La nebulosa "Pez de Dragón", ubicada en la
constelación Cruz del Sur, con una masa
equivalente a 100.000 soles. En el interior
de la nebolusa reside un cúmulo estelar de
más de 400 estrellas (las denominadas tipo O,
las más grandes, jóvenes y de mayor energía
de todas las estrellas). Hasta ahora, dicho
cúmulo es el más masivo y más potente
-energéticamente hablando- de nuestra Vía
Láctea.
La Cruz del Sur figura al fondo del listado de
constelaciones elaborado por la Unión Astronómica
Internacional. Injusta y arbitraria clasficación,
desde que la Cruz es en realidad una de las más
ricas y hermosas constelaciones, repleta de
estrellas y dueña del cúmulo (asociación OB)
más brillante y masivo de la galaxia conocido a
la fecha. La energía que emana de esa zona
interestelar, ubicada en la región de la nebulosa
"Pez de Dragón" es de las más potentes jamás
descubiertas. Reclasificarla es perentorio y
nuestra obligación, mas no prosperaremos por una
vía netamente científica y técnica. Demostrar su
verdadera riqueza es tarea de estas latitudes, de
observadores de estas latitudes, pero no de
cualquiera. Nuestro observador deberá, ante todo,
portar la curiosidad por lo propio, la transgresión
de no limitarse a calificaciones ni clasificaciones
foráneas de lo autóctono, prepararse para desafiar
poderosas fuerzas dominantes, obrar con independencia
de perspectivas y caminos, ostentar la pasión por
repensarse, redescubrirse e reinventarse desde su
terruño y para su terruño. Quien así actúe verá
entonces que, al apartar la mirada de las
"imponentes" constelaciones parisinas, londinenses
y neoyorquinas, la diminuta Cruz deviene en
inmenso emblema, Norte de nuestra cultura y tradición.
¡Vamos¡ Observémosla con detenimiento! Adaptemos
la retina a la sublime bóveda celeste de la
América del Sur y coloquemos la mirada en el eje
mismo del Crucero Austral. Luego, ajustemos la
potencia de la lente a los anhelos de emancipación
y bizarría de que somos capaces los argentinos y
argentinas. Advertiremos entonces, que de su
interior brotan las más sublimes maravillas
siderales, bien nuestras, bien reales. Aparecen
el cúmulo estelar abierto "El Joyero" y su
diversidad de colores, uno de los más hermosos
del cielo; aparece la nebulosa "Saco de carbón",
una de las más oscuras y densas encontradas, y la
nebulosa del "Pez de Dragón", poseedora como
dijimos al comienzo del cúmulo estelar más masivo
y potente -energéticamente hablando- de la Vía
Láctea. Es tiempo de dejar de "creer" para "ser".
Se impone un cambio porque se impone el cambio de
época. Patear tablero, mapas y telescopios.