Fuente: OETEC en base a datos del ENARGAS.

En efecto, el dato más alentador es el crecimiento en el consumo de gas constatado en prácticamente todos los sectores o segmentos de usuarios con excepción de las industrias, que aún siguen rezagadas producto del impacto del Covid-19 sobre la actividad económica, y el sector de la Subdistribución, que cayó -6,3% interanual.

Así, y como se observa en el gráfico anterior, los hogares lograron incrementar un 2,1% su nivel de demanda gasífera respecto al 2020. Cabe destacar que también en alza se ubicaron los comercios, que mejoraron en 8,8% su consumo de gas, las Centrales Eléctricas (+15,9%), los Entes Oficiales (+33,1%), y el gas para GNC (+27,2%).

Pero lo que buscamos destacar desde OETEC es el fuerte impulso recibido por el consumo de gas destinado a los hogares del país ya que no sólo se constata un aumento del 2,1% respecto al año pasado sino una importantísima suba del 8,5% en relación al último año de gestión neoliberal (2019, mismo periodo).

Se trata de una señal altamente positiva en materia de recuperación de derechos energéticos. Porque con el incremento en la demanda de gas hogareña mejora también, y principalmente, la calidad de vida de las familias argentinas. En este sentido, más allá de la pandemia y la cuarentena (mayor permanencia en los hogares), es crucial rescatar la política energética y tarifaria adoptada por el Gobierno nacional, que frenó aquella pesadilla de optar entre prender la estufa o poner un plato de comida en la mesa.