Luis Arce Catacora, presidente del Estado Plurinacional, llegó el pasado jueves para reunirse con Alberto Fernández a repasar una agenda bilateral en la que el tema energético fue lo central.

En el contexto de la visita presidencial, no es un dato menor, se realizó además el Memorándum de Entendimiento de Cooperación en la Integración en Recursos Evaporíticos y Litio en el Salón Blanco de Casa Rosada.



Los presidentes se reunieron a definir el entendimiento por el cual Bolivia le venderá gas natural a la Argentina en el marco del Acuerdo firmado en 2006, consecuentemente, esta primera visita del presidente Arce, agiliza las negociaciones iniciadas en diciembre por las empresas Integración Energética Argentina (Ieasa) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) cuyo objetivo es la firma de una sexta adenda que venció el 31 de diciembre y con una prórroga que llegó hasta el pasado 31 de marzo.

Ambas empresas, IEASA e YPFB acordaron para los primeros tres meses del 2022, un envío de gas de 7,5 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d), volumen que será superior a partir del convenio rubricado por los presidentes Fernández y Arce.

Se destaca que Bolivia está en condiciones de enviar en los meses de invierno mayores volúmenes de gas natural a la Argentina, entre 16 y 18 Mm3/d, es decir que incrementará el techo que ofreció en los meses de invierno de 2021, que osciló en torno a los 14 Mm3/d, lo que restará presión a la oferta energética que debe cubrir el país.

EL MEJOR PRECIO LLEGA DEL PAÍS VECINO

En referencia al precio del gas boliviano, nuestro país pagaba US$ 8 por millón de BTU y aunque el nuevo contrato reconoce un incremento del producto de la fórmula de cálculo vigente entre las dos partes; aseguran que el mismo es muy por debajo de los valores que debiéramos pagar en vez de comprar a Bolivia, nos viéramos adquiriendo por importación, combustibles líquidos o Gas Natural Licuado, lo que representaría pagar alrededor de US$ 40 el millón de metro cúbico.

El envío de provisión gasífera que realice el gobierno boliviano constará de dos precios. El de emergencia que abonará Argentina en 9 dólares por millón de BTU (unidad de medida del gas). Valor que será pagado por el flujo total de los primeros 10 millones de metros cúbicos enviados por el proveedor. En tanto que el restante volumen costará 18 dólares por millón de BTU.

Por su parte, el embajador argentino en Bolivia, Basteiro destacó que "la decisión de Bolivia es muy fuerte y comprometida para buscar una solución al requerimiento de la Argentina", al explicar que el gobierno de Arce decidió reducir los envíos de gas a Brasil para cumplir con las metas que buscaba el país.

El diplomático analizó que las dificultades de Bolivia para cumplir con el contrato original de venta de gas responden "a una falta de inversión en exploración y en el mantenimiento de pozos que sufrieron los yacimientos bolivianos durante la dictadura de Jeanine Añez, lo que se está empezando a revertir con pozos que están mejorando su productividad".

Respecto al acuerdo formalizado esta semana, Alberto Fernández dijo: "El contrato vigente se mantiene en las mismas condiciones. Bolivia asume un compromiso adicional que, si hay un incremento en la producción de gas, Argentina va a tener prioridad de ese incremento que puede venir como exportación", explicó Fernández a la prensa durante la conferencia posterior al encuentro protocolar con su par de Bolivia. Referido al precio, aclaró que todavía se está trabajando entre los equipos y agregó: "Entiendo que el mundo ha trastocado todos los precios de energía y no sé cómo todo eso va a repercutir en este contrato".

En tanto que Arce expresó que están en "negociaciones" porque el contrato que mantienen por estos días fue realizado durante el "gobierno de facto, donde ha sido muy contrario a los intereses bolivianos. Nuestra intención es negociar todavía para poder satisfacer."

Fue contundente el mandatario del Estado Plurinacional, cuando ante la prensa, aseveró: "La Argentina tiene garantizado el suministro de gas, como lo hicimos el año pasado"

En este sentido, agregó: "Este es un esfuerzo para mantener los niveles de la gestión pasada en términos del gas que se envía a Argentina. Lo adicional que se pueda producir en Bolivia, Argentina tiene prioridad".

El detalle aún más interesante a las acciones futuras previstas entre ambos gobiernos fue que acordaron avanzar "en el análisis de las oportunidades de inversión para YPFB en Vaca Muerta y trabajar de manera conjunta en la identificación de alternativas de suministro de hidrocarburos líquidos en procura de la seguridad energética de ambos Estados".

LA SOLIDARIDAD DE LOS ESTADOS

En las campanas de palo que se agitan alrededor de la crisis energética imperante en un mundo con un conflicto bélico instalado y al parecer con muchas posibilidades en tornarse extenso en el tiempo; la matriz comunicacional y mediática opositora, aprovechó para generar inquietud en la población por la provisión de gas.



Los mismos que provocaron el empobrecimiento de millones de hogares argentinos con tarifazos, negociados y sobre todo impunidad neoliberal, hoy agitan en contra del Gobierno nacional, escenarios nefastos que no se dieron. El gas llegará a los hogares, el esfuerzo en materia energética obedece a un compromiso entre ambos Estados políticamente populares.

Luis Arce Catacora, honró su palabra con el acuerdo, pese a las negociaciones venideras sobre los precios, conforme el contexto mundial. No obstante, el mandatario boliviano, dejó claramente sentado desde qué perspectiva mira el pedido argentino.



Así lo hizo notar con su participación en una agenda política, durante la visita al país, con intensa actividad centrada en revalorizar los derechos humanos y el afecto existente entre ambos Estados.