El consumo en 2017 cayó por debajo del de 1993. En realidad, desde que el ENARGAS publica sus estadísticas no hay registro de un consumo tan bajo por parte de los millones de hogares usuarios de este servicio público esencial.
Aplicando la misma metodología de cálculo que la utilizada por el Ministerio de Energía para el análisis de los meses de diciembre de 2016 a diciembre de 2017, este Observatorio encontró que el promedio diario de usuarios con cortes de luz entre este verano (meses diciembre, enero y febrero) y el anterior aumentó un 14,2%.
Nótese el crecimiento de las importaciones a partir de Macri presidente, en paralelo al estancamiento de la demanda y la caída de la producción en 2017. Como puede advertirse, el mercado sigue abastecido pero la autosuficiencia es cada vez menor.
ranguren asumió con una cotización del WTI a 37,33 dólares (diciembre de 2015). Los precios siguieron a la baja hasta el piso de 30,62 en febrero de 2016. A partir de allí crecieron, sin pausa casi hasta febrero de 2017, para luego descender, y nuevamente volver a crecer fuertemente. A enero de 2018, se cotizaba a 63,7. Desde que Aranguren asumió, la recuperación fue del 55% (a diciembre de 2017). En otras palabras, el CEO-ministro falta a la verdad cuando justifica el desplome de la producción, como de la perforación, desde una caída que no lo tocó en absoluto. Y si tal caída se hubiera verificado, bastaba proteger la producción doméstica como se hizo a partir del desplome de 2014 y que cerró 2015 con una producción mayor en relación al año previo.
En 2017, la caída de petróleo fue histórica: -6,3%, la peor desde 1999. En volumen, se produjo menos crudo que en 1992 (apenas estuvo un 0,9% por encima de 1991),
el balance 2016 y 2017 en cuanto a nuevos usuarios incorporados totales y a nivel residencial, comparado con iguales períodos de todos los gobiernos anteriores a partir de los cuales las estadísticas del ENARGAS permiten estudiar. En sus dos primeros años de gestión, el macrismo destaca por ser la administración con la menor cantidad de usuarios nuevos incorporados al servicio público de gas por redes desde la segunda presidencia de Carlos Menem. Tan magro fue el resultado que incluso lo ubica por debajo de la de Fernando de la Rúa. Asimismo, Cambiemos incorporó la mitad de usuarios nuevos de lo que lo hizo Cristina Fernández de Kirchner durante su primer mandato, mismos años.
Observaciones: 1) En 2017 respecto de 2016, el peso de las importaciones sobre la producción alcanzó un 4,4%, el más alto desde 2011 (año punto de partida por haber registrado cero importaciones); 2) Durante el segundo año de mandato de Macri se desmejora la posición de 2016, multiplicando casi por 4 los valores de 2015; y 3) Se dilapida la recuperación heredada.
La demanda de gas por redes a nivel nacional quedó estancada en 2017 (0,02%) respecto del año anterior. De esta forma, se interrumpe un ascenso sostenido de 2 años. Entre las principales razones de la desaceleración del consumo, obviamente el tarifazo. Pero esto es sabido, y hasta un niño de primaria puede identificar la causa. Por nuestra parte, reiteramos la advertencia que venimos haciendo desde 2016: con una demanda planchada (no hay nada que indique una recuperación en 2018) el excedente exportable estará a la orden del día.
Es la primera productora de gas y la segunda de crudo. La perforación de pozos en 2016 respecto de 2015 declinó un 25%. Sin embargo, en 2017 (enero a noviembre) la perforación creció un 11% en relación al mismo período de 2016. Como se observa del gráfico, aún no se repusieron los niveles de 2015. La diferencia es de -16%.
El 96% de los usuarios totales del país obedecieron al sector residencial en 2017. A nivel de la demanda, este sector explicó el mismo año un 21% de la demanda total. No obstante, en los meses más fríos (mayo a agosto), la demanda residencial alcanzó un 34%. Ambos hechos, cantidad y demanda, hacen de este sector uno clave para cualquier política gasífera con fines exportadores, por supuesto, en detrimento de un abastecimiento interno pero en constante expansión.
Por lo explicado arriba, la desaceleración en la expansión del servicio público de gas por redes es consecuencia directa de una fortísima caída en la incorporación de nuevos usuarios residenciales. En 2017, el macrismo incorporó la cifra más baja de nuevos usuarios para este sector desde 2002. En relación a 2015, esta es la variación...
Observaciones: 1) El peso de las importaciones en 2017 empeoró respecto de 2016, y es prácticamente similar al de 2015; 2) En 2017 se revierte negativamente la tendencia positiva iniciada dos años atrás; y 3) El mínimo de 2016 es atribuido a la inercia en el aumento de la producción heredada, que condujo a una reducción de las importaciones, aunque a mucha menor tasa que en 2015.
Como hemos hecho para la producción nacional y el impacto de Vega Pléyade, debe recordarse que YPF compró los yacimientos Río Neuquén y Aguada de la Arena a Pampa Energía. Sus producciones pasaron a computarse a la petrolera estatal a partir de noviembre de 2016. En fin, descontadas estas compras de participaciones, la producción gasífera de YPF en realidad fue esta.
En 2015, la producción de gas creció un 3,4%, resultado de una recuperación que había comenzado en 2012. Al concluir 2016, la producción se había expandido un 4,9%, como tantas veces explicamos, consecuencia del yacimiento Vega Pléyade (Total Austral) heredado de la gestión anterior. Pero en 2017, Vega Pléyade no logró compensar la caída generalizada de la producción. El resultado fue una retracción de -0,9%. en el país con el gas de pozo más caro del mundo. Se trata del peor resultado desde 2013 y la primera caída desde 2014. Obsérvese la dilapidación de la recuperación heredada.