Pampa Energía desembolsará 892 millones de dólares para hacerse del 67,19% del paquete accionario de Petrobras Argentina -valuado en 1,327 mil millones-, aunque Petrobras retendrá el 33,6% de la concesión Río Neuquén y el 100% del activo de Colpa Caranda -un campo de producción de gas natural en Bolivia. Una vez que asuma el control de la empresa, Mindlin será socio del Estado Nacional que conserva el 11,85% de las acciones de Petrobras Argentina desde la reestatización del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), adquiriendo las participaciones accionarias de las AFJP en sectores estratégicos de la economía a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). Curiosamente, el FGS también posee el 23,2% de Pampa Energía. Por lo tanto, el Estado Nacional está implicado en la operación a ambos lados del mostrador.

Breve historia de Petrobras en Argentina
La brasileña Petrobras es una de las empresas más grandes del continente y su composición es mixta con control del Estado. Si bien su presencia en Argentina data desde comienzos de la década del 90, fue a partir de la década del 2000 que se expandió fuertemente en el país. En 2001 se hizo del control de la refinería Dr. Ricardo Eliçabe -ubicada en la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires-, además de por lo menos 700 estaciones de servicio, mediante un intercambio de activos con Repsol YPF. A su vez, en 2002 adquirió los activos de Pecom Energía S.A, la petrolera del empresario argentino Gregorio Pérez Companc, que hasta entonces era la segunda productora de crudo y la quinta de gas, además de ser la propietaria de la refinería San Lorenzo -situada en la provincia de Santa Fe- y de poseer el 28,5% de las acciones de Refinor, propietaria de la refinería de Campo Durán, ubicada en la provincia de Salta. En 2005 adquirió el control total de Petrolera Santa Fe, filial argentina de Devon Energy Corporation, la cual ocupaba hasta ese entonces el octavo lugar en el ranking de extracción de gas natural.

Sin embargo, las ingentes inversiones que requiere la explotación de los megacampos de Presal en el offshore brasileño llevaron a Petrobras a desprenderse de parte de sus activos internacionales. En lo que respecta al mercado argentino, en mayo de 2011 traspasó a Oil Combustibles S.A., cuyo titular es el empresario argentino Cristóbal López, la refinería de San Lorenzo; la unidad fluvial y la red de comercialización de combustibles compuesta por 345 puntos de venta y clientes asociados, vinculados a esa refinería. El marcado descenso del precio internacional del crudo y los escándalos de corrupción en los que ha quedado involucrada en Brasil, precipitaron recientemente el proceso de desinversión de la empresa en todo el mundo. En abril de 2015 vendió 26 áreas productivas en la provincia de Santa Cruz a Compañía General de Combustibles (CGC) comandada por Eduardo Eurnekian. La inminente salida de Argentina -a excepción de la mencionada participación en Río Neuquén- se enmarca en este proceso.

Como si fuera poco, Petrobras enfrenta un feroz ataque de los partidos de oposición brasileños que no sólo se aprestan a llevar a un insólito impeachment a la presidenta Dilma Rousseff sino también a erosionar el predominio estatal en el sector petrolero. En febrero pasado, el Senado brasileño aprobó un proyecto de ley que flexibiliza el régimen de explotación del Presal por el cual se garantizaba a Petrobras ser la única operadora y le concedía una participación de al menos 30% en cualquier consorcio de producción. El proyecto promovido por el opositor José Serra, senador del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), deja sin efecto esa cláusula aunque Petrobras tendrá preferencia a la hora de operar el bloque, por lo que será la petrolera la que decida o no dicha responsabilidad. De cualquier modo, si la Cámara de Diputados le otorga sanción definitiva representará una importante apertura privatista de la explotación del Presal.

Pampa Energía crece
Por otro lado, Pampa Energía pasará a ser un jugador importante del mercado hidrocarburífero nacional. Por intermedio de su subsidiaria Petrolera Pampa, el grupo opera en 5 áreas y más de 80 pozos productivos, en asociaciones con YPF, Ysur y Petrobras.

Petrobras cerró el año 2015 con un lógico retroceso de su producción, tras desprenderse de las áreas en Santa Cruz: la caída de crudo fue de 33,6% y la de gas 19,7%. De manera que ocupó el sexto lugar en el mercado de petróleo con el 3% (detrás de YPF, PAE, Pluspetrol, Sinopec y Tecpetrol) y el cuarto lugar en el mercado de gas con el 6,2% (debajo de YPF, Total Austral y PAE). Precisamente, las áreas neuquinas que opera Petrobras eran codiciadas por sus buenos resultados en la producción de tight gas: Sierra Chata, Río Neuquén y El Mangrullo, donde Pampa ya tiene participación. Por esa razón, Petrobras decidió conservar una participación en Río Neuquén, el yacimiento con mayor potencial de gas no convencional. A su vez, con el nuevo precio promedio en boca de pozo de 5 dólares por millón de BTU determinado por el Ministerio que conduce Juan José Aranguren, el negocio del gas se ha vuelto más prometedor que nunca.

Al mismo tiempo, Pampa Energía se meterá de lleno en el negocio de refinación mediante la adquisición de la refinería Dr. Ricardo Eliçabe que cuenta con una capacidad de procesamiento de crudo de 4.850 m3/diarios (30.500 barriles por día), siendo la sexta más grande del país, y un centenar de bocas de expendio. En 2015 alcanzó el cuarto lugar (detrás de YPF, Axion Energy y Shell) con un promedio de 5% del mercado de producción y venta de combustibles.

Además, Pampa Energía es co-controlante de Transportadora de Gas del Sur, junto a Petrobras Argentina. Por una cuestión de regulación, el holding se desprenderá de una parte de su participación en la transportista. En el negocio ingresará la empresa Harz Energy, una subsidiaria del Grupo Neuss, propietario de la distribuidora eléctrica rionegrina Edersa, que pagará 250 millones de dólares.

En el sector eléctrico, actualmente Pampa Energía tiene más del 8% de la capacidad instalada de generación del país, a través de dos centrales hidroeléctricas en la provincia de Mendoza (Nihuiles de 265 MW; y Diamante, de 388 MW), las usinas térmicas Piedra Buena (620 MW), Loma de La Lata (658 MW), General Güemes (360 MW) y Piquirenda (30 MW). Con la adquisición de los activos de Petrobras, sumará otros 1300 MW de generación eléctrica, con lo cual alcanzaría el 10% de todo el parque generador del país.
En transporte eléctrico, tiene el 50% de Citelec, la controlante de Transener, que opera la red de transmisión en alta tensión de Argentina. Mientras que en el segmento de distribución, controla a Edenor, que opera en la zona norte del Área Metropolitana de Buenos Aires. En Edenor también es socia del Estado Nacional que tiene el 26,8% de las acciones en su poder.