"Ing. Enrique Martín Hermitte"
Soberanía y Seguridad Jurídica Popular
| Artículos de opinión
Autor | Federico Bernal,
Conflictos de Interes
El autor no manifiesta conflictos de interés
Palabras Claves
Alemania, CEPIS, consumo energético, demanda, desarrollo, desarrollo social, Dinamarca, dióxido de carbono, emisiones de CO2, energía eólica, energía hidráulica, energía nuclear, energía solar, España, Europa, macrismo, ministro de Ambiente, Noruega, precios de la energía, renovables intermitentes, tarifas de la electricidad, tarifas del gas, tarifazo, Unión Europea, verdes
18-05-2018 |
El ministro de Ambiente y el Procurador del Tesoro denunciaron al CEPIS. En su opinión, las acciones judiciales para frenar el tarifazo del gas conducidas por esta ONG (subrayado es nuestro) "produce un perjuicio triple, palpable y concreto: 1) contaminación ambiental, 2) violación de obligaciones asumidas en tratados internacionales, y 3) cercenamiento del ejercicio de prerrogativas propias del Poder Ejecutivo Nacional". Debemos interpretar de esta afirmación, que el encarecimiento del precio del gas en boca de pozo y del servicio público de gas por redes -ambos combatidos por el CEPIS- reduce la emisión de gases de efecto invernadero de una nación. En realidad, la administración Macri extrapola esta supuesta relación inversa a los precios de la energía en general. Es decir, a mayores precios y tarifas, menores emisiones, pues el consumo de combustibles fósiles tendería a disminuir. ¿Es correcta tal presunción? De ninguna manera. Se trata del enésimo razonamiento carente del más absoluto sustento técnico y que pasamos a refutar.
Fuente: Green Tech Media, 14 de mayo de 2018. La traducción del título: "Las renovables europeas [eólica y solar] suben. Como suben también las emisiones de CO2". Se lee: "Las emisiones de dióxido de carbono en la Unión Europea se incrementaron 1,8% en 2017 a pesar de un incremento de la energía eólica del 25% y de solar del 6%... El aumento neto de las emisiones obedece al crecimiento económico registrado por la mayoría de las naciones del bloque". Si la administración Macri realmente quisiera reducir las emisiones de CO2 sin afectar un genuino desarrollo industrial, productivo y social ascendente, su política energética debería tender a una diversificación masiva con nuclear, hidráulica y centrales térmicas a gas natural. Claro que esto tendería a disminuir fuertemente los precios de la energía eléctrica, mientras que requeriría de precios del gas igualmente baratos, ambas tendencias contrarias a su concepción mercantilista y neoliberal de la energía.
Naciones "contaminantes" y naciones "verdes" en Europa…
Si bien no compartimos el argumento de que el dióxido de carbono (CO2) es un contaminante (autoría del fundamentalismo ecológico y de los multimillonarios negocios vinculados a las tecnologías eólica y solar), simplificaremos el análisis y, por esta vez, aceptaremos esa posición.
Ahora, un interrogante clave: ¿De qué ejemplos de "El Mundo" en materia energética y tarifaria se sirve el oficialismo para sustentar su idea de que energía más cara es sinónimo de una nación más "verde"? Imposible hacerlo de alguno, pues no lo hay. Véase sino lo que sucede en la Unión Europea (UE), supuestamente a la vanguardia de la revolución energética renovable y la reducción de los gases contaminantes.
Tomamos un conjunto de naciones europeas con diferentes matrices de generación. El gas natural, debe recordarse, es el principal hidrocarburo consumido por la UE, así como el primer insumo de su generación termoeléctrica. En el primer gráfico, ilustramos las emisiones de CO2 derivadas del consumo de combustibles fósiles para los países seleccionados; en el segundo, las emisiones de CO2 provenientes del parque de generación eléctrico.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la IEA, "CO2 Emissions from Fuel Combustion - Highlights 2017". * Dinamarca fue excluida, por las razones explicadas en nota al pie (3).
De las naciones más desarrolladas e industrializadas de la Unión Europea, Alemania es la nación que más CO2 libera (729,8 millones de toneladas) a la atmósfera a partir de la quema de combustibles fósiles. Le sigue el Reino Unido (389,8), Italia (330,7), Francia (290,5) y España (247). Eslovenia (12,8), Dinamarca (32) y Noruega (36,7), tres de las cinco naciones que menos CO2 liberan a partir del uso de combustibles fósiles.
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la IEA, "CO2 Emissions from Fuel Combustion - Highlights 2017". * Dinamarca excluida.
Al medir las emisiones de CO2 provenientes del sector eléctrico, lo cual brinda una idea de la incidencia de los combustibles fósiles (mayormente gas) en la matriz de generación, se observa que las naciones más contaminantes son prácticamente las mismas que las citadas arriba: Alemania, Reino Unido, Italia y España, con República Checa reemplazando a Francia. En cuanto a las menos contaminantes, se mantienen las mismas cinco, aunque intercambiando posiciones.
Hecha esta necesaria explicación, pasemos ahora a lo más interesante.
Las naciones "verdes" tienen… ¡los mayores precios de la energía!
¿Qué tienen en común las naciones más contaminantes? ¿Y qué las menos contaminantes? Los precios de la energía, por un lado, y ciertos comportamientos en sus respectivas matrices de generación, por el otro. Concentrémonos en los precios de la energía.
Las cinco naciones que más CO2 liberan a la atmósfera -y de acuerdo con el fundamentalismo ecologista, las que menos cuidan el medioambiente- se caracterizan por tener las tarifas de los servicios públicos de electricidad y gas natural a nivel residencial más caras o entre las más caras de la Unión Europea. Inversamente, lo mismo sucede con las naciones que menos CO2 liberan: las cinco menos contaminantes tienen tarifas bajas o entre las más bajas. (1)
Ajustemos la lupa sobre las tarifas de energía eléctrica. En ella se condensan dos factores: por un lado, la tarifa del servicio público propiamente dicho, y por el otro, el precio del gas natural -combustible de las usinas térmicas-, que es importado.
Si buscamos la relación entre dichas tarifas y las emisiones de CO2, observamos una estrecha y proporcional ligazón:
Fuente: Elaboración propia en base a datos de Eurostat y IEA. Naciones seleccionadas: Alemania, España, Austria, Suecia, Italia, Reino Unido, Francia, Finlandia, República Checa, Noruega y Eslovenia. Las tarifas son del primer semestre de 2017, consumo residencial 2.500 kWh a 5.000 kWh. Pearson = 0,84 * Noruega. Si incluyéramos Polonia y Hungría, dos naciones con alto contenido de hidrocarburos en sus matrices y con las tarifas más bajas de la electricidad, seguiríamos teniendo una alta y positiva relación (Pearson = 0,70).
Vemos pues que, para el conjunto de naciones seleccionadas, y que representan una muestra más que significativa de la Unión Europea, podemos asegurar con un 1% de posibilidad de error que existe una fuerte relación positiva entre las tarifas de electricidad a nivel residencial (donde también incide el precio del gas utilizado como combustible por las centrales generadoras) y las emisiones de CO2. En otras palabras, a mayores tarifas de la electricidad, mayores emisiones.
¿Y si sumamos las tarifas de electricidad y del gas por redes y analizamos su relación con las emisiones de CO2? (2)
Fuente: Elaboración propia en base a datos de Eurostat y IEA. Naciones seleccionadas: Alemania, España, Austria, Suecia, Italia, Reino Unido, Francia, Finlandia, República Checa, Noruega, Eslovenia, Polonia y Hungría. Las tarifas de electricidad son del primer semestre de 2017, consumo residencial 2.500 kWh a 5.000 kWh. Las del gas, mismo período y categoría, franja entre 20 GJ y 200 GJ.
Nuevamente, con un 1% de posibilidad de error, confirmamos la existencia de una fuerte relación positiva entre las tarifas de los servicios públicos del gas y la electricidad a nivel residencial con las emisiones de CO2 de las naciones estudiadas. En otras palabras, a mayores tarifas de la energía, mayores emisiones.
De cómo ser "verdes" promoviendo el desarrollo socioeconómico y el consumo energético
Quizás haya llamado la atención al lector y a la lectora, la paradoja de que naciones "verdes", esto es, con alta penetración de energías eólica y solar a sus matrices de generación, sean precisamente las más contaminantes e, inversamente, naciones con baja o nula penetración de estas tecnologías emitan los menores volúmenes de CO2.
Como tantas veces analizamos desde el OETEC (ver bibliografía), lo anterior tiene una explicación, por cierto, muy simple: la diversificación masiva con tecnologías "verdes" -la mayor de las veces acompañadas del abandono de las fuentes nuclear e hidráulica de alta potencia- no disminuye las emisiones de CO2 dado que precisan de una obligada compensación con centrales térmicas a carbón y/o gas natural. Por otra parte, en cuanto a las naciones con bajas emisiones y bajas tarifas, la explicación es también simple: se caracterizan por poseer elevadísimas participaciones de núcleo e hidroelectricidad, en simultáneo a muy bajas incidencias de las fuentes del viento y del sol. El siguiente gráfico resume estas apreciaciones:
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Agencia Internacional de la Energía "Monthly electricity statistics - November 2017" y la Eurostat (Noviembre 2017). Los precios son en euros/kWh para bandas de consumo entre 2.500 kWh y 5.000 kWh, primer semestre de 2017. En el mix de renovables se incluye geotermia, aunque su participación es insignificante.
¿Por qué las naciones con bajas emisiones tienden a tener los menores precios de la energía y, por ende, tarifas de los servicios públicos? Porque cuentan con matrices de generación con alta participación de fuentes alternativas nuclear e hidráulica. Observando el gráfico, se distinguen claramente cinco grupos: 1) Las naciones con alto grado de participación nucleoeléctrica (violeta); 2) Las naciones hidroeléctricas (celestes); 3) Las naciones con alto contenido de núcleo e hidroelectricidad (combinados); 4) Las naciones con alta participación de combustibles fósiles (negro); y 5) Las naciones con alta penetración renovable eólica y solar (blancas). Estas últimas, presentan los mayores precios de la energía, y como vimos antes, destacan por ser las más contaminantes. (4)
Una participación elevada de nucleoelectricidad e hidroelectricidad, incluso manteniendo una alta participación térmica fósil, reduce dramáticamente las emisiones de CO2 del sector energético, en mucha mayor proporción y eficiencia de lo que lo hacen las renovables intermitentes. Asimismo, la naturaleza de las alternativas, en paralelo a una presencia importante de térmica basada en gas natural, abarata los precios de la energía eléctrica. Y lo más trascedente: permite compensar las mayores emisiones derivadas de la mayor generación (promovida por un crecimiento constante de la demanda), desde que la nuclear y la hidráulica no emiten CO2 (como tampoco emiten la eólica y la solar). Es que no hay nación que aspire a desarrollarse social y económicamente prescindiendo de un incremento en el consumo energético de su pueblo, sus industrias y aparato productivo en general.
Si la administración Macri realmente quisiera reducir las emisiones de CO2 sin afectar un genuino desarrollo industrial, productivo y social ascendente, su política energética debería tender a una diversificación masiva con nuclear, hidráulica y centrales térmicas a gas natural. Claro que esto tendería a disminuir fuertemente los precios de la energía eléctrica, mientras que requeriría de precios del gas igualmente baratos, ambas tendencias contrarias a su concepción mercantilista y neoliberal de la energía.
Conclusiones
La Unión Europea es el laboratorio más avanzado en materia de políticas energéticas como las que pretende ejecutar el macrismo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. (5). Por tanto, no puede haber mejor muestra para probar o rechazar la relación "altas tarifas = menor contaminación" según plantea el oficialismo que tomar un grupo representativo de naciones de la UE en emisiones de CO2 y matrices de generación.
Nuestro hallazgo: las cinco naciones que más CO2 liberan a la atmósfera -y de acuerdo con el fundamentalismo ecologista, las que menos cuidan el medioambiente- se caracterizan por tener las tarifas de los servicios públicos de electricidad y gas natural a nivel residencial más caras o entre las más caras de la Unión Europea. Inversamente, lo mismo sucede con las naciones que menos CO2 liberan: las cinco menos contaminantes tienen tarifas bajas o entre las más bajas. Esto obedece a la casi excluyente participación de fuentes alternativas como la nuclear y la hidráulica, no emisoras de gases de efecto invernadero y abaratadoras de los precios de la energía.
En suma, la relación "altas tarifas = menor contaminación" carece de todo asidero.
Para terminar, reiteramos el interrogante clave del comienzo: ¿De qué ejemplos de "El Mundo" en materia energética y tarifaria se sirve el oficialismo para sustentar su idea de que energía más cara es sinónimo de una nación más "verde"? De ninguno, porque no lo hay, como aquí demostramos para una docena más que representativa de naciones europeas, como es sabido, a la vanguardia de la revolución energética renovable y la lucha contra el "cambio climático".
En función de lo expuesto, sugerimos al CEPIS exija a los demandantes la presentación de pruebas de la supuesta relación inversa entre tarifas de los servicios públicos de la energía y las emisiones de CO2 de una nación.
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(1) Por supuesto, hay excepciones. En electricidad: Dinamarca (tarifa más alta, bajas emisiones); Suecia (tarifa intermedia, bajas emisiones); Reino Unido (tarifa intermedia, altas emisiones). En gas: Suecia (tarifa más alta, bajas emisiones); Reino Unido (tarifa intermedia, altas emisiones). Estas peculiaridades tienen que ver con las composiciones de las matrices de generación.
(2) Las tarifas del gas tienden a ser más uniformes dado que la inmensa mayoría de los países de la UE son importadores de este fluido y pagan precios prácticamente similares. Por esta razón, no tiene mucho sentido indagar sobre la relación con las emisiones por países.
(3) Si bien se ubica entre las naciones con menores emisiones y mayores precios (se confirma para este caso la relación planteada por el macrismo), la particularidad de su parque generador (participación de eólica y solar en la generación cercana al 55% y combustibles fósiles 45%) únicamente puede sostenerse dada la interconexión eléctrica con los países vecinos y sus exportaciones permanente de excedentes, así como su dependencia externa cuando el viento deja de soplar y el sol de brillar (sobre todo de Noruega y su generación hidráulica). Por cierto, cuando esto último ocurre, las emisiones danesas disparan a niveles muy superiores a los de las naciones menos contaminantes. Finalmente, y luego de casi medio siglo de inversiones en dichas tecnologías, Dinamarca no ha podido reducir su dependencia fósil, mientras que buena parte de su población se debate en la pobreza energética como consecuencia de los más elevados precios de la energía en el mundo. Por estos motivos, consideramos que esta nación no es una muestra que deba ser incorporada, ya que es un caso único, irreproducible y, además, fallido en cuanto a reducción de emisiones.
(4) Las naciones nucleoeléctricas: Presentan una participación de esta fuente de generación superior al 25%. Son Francia, República Checa y Hungría. Sus precios de la energía oscilan entre 0,1960 euros/kWh (Francia) a 0,1125 (Hungría), es decir, un 80% menos en la primera y un 170% menos en la segunda respecto de los precios alemanes. Sucede, sin embargo, que dos de estas naciones complementan la nuclear con alto contenido de combustibles fósiles: República Checa con 59% y Hungría con 46%. Las naciones hidroeléctricas: Presentan una participación superior al 25%. Son Austria y Noruega, con 0,1950 euros/kWh y 0,1642 respectivamente. Las naciones núcleo e hidroeléctricas: Cuentan con un mix repartido entre ambas tecnologías. Son Finlandia, Suecia y Eslovenia. Las naciones de combustibles fósiles: Presentan una altísima participación de petróleo y gas en su parque generador, con baja o nula participación de fuentes alternativas. Estonia, con un 94%; Polonia, 89%; Grecia, 72%; República Checa, 59%; Hungría, 46% y Reino Unido 58%.
(5) Combinación entre tarifas altas, diversificación vertiginosa con eólica y solar, congelamiento paralelo de núcleo e hidroelectricidad y desregulación del sector.
Bibliografia
OETEC (12/03/2018) "La transición a las renovables intermitentes (eólica y solar) la está pagando el usuario con tarifas eléctricas más caras"
http://www.oetec.org/nota.php?id=3128&area=4
OETEC (8/3/2018) Por qué las tarifas de la electricidad no van a bajar en 2019 (el cuento de las energías "verdes")
http://www.oetec.org/nota.php?id=3123&area=1
OETEC (28/12/2017) Chile: una revolución "verde" a puro CO2 y combustibles fósiles
http://www.oetec.org/nota.php?id=2987&area=4
OETEC (4/5/2017) ¿Por qué fallan las renovables eólica y solar en Europa? Claves para comprender el anticipado fracaso "verde" macrista
http://oetec.org/nota.php?id=2547&area=1
OETEC (4/04/2017) El excedente "verde" danés camino a Chubut (explicando la destrucción de YPF y los combustibles fósiles como fuente energética nacional)
http://www.oetec.org/nota.php?id=2495&area=5
OETEC (13/06/2016) Sistemas balanceados: sobre la justa proporción de renovables para una reducción eficiente de CO2
http://www.oetec.org/nota.php?id=1874&area=4
OETEC (27/03/2016) Africanización energética de Argentina: eje de las nuevas relaciones bilaterales con EE.UU. (Parte 1)
http://oetec.org/nota.php?id=1687&area=4
OETEC (14/03/2016) Energías renovables eólica y solar: una mala opción para países en vías de desarrollo
http://www.oetec.org/nota.php?id=1642&area=1
Green Tech Media
https://www.greentechmedia.com/articles/read/european-renewables-are-up-so-are-carbon-emissions