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| Artículos de opinión

Décimo aniversario del lanzamiento del Plan Energético Nacional

Autor | Federico BernalRicardo De Dicco


Conflictos de Interes
Los autores no manifiestan conflictos de interés.


Palabras Claves
2004, acceso a gas por redes, acceso a la electricidad, Atucha II, CAREM, federalismo, inclusión social, modelo de desarrollo, Néstor Kirchner, Plan Energético Nacional, Yacyretá



11-05-2014 | Desde el año 2004 hasta el presente se realizaron inversiones en obras energéticas ya concluidas por más de 92.500 millones de pesos, obras que mejoraron la calidad de vida de los ciudadanos argentinos a lo largo y ancho del país.


El Plan Energético Nacional vigente fue formulado por el Ministerio de Planificación Federal e implementado a partir del 11 de Mayo de 2004 con el propósito de revertir años de ausencia de planificación e inversiones en el mercado ampliado de la energía. Se fundamentaba en dar respuesta a la visión estratégica de acompañar la expansión del modelo de desarrollo económico con inclusión social implementado a partir de 2003 por el Presidente Néstor Kirchner.

En ese sentido, el Plan Energético Nacional 2004-2019 fue concebido para estar al servicio del proceso de reindustrialización, manteniendo ventajas competitivas, con el objeto de mejorar significativamente la calidad de vida de los ciudadanos argentinos. Ninguna provincia quedó exenta, revirtiendo así el supuesto federalismo de los noventa que entre sus virtudes figuraba la de tener desconectada eléctricamente a casi la mitad de las provincias.

El federalismo verdadero, en este caso energético, se puso en marcha con el Plan Energético Nacional. Para ello fue necesaria la formulación y ejecución de importantes obras de ampliación del Sistema Argentino de Interconexión (SADI) de energía eléctrica y del Sistema Nacional de Transporte de gas natural, la construcción de centrales eléctricas y el aumento de potencia en algunas de las existentes, el relanzamiento del Plan Nuclear y del Programa Nacional de Obras Hidroeléctricas, la creación de la empresa pública ENARSA y su participación clave en los segmentos de generación de energía y de transporte de gas natural, así como también su aporte en la diversificación de la matriz energética con la introducción de formas renovables de energía mediante la ejecución del Programa GENREN (Generación de Energías Renovables).

Durante los últimos diez años el Ministerio de Planificación Federal ha gestionado inversiones por más de 92.500 millones de pesos en obras energéticas ya concluidas, de las cuales alrededor del 78% correspondieron a inversiones públicas, y el resto a inversiones mixtas y privadas. Cuando el Estado argentino se lo propone, puede ser más que solvente y eficiente.

Entre los principales resultados hitos del Plan Energético vigente desde 2004 se destacan:
- incorporación de casi 9.300 MW de potencia instalada en el parque de generación de energía;
- alrededor de 5.500 km de nuevas líneas de alta y extra alta tensión que interconectaron todo el país;
- 2.790 km de nuevos gasoductos troncales; 292.000 HP adicionales en plantas compresoras, entre otros avances.

En lo concerniente a los resultados obtenidos por las inversiones antedichas, se destacan:
- 3,7 millones de hogares que se sumaron al servicio público de electricidad;
- 320.000 nuevos medidores comerciales e industriales conectados a la red eléctrica; - 70.000 nuevos medidores rurales y de riego;
- 2,1 millones de hogares que se sumaron al servicio público de gas natural por redes; y
- 120.000 nuevos medidores comerciales e industriales conectados a la red de gas.

Estas estratégicas inversiones permitieron interconectar las regiones eléctricas NEA-NOA, Comahue-Cuyo y toda la Patagonia con el resto del país. Por consiguiente, diez provincias se interconectaron al SADI durante los últimos diez años: Chubut, Santa Cruz, San Juan, La Rioja, Formosa, el interior de Chaco, el norte de Santiago del Estero, Jujuy, Salta y el sur de Mendoza. En las correspondientes a las ampliaciones de los gasoductos troncales y cañerías de distribución de gas natural, se vieron beneficiadas las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Córdoba, Mendoza, San Luis, La Pampa, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

En el contexto del Plan Energético Nacional, cabe destacar que el 23 de Agosto de 2006 el Ministerio de Planificación Federal y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) relanzaron el Plan Nuclear Argentino, reactivando la finalización de obras civiles y montajes electromecánicos de la Central Nuclear Atucha II a partir de Enero de 2007, etapa que culminó el 28 de Diciembre de 2011, para iniciar a partir de entonces el proceso de testeos de los 566 componentes que conforman esta unidad de generación nucleoeléctrica, luego la carga de los 451 elementos combustibles fabricados en el país. Asimismo y durante todo el año 2013 y primer cuatrimestre de 2014, se realizó la puesta en marcha convencional (no nuclear) para comprobar el funcionamiento de cada área y sus respectivos subsistemas. Actualmente se está procediendo a la carga del agua pesada, también producida en nuestro país, y se estima que en el transcurso del corriente mes se realice la puesta en marcha nuclear.

Otros proyectos nucleoeléctricos que valen la pena mencionar son: 1) el proyecto de extensión de vida de la central nuclear Embalse para que pueda operar por 30 años adicionales, mediante el recambio de centenares de componentes que se están fabricando en el país; y 2) el desarrollo del CAREM, primer reactor nuclear de potencia diseñado y a ser construido por un país del Hemisferio Sur. Sus obras civiles comenzaron en el verano pasado.

Las inversiones correspondientes al Plan Energético Nacional permitieron acompañar un PBI que se incrementó en más de un 80% entre 2003 y 2013, satisfaciendo las necesidades del aparato productivo nacional, la industria en particular y la mejora más que ostensible de la calidad de vida de la población. Más de 6 millones de ciudadanos gozan de acceso a los servicios de electricidad y gas por redes cuando antes de 2003 no lo hacían. De no haberse efectuado dichas inversiones, es decir, de haberse continuado con la política energética vigente durante el período 1976-2002, el año de nuestro Bicentenario hubiera sido testigo de una grave "crisis energética", y con ella, el colapso total de la economía nacional, en sintonía fina con la crisis financiera de los países desarrollados. Para suerte de los argentinos y las argentinas, el Plan Energético Nacional vigente así como la estratégica decisión de recuperar YPF, permiten satisfacer las necesidades del aparato productivo, recuperar el autoabastecimiento energético y garantizar seguridad y soberanía energética a las futuras generaciones.