técnicos altamente calificados, así como también logró desarrollar y consolidar una cadena de valor industrial y tecnológica que hoy está siendo observada por el mundo entero. Esto explica por qué el costo de terminar Atucha II se triplicó en comparación a lo que costaba hace 20 años atrás. Es decir, recuperar la cadena de valor industrial y personal idóneo no resultó para nada gratuito, y el costo de ello debe ser asumido por este grupo de 8 irresponsables que fracasaron en sus funciones públicas". Asimismo, afirmó que: " Otros hitos del Plan Nuclear Argentino son la recuperación de la producción industrial de agua pesada, consolidar el dominio de la tecnología de enriquecimiento de uranio y el diseño de reactores nucleares de potencia como el CAREM y de investigación y producción comercial de radioisótopos como el RA-10, el inicio del proyecto de extensión de vida útil de la Central Nuclear Embalse mediante la provisión de componentes nucleares y convencionales fabricados en el país, sin olvidar la estratégica inversión destinada a la prospección de la minería del uranio y también al desarrollo e investigación en aplicaciones tecnológicas de la energía nuclear, particularmente en la medicina nuclear".

A propósito de las críticas sobre los costos de la terminación de Atucha II, De Dicco manifestó: "Los ex secretarios omiten un pequeño detalle, los 14.000 millones de pesos adicionales fueron responsabilidad suya. Atucha II nos hubiera costado mucho menos de haberla terminado en 1987 como debía. Pero no. Las obras se paralizaron y lo mismo sucedió en los 90".

Finalmente, De Dicco realizó una comparación más que fundamental: "Analicemos el Proyecto Atucha II en el contexto regional e internacional, como al neoliberalismo le encanta hacer a la hora de criticar las políticas públicas del 2003 a esta parte. Si uno compara nuestro proyecto con uno similar en EE.UU., el de la central nuclear Watts Bar Unit 2, y partiendo de la base que ambos se reactivaron casi en simultáneo encontramos que la de EE.UU. recién lograrían ponerla en marcha en Diciembre de 2015, es decir, un año y medio más tarde que nosotros con Atucha II. Téngase en cuenta, además, que el país del Norte cuenta con una cantidad de profesionales y técnicos cuantitativamente superior al nuestro. El segundo ejemplo es Brasil: para terminar su proyecto Angra 3 tuvo que contratar al gigante francés AREVA, mientras que en nuestro caso el Ministerio de Planificación Federal tomó la estratégica decisión de apoyar a NA-SA para terminar las obras civiles y montajes electromecánicos desarrollando una cadena de valor industrial, permitiendo que el logro de la puesta en marcha de Atucha II con el apoyo de empresas nacionales sea una realidad".

El Director de Investigación Científica y Tecnológica del OETEC cerró su exposición afirmando que "para que la Argentina pudiera emanciparse del subdesarrollo insostenible necesariamente debía hacerlo mediante la implementación de un modelo de crecimiento económico con inclusión social, que tuviera como base un fuerte proceso de reindustrialización y de compulsivas inversiones públicas en infraestructura de todo tipo, particularmente energética, que permitieran la expansión normal del aparato productivo nacional. A tal obra se dedicó el gobierno de Néstor Kirchner, luego continuado y profundizado durante los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner. En este sentido, la Argentina nuclear destaca en el mundo como ejemplo de capacidad, ingenio y eficacia en materia industrial, científica, tecnológica y de gestión pública".