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INVESTIGACIÓN

Desarrollo socioeconomico y Geopolitica del Desarrollo

| Artículos de opinión

Elecciones en Brasil y el voto sojero

Autor | Ernesto Mattos


31-10-2014 | Dilma Rouseff se lograba imponer con el 51, 64%, lo que representan alrededor de 54 millones de votos, contra el 48, 35% del opositor Aécio Neves. La mínima diferencia entre los candidatos resulta, sin embargo, para un país como la Argentina, una cantidad nada despreciable de votos: más de tres millones. ¿Qué estuvo en juego en la segunda vuelta en Brasil? La disputa de dos proyectos de país con diferentes visiones en relación a la política exterior, una de alineación a la Alianza del Pacifico (Chile, Perú, Colombia y México) y la otra más proclive a fortalecer el Mercosur, UNASUR y CELAC. La primera, a su vez, asume otros riesgos; el pasado junio India dio por cerrada las negociaciones de la OMC con respecto a las cuestiones agrícolas, sentenciando con ello a la ronda de DOHA. Sin embargo, se profundiza la intención de Washington de concretar un área de libre comercio más amplia que el ALCA, a través de dos propuestas. La primera es el Tratado de Comercio e Inversiones UE-EUA y, la segunda, el Acuerdo Transpacífico de Cooperación entre Brunei, Chile, Nueva Zelanda, Singapur, Australia, Malasia, Perú, Vietman, Canadá, México y Estados Unidos. El primer acuerdo sirve para asegurar el mercado europeo y el segundo para lograr un contrapeso con el gigante asiático, China. En la actualidad Brasil es el segundo exportador de soja (harina, poroto y aceite) del mundo: en promedio durante la campaña 2002/03 y 2011/12 tuvo una producción de 59 millones de toneladas; utilizando, en promedio, unas 22 millones de hectáreas. Los principales Estados donde se concentra la producción son: Mato Grosso (30%), Parana (19%), Rio Grande do Sul (16%), Goias (12%), Mato Grosso do Sul (8%), Mina Gerais (5%), Sao Paulo (3%), Maranhao (2%) y Santa Catarina (2%). Estos Estados son, a su vez, donde se concentro el voto de Aecio Neves y donde se produce el 64% de la soja en Brasil. El Estado de Minas Gerais donde gobernó Aécio Neves es también uno de los principales puertos de exportación junto a Sao Paulo, Rio Grande do Sul y Parana, según el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario. En América Latina, según datos de la CEPAL, abandonaron la situación de pobreza unos 58 millones de personas. De las 58 millones de personas, 40 millones corresponden a Brasil que son el equivalente a 14 millones de familias. Por lo tanto, en los dos proyectos de país con visiones divergentes en materia de política exterior lo que estuvo en juego se plasma en los siguientes números: Proyecto Franco-Cardoso, el desempleo entre 1992 y 2002 pasó de 6,5% al 11,7%; la presión impositiva (como % del PIB) pasó de 29% a 31%; y se fomento un Mercosur comercial. Proyecto Lula-Dilma, el desempleo se desplomó pasando del 12% a 5,4% entre 2002 y 2012; la presión impositiva creció de 30,1% a 36,3%; se optó por cambiar y ampliar el carácter comercial del Mercosur, acompañando activamente la creación de la UNASUR y la CELAC.


Las elecciones
En las tres elecciones presidenciales desarrolladas en el corriente año en América del Sur, se impusieron candidatos que garantizan la continuidad de las políticas impulsadas en la última década, que tienen como ejes rectores la redistribución progresiva del ingreso y la integración regional como motor del desarrollo.

A pesar de las particularidades y del análisis puntual requerido en cada caso, lo cierto es que las elecciones en Bolivia, en Brasil y en Uruguay demostraron el acompañamiento del electorado a las políticas sociales de inclusión fortalecidas a partir del cambio de paradigma vivido en la región desde principios de siglo. Evo Morales fue reelecto, en Bolivia, para ejercer un tercer mandato con el 61% de los votos; Dilma Rouseff fue reelecta para su segundo mandato (pero cuarto de su partido), en una votación muy reñida, con el 51, 64% de los votos, mientras que Tabaré Vázquez se impuso en las elecciones en Uruguay con aproximadamente 47% de los votos, resultado que demanda una segunda vuelta a desarrollarse el 30 de noviembre.

La fuerte expectativa que generó la elección en la República Federativa do Brasil marca la importancia que tiene el gigante del sur para la continuidad del proceso de integración de los países de la región y su vinculación con el mundo. A su vez, cualquier resultado de las elecciones de la séptima economía mundial puede incidir en los futuros procesos electorales a desarrollarse, como el caso argentino del año entrante.

Luego de una campaña intensa, teñida de ataques cruzados entre los candidatos, la actual Presidenta Dilma Rouseff se lograba imponer con el 51, 64%, lo que representan alrededor de 54 millones de votos, contra el 48, 35% del opositor Aécio Neves. La mínima diferencia entre los candidatos resulta, sin embargo, para un país como la Argentina, una cantidad nada despreciable de votos: más de tres millones.

Una lectura pragmática de los resultados llevó a la promesa de Dilma, en su primer discurso luego de conocer los resultados, de impulsar los cambios que la sociedad brasileña demanda. Ello, sin embargo, no significa optar por un proyecto político diametralmente opuesto como es el del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), sino comprender que el actual entramado social (compuesto por una nueva clase media), logrado a partir de las políticas impulsadas por el PT desde el primer mandato de Lula da Silva, presenta determinadas necesidades que aún continúan insatisfechas. Demandas que probablemente no se desprendan de necesidades básicas, pero que no por eso dejan de ser reclamos legítimos de una sociedad que tuvo un crecimiento sostenido y una mejora en su calidad de vida.

¿Qué estuvo en juego en la segunda vuelta en Brasil? La disputa de dos proyectos de país con diferentes visiones en relación a la política exterior, una de alineación a la Alianza del Pacifico (Chile, Perú, Colombia y México) y la otra más proclive a fortalecer el Mercosur, UNASUR y CELAC. La primera, a su vez, asume otros riesgos; el pasado junio India dio por cerrada las negociaciones de la OMC con respecto a las cuestiones agrícolas, sentenciando con ello a la ronda de DOHA. Sin embargo, se profundiza la intención de Washington de concretar un área de libre comercio más amplia que el ALCA, a través de dos propuestas. La primera es el Tratado de Comercio e Inversiones UE-EUA y, la segunda, el Acuerdo Transpacífico de Cooperación entre Brunei, Chile, Nueva Zelanda, Singapur, Australia, Malasia, Perú, Vietman, Canadá, México y Estados Unidos. El primer acuerdo sirve para asegurar el mercado europeo y el segundo para lograr un contrapeso con el gigante asiático, China.

Entre Estados Unidos, Rusia y China, a través de sus empresas estatales-privadas, de carácter trasnacional, existe una competencia por las materias primas del mundo: commodities, petróleo y azúcar y aceites.

Lo social, lo geográfico y lo sojero
Claro como pocas veces, el mapa electoral reflejó las diferentes realidades de la sociedad brasileña. Mientras que en los Estados del norte del país, aquellos con los mayores indicadores de pobreza y necesidades básicas insatisfechas , como Bahía, Maranhao o Pará, arrasó el voto petista (como se conoce al votante del PT), superando en algunos casos el 75%, lo opuesto sucedió en los Estados del sur del territorio brasileño, como Mato Grosso, Goias, Rio Grande do Sul, Mato Grosso do Sul, Santa Catarina y Paraná -algunos conocidos por sus más elevados indicadores económicos y sociales-. Sin embargo, la oposición más fuerte a Dilma, Lula y a cualquier candidato cercano a las filas del PT, se dio en la metrópolis industrial de Sao Paulo. La localidad que alberga a 25 millones de electores (de un total de 105 millones), le dio un duro revés al oficialismo, imponiéndose el candidato opositor Aécio Neves (azul) por 8 millones de votos. En dos distritos, de gran importancia simbólica, como son Rio de Janeiro (anterior capital del país) y Minas Gerais (donde gobernó Aécio Neves), se impuso el oficialismo. Estos distritos de importante densidad demográfica, sumado al respaldo de los sectores más vulnerables de Brasil localizados en los Estados del norte del país, permitieron que Dilma y el PT (rojo) continúen gobernando la principal economía de América del Sur (1) .



De un primer análisis, podemos concluir que los sectores más vulnerables del país valoraron el reconocimiento y la inclusión de su clase en las políticas implementadas y, en consecuencia, eligieron la continuidad del actual proyecto político. Según lo expresado en las urnas, los votantes de Dilma le transmitieron su confianza para avanzar sobre lo que falta, entre otras cosas: erradicar los bolsones de pobreza y con necesidades básicas insatisfechas aún existentes.

En el otro costado, se percibe un alineamiento contrario de las regiones económicamente más poderosas y donde casualmente se concentra la producción de soja. En la actualidad Brasil es el segundo exportador de soja (harina, poroto y aceite) del mundo: en promedio durante la campaña 2002/03 y 2011/12 produjo 59 millones de toneladas, utilizando, en promedio, unas 22 millones de hectáreas. Los principales Estados donde se concentra la producción son: Mato Grosso (30%), Paraná (19%), Rio Grande do Sul (16%), Golias (12%), Mato Grosso do Sul (8%), Mina Gerais (5%), Sao Paulo (3%), Maranhao (2%) y Santa Catarina (2%).



Estos Estados son, a su vez, donde se concentró el voto de Aecio Neves y donde se produce el 64% de la soja en Brasil. El Estado de Minas Gerais donde gobernó Neves es también uno de los principales puertos de exportación junto a Sao Paulo, Rio Grande do Sul y Paraná, según el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.



Conclusiones
La ruptura de la continuidad de un gobierno del PT hubiera significado un cambio de relaciones entre La Habana, Caracas y Buenos Aires. Los resultados de esta alianza, en esta primera década, fueron los que posibilitaron que millones de personas dejaran su situación de pobreza e indigencia. Según datos de la CEPAL, la pobreza e indigencia en 2002 afectaban a 225 y 99 millones de personas respectivamente; para el año 2012 disminuyó a 167 y 66 millones de personas. Abandonaron la pobreza unas 58 millones de personas, de las cuales 40 millones corresponden a Brasil (equivalente a 14 millones de familias). Esta situación fue alcanzada, en parte, por el programa "Bolsa Familia", a través del cual se ponen a disposición unos u$s 30 per cápita a menores, además de brindar estímulos a los jóvenes para que puedan capacitarse y finalizar sus estudios. Este programa se adecua a cada realidad social, la selección de las familias se realiza con un "Catastro Único", utilizado para programas del gobierno federal; los municipios son la autoridad de control de dichos registros.

En suma, en los dos proyectos de país lo que estuvo en juego puede sintetizarse con algunos números:

- Proyecto Franco-Cardoso: el desempleo entre 1992 y 2002 pasó de 6,5% al 11,7%; la presión impositiva (como % del PIB) pasó de 29% a 31%; y se fomento un Mercosur comercial.
- Proyecto Lula-Dilma: el desempleo cayó, entre 2002 y 2012, del 12% al 5,4%; la presión impositiva creció de 30,1% a 36,3%; se optó por cambiar y ampliar el carácter comercial del Mercosur, acompañando activamente la creación de la UNASUR y la CELAC.



La CELAC, a propósito, es el espacio geopolítico donde participa la Republica de Cuba, país con el que crecieron 7 veces las exportaciones en dicho periodo. Por otro lado, la desocupación en Brasil en el año 2012 fue del 5,49%, que es menor al nivel de inicio del periodo neoliberal. Ante las acusaciones liberales se evidencia una relación similar con la Argentina: la presión impositiva de Brasil fue superior en el periodo 2002-2012 comparado con el periodo neoliberal. Pero la diferencia estuvo en la tasa de desempleo, lo que marca que el Estado brasileño realizó una fuerte redistribución del ingreso. En el caso de la economía argentina sucede lo mismo: se pasó de tener una presión impositiva promediando el 19% en el periodo de convertibilidad (1991-2001) con una desocupación del 25%, con una presión impositiva que desde 2003 crece progresivamente (hoy por hoy es una de las más altas de la región) pero con una desocupación que descendió al 7,1% (2012). Estos números confirman la importancia que tuvo el Estado en regular los mercados y reducir los niveles de desigualdad social.



* Escrito en colaboración con el Lic. Nicolás Wittwer Pruyas

(1) http://www.blogdilmabr.com/brasil-nao-esta-dividido-e-sai-amadurecido-da-eleicao-dizem-petistas/