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Plan Nuclear Argentino

| Artículos de opinión

Breve análisis económico del Programa de Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse

Autor | Rubén Quintana


Conflictos de Interes
El autor es director de NA-SA


Palabras Claves
CANDU, central nuclear Embalse, Extensión de Vida, generación nucleoléctrica, industria metalúrgica, Ley 26.566, NA-SA, Néstor Kirchner, Plan Nuclear Argentino



05-08-2015 | Análisis económico que justifica la ejecución del Programa de Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse. Con el Proyecto Atucha II, Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA) calificó entre 2006 y 2014 unas 129 empresas como proveedores nucleares de bienes y servicios, obteniéndose un grado de integración de la industria argentina del 88% desde la reactivación hasta la culminación del Proyecto. Con el PEV de Embalse, el 100% de los componentes electromecánicos de recambio se están fabricando en el país, con destacada participación de la industria metalúrgica nuclear, permitiendo de esta forma que la IVº Central Nuclear próxima a construirse, con tecnología similar a la de Embalse, pueda contar con una importante participación de la industria nacional no sólo en las obras civiles, sino fundamentalmente en los suministros y montajes de componentes electromecánicos. A pesar de los bajos costos de inversión de un ciclo combinado, el precio del combustible y los incrementos en los costos de Operación y Mantenimiento, se demuestra que el PEV fue y es la mejor opción, siendo posible ser financiada por fondos propios del Estado.


Hasta el año 2006, el parque de generación nucleoeléctrica de la Argentina contaba con una vasta experiencia en la operación y mantenimiento de centrales nucleares de potencia del tipo PHWR, centrales que emplean uranio natural y agua pesada. La decisión de esta configuración había sido tomada a mediados de la década del 60, perfilando la orientación del ciclo de combustible nuclear.

En el contexto del relanzamiento del Plan Nuclear Argentino en agosto de 2006, el Poder Ejecutivo Nacional estableció mediante el Decreto Nº 217 de marzo de 2006 la estructura de financiamiento para ejecutar el Plan de Finalización de Atucha II. A continuación del Proyecto Atucha II, se ejecutó otro de gran relevancia: el Programa de Extensión de Vida (PEV) de la Central Nuclear Embalse.

Con el Proyecto Atucha II, Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA) calificó entre 2006 y 2014 unas 129 empresas como proveedores nucleares de bienes y servicios, obteniéndose un grado de integración de la industria argentina del 88% desde la reactivación hasta la culminación del Proyecto. Con el PEV de Embalse, el 100% de los componentes electromecánicos de recambio se están fabricando en el país, con destacada participación de la industria metalúrgica nuclear, permitiendo de esta forma que la IVº Central Nuclear próxima a construirse, con tecnología similar a la de Embalse, pueda contar con una importante participación de la industria nacional no sólo en las obras civiles, sino fundamentalmente en los suministros y montajes de componentes electromecánicos.

En noviembre de 2009 el Congreso Nacional sancionó la Ley N° 26.566 (promulgada de hecho al mes siguiente). Se puede decir que esta Ley es la única en el mundo que establece como política de Estado la construcción por parte del Estado de centrales nucleares de potencia, pero fundamentalmente, esta nueva normativa establece en sus artículos 1 y 15:

- ARTICULO 1º - Decláranse de interés nacional las actividades de diseño, construcción, licenciamiento, adquisición de bienes y servicios, montaje, puesta en marcha, marcha de prueba, recepción y puesta en servicio comercial, de una cuarta central de uno o dos módulos de energía de fuente nuclear a construirse en la República Argentina y todos los actos necesarios que permitan concretar la extensión de vida de la Central Nuclear Embalse, encomendando a Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NA-SA) la materialización de dos objetivos fijados en el presente artículo".

- ARTICULO 15. - Extiéndase el régimen instaurado por la presente ley a la ejecución de las obras tendientes a la finalización de la construcción, puesta en marcha y operación de la Central Nuclear Atucha II, al proyecto de extensión de vida de la Central Nuclear Atucha I, y a la construcción de toda otra central nuclear cuya ejecución le sea encomendada a Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NA-SA), siempre que se mantenga la titularidad accionaria de Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NA-SA) en manos del Estado Nacional u organismos comprendidos en el artículo 8º de la Ley 24.156 de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional".
La performance de las centrales nucleares de potencia de tecnología tubos de presión (CANDU), mostró un factor de disponibilidad acumulado durante el período 1984-2006 de 87,7%, y para el período 1993-2006 de 89,2%. Vemos que es un factor muy bueno a nivel mundial.

En el análisis económico de la Central Nuclear Embalse, se destacan las siguientes variables: 25 años de vida útil, paradas programadas de 6 semanas cada 18 meses, tarifa de US$ 45/MWh, precio del concentrado de uranio en 2006 equivalente a US$ 70/IbFondo de residuos y desmantelamiento. Se asumen imprevistos, las tasas (ARN-ENRE), gastos a CAMMESA e impuestos indirectos. El resultado TIR (Tasa interna de Retorno) definido a una Tasa de Descuento del 12% fue de 12,75.

El proyecto alternativo al PEV de la Central Nuclear Embalse era la incorporación de una central térmica de ciclo combinado de nueva generación, adicionándole desmantelamiento de CNE en 10 años:

" Costo de Capital = 600 US$/KW
" Precio de Gas = 5,1 US$/MMBTU
" Costo Mantenimiento = 4,90 US$/MWh
" Otros costos = 1-1,30 US$/MWh
" Inversión = 2 años
" Vida útil = 25 años
" Tarifa = 40 US$/MWh
" Tasa de descuento = 6%
" Costo de desmantelamiento de US$ 240 a 260 millones en 10 años.

Por lo tanto, asumiendo una tasa de descuento del 6% la tarifa de corte tiene un valor razonable y esperable, por lo que el proyecto se repagaba. Y si se toma una tasa de descuento del 12% la tarifa debería ser del orden de 45 US$/MWh, o sea los costos variables son de los más bajo del sistema, muy por debajo de las tarifa actuales que paga CAMMESA.

A pesar de los bajos costos de inversión de un ciclo combinado, el precio del combustible y los incrementos en los costos de Operación y Mantenimiento, se demuestra que el PEV fue y es la mejor opción, siendo posible ser financiada por fondos propios del Estado.



Bibliografia
Ley 26.566: http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/160000-164999/162106/norma.htm