Esta transportista de gas natural, la segunda del país, es controlada por Tecpetrol Internacional S.L. (Techint), Compañía General de Combustibles S.A. (Eduardo Eurnekian) y RPM Gas S.A. a través de la sociedad controlante Gasinvest, con el 56% del capital social de TGN. En 2018 registró una ganancia de 3.721 millones de pesos, respecto de 2017 una mejora del 72% (2.160 millones). Pues bien, de lo ganado el año pasado, un 64% (2.378 millones) fue destinado al pago de dividendos a sus accionistas.
El consumo residencial de los y las bonaerenses retrocedió interanualmente, al mes de junio, 7,6%. El retroceso es tan fuerte que prácticamente iguala al consumo del año 2014, esto es, cinco años atrás. Aquí los números tan irrefutables como trágicos de la política energética y económica neoliberal, que en esta provincia tiene la particularidad de profundizarse por la gestión igualmente neoliberal de la gobernadora María Eugenia Vidal.
Al estudiar solamente a Transener (excluyendo Transba) se aprecia un desplome de las inversiones medidas en dólares: entre 2019 y 2014: -72% (-34% fue la diferencia sobre 2015). Igual para la caída interanual en relación a 2018: -48%.
En abril de 2019 se pagaron 7.182 millones de pesos en dividendos (167,8 millones de dólares), mientras que en abril de 2018 TGS decidió pagar dividendos por 3.705 millones de pesos entre julio y septiembre del mismo mes (ajustados a diciembre de 2018) y correspondiente a los ejercicios de 2016 y 2017. En dólares, 128,7 millones. El total distribuido: 296,5 millones de dólares de los 798,9 millones ganados entre 2016 y 2018 (inclusive), un 37%. Las obras de expansión del sistema de gasoductos de TGS, como la misma empresa manifestó, se paralizaron a partir de 2016. Como dijimos en la introducción, la paralización -y que continua a julio de 2019- se verificó a pesar de haber registrado TGS una ganancia extraordinaria desde la asunción de Macri por casi 800 millones de dólares sumando 2016, 2017 y 2018. De ese total, un 37% (296,5 millones) se repartió en dividendos a sus accionistas, entre los que destacamos: Pampa Energía, Grupo Inversor Petroquímica S.L. (integrante del Grupo GIP, liderado por la familia Sielecki), PCT L.L.C. y WST S.A. (integrante del Grupo Werthein).
El sector industrial y de grandes comercios desplomó su demanda de electricidad 7,8% interanualmente, siempre entre primeros semestres. Fiel reflejo de la destrucción del mercado interno, así como del aparato productivo e industrial, este sector consume 8,3% menos de electricidad que en 2013, esto es, seis años atrás.
Al FMI y al régimen de Cambiemos les tiene sin cuidado que los hogares argentinos hayan cerrado 2018 consumiendo 0,3% menos de electricidad que en 2016, esto es, dos años atrás. Menos que menos que al primer semestre de 2019, el consumo residencial se haya desplomado 7,6%, ubicándose 2,2% por debajo de los valores de 2015. En el caso específico de Chubut, la demanda residencial de 2019, primeros seis meses, apenas está por encima de la de 2015 (1,3%), es decir, cuatro años atrás.
Se advierte que el total de dividendos pagados a los accionistas de Transener entre los meses de diciembre (2018) y mayo (2019) totalizaron 4.964 millones de pesos. Tomando las ganancias de 2017 y 2018, ejercicios de los cuales surgió el dinero destinado a dividendos, se encuentra que un 71% de lo ganado en los dos últimos años terminó en los bolsillos de los accionistas. En dólares, la distribución de dividendos implicó un 39% de las ganancias de esos mismos dos años.
En 2019, el consumo total de gas de esta provincia registró un desplome del 34%, mientras que del 25% en relación a 2015. Entre enero y marzo, Jujuy consumió menos gas que en 2004. En relación a la expansión de la red domiciliaria en esta provincia, advertimos que el trienio 2016-2018 destaca por haber sido el peor en incorporación de nuevos usuarios residenciales desde 2001. Respecto del trienio anterior (2013-2015), la caída fue del 23%, con 1.229 usuarios menos incorporados.
El consumo eléctrico a nivel nacional se desploma en el acumulado al sexto mes del 2019. Para todos los tipos de usuarios cayó 7,3%; sector residencial -7,6%, comercial -6,3% e industrial y de grandes comercios -7,8%. Los argentinos y las argentinas consumieron 3,9% menos de electricidad que en 2015, mismo período. Es la peor caída desde 2013, como mínimo.
El sistema de transporte eléctrico de la República Argentina contaba, a fines de 2017 (últimos datos oficiales disponibles), con 14.195 km de líneas de extra alta tensión (500 kV) y 19.713 km de líneas troncales (en su mayoría de 132 kV). La mayor expansión del sistema de transporte en toda la historia argentina se verificó entre 2003 y 2015, en el marco del Plan Federal de Transporte Eléctrico ejecutado por el Ministerio de Planificación Federal. El crecimiento de nuevas líneas entre 2005 y 2010 alcanzó los 2.630 km, mientras que entre 2010 y 2015 fue de 2.457 km. Al tomar la década entre 2005 y 2015 contra la década anterior (1995-2005), se observa una diferencia a favor de la primera del 161% (5.087 km nuevos vs 1.947 km nuevos). Es decir, el kirchnerismo más que duplicó la construcción de nuevas líneas de extra alta tensión respecto de la década anterior.
Lástima que ningún senador ni senadora advirtieron lo que Lopetegui estaba enseñando: las inversiones de Transener van a caer este año 23%, y un 28% se incluimos las de Transba. ¿Por qué se vienen abajo tan drásticamente si la tarifa no para de aumentar? Fue una tomadura de pelo presentar los montos en pesos. Esto ya lo analizamos oportunamente. Si pasamos a dólares, al tipo de cambio promedio anual, vemos que la caída interanual entre 2019 y 2018 de las inversiones de Transener es todavía más marcada: -48%.
Al contextualizar con las ganancias anuales los 7.182 millones de pesos de distribución de dividendos (168 millones de dólares a la cotización de entonces), se observa que respecto de 2018 equivalieron a un 62% (de la totalidad de la utilidad integral), mientras que un 108% superiores a todo lo ganado en 2016 y 2017.
60% de la demanda residencial en manos de MCP. Nicolás Caputo, Marcelo Mindlin y Rogelio Pagano (MCP) concentran el 60% de la demanda residencial del país (acumulado a mayo de 2019).