Luego de rechazar nuestra propuesta de debatir públicamente sobre las políticas energéticas desde 1983 a la fecha, Lapeña parece que se tomó en serio el trabajo de conversar con nosotros. Nos dedicó dos tweets...



¿Cuál es el problema de criticar críticos? Si Lapeña se molestara en acercarnos trabajos científicos demostrativos que de este proceder se engendran seres humanos con trastornos de la personalidad (críticos chiflados) o más inseguros (críticos irresolutos), prometemos abandonar de forma perentoria como definitiva nuestro libre derecho a expresarnos como nos plazca y criticar a quién nos dé la gana.

Enorme contradicción
Sus dos twitters son, en esencia, una crítica a quienes critican (nosotros) a los críticos (ellos). Insostenible despelote del huevo o la gallina, salvo se estipule por ley que nadie debería criticar a críticos que critican primero, ergo a los ex secretarios. Sugerimos a propósito, tenga a bien abrirse un listado de críticas/críticos donde quede asentado quién critica primero, para que toda crítica a los críticos originales entonces se prohíba. Sería algo así como un derecho de piso al crítico y/ criticado.

Sin embargo, detectamos una contradicción que pasamos a explicar. Lapeña jamás nos criticó antes de sus "tuiters", mientras que OETEC criticó primero a Lapeña (en su flamante libro). De hecho miembros de este Observatorio vienen criticándolo desde al menos un lustro.

Pero Lapeña ahora nos devuelve la critica criticando el libro de OETEC. Este proceder no se condice con su reproche tuitero de ver como incorrecto "criticar al que critica". Para ser consecuente consigo mismo, sugerimos a Lapeña pues que omita toda crítica a nuestro libro visto que OETEC le ganó de mano.