En 2018, la producción de gas descontada la producción aportada por estos subsidios (sobreprecios) de las resoluciones mencionadas hubiera resultado, no en el crecimiento tan celebrado por el régimen, sino algo muy diferente: entre enero y septiembre la producción se hubiera desplomado 2,5%, acentuándose la caída de 2017 (año sin estos mismos subsidios) y con una retracción del 3,8% en relación al primer año de gestión macrista.
A pesar de haber percibido "ayudas" y ganancias inéditas y abusivas, Metrogas tuvo durante los dos primeros años y medio de gestión neoliberal el segundo peor registro de su historia en cuanto a expansión del servicio a nuevos usuarios residenciales, ubicándose además 44% menos en comparación con el mismo período del segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Comparados con igual período anterior (segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner), los dos años y medio de gestión macrista arroja una merma del 44% equivalente a 29.467 nuevos usuarios residenciales menos. Respecto al pico histórico alcanzado en 2007/2009 (junio), la diferencia es de 59.519 usuarios menos o -62% de caída.
El crecimiento de las importaciones para estos dos combustibles se expandió 21% interanualmente y 47% respecto del mismo período de 2015. En términos de erogaciones, se gastaron 388 millones de dólares adicionales, saltando 60% interanualmente y un 66% sobre 2015. Recordará el lector y la lectora que nos gobiernan quienes prometieron salvarnos del déficit comercial energético y recuperar autosuficiencia.
Entre enero y agosto de 2018, la producción de petróleo creció 2% respecto de iguales meses de 2017. Al discriminar por cuenca, se observa que la Neuquina es responsable del 53% del nuevo petróleo producido durante los primeros ocho meses, mientras que 28% la Cuenca del Golfo San Jorge. Debajo, la recuperación con eje en ambas regiones productivas. Se aprecia una importante recuperación en ambas cuencas. La Neuquina, pasó de una caída de -5,8% en 2017, primeros ocho meses, a un crecimiento de 3,3%; en el caso del Golfo San Jorge, de -8,9% a 1,6%.
En 2017, Gas Cuyana registró la segunda peor marca en incorporación de nuevos usuarios (6.464) desde 2002 (3.404). El promedio anual de incorporación de nuevos usuarios totales entre 1993 y 2002 fue de 12.131, entre 2003 y 2012 fue de 16.596 (+37%), mientras que entre 2006 y 2015 de 15.662 (+29% en relación al primer período).
En el tercer trimestre, el consumo sumado de nafta y gasoil cayó 2,9% y 1,3% niveles mercado interno y estaciones de servicio, respectivamente. Para el mes de septiembre, la retracción fue todavía más drástica: -9,2% y -6,7%, también respectivamente. En ambos períodos, los combustibles que explican la tendencia negativa son el gasoil Grado 2 y la nafta Ultra. En este informe ajustamos la lupa sobre el consumo del primero. ¿Por qué? Su análisis permite mensurar con bastante fidelidad la hiper recesión, la precarización generalizada de la ciudadanía y el exponencial encarecimiento de los combustibles. Esto, ya que el incremento de la nafta Súper obedece a la migración de los consumidores de nafta Ultra, siendo que ni este último combustible ni el gasoil Grado 3 son parámetros representativos dado que su consumo se restringe a la población más rica, por cierto, que cada vez lo consume menos. Por último, la siguiente aclaración: si bien el gasoil Grado 2 es el más utilizado por los aparatos industrial, productivo (agroindustrial) y logístico (transporte público y de carga), la marcada disminución en su consumo se concentra básicamente en el sector de ventas al público (estaciones de servicio).
Al tomar el último año completo de gestión neoliberal y observar lo acontecido con la expansión del gas de red desde que se registran estas estadísticas oficialmente, vemos que 2017 fue el peor desde 1993, tanto en la caída porcentual como en la cantidad de usuarios nuevos incorporados.
A pesar de haber percibido "ayudas" y ganancias inéditas y abusivas, las distribuidoras del señor Caputo tuvieron el peor registro de su historia en cuanto a expansión del servicio a nuevos usuarios totales, ubicándose por debajo del bienio 2001/2002 y un 33% menos en comparación con el mismo período del segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Es más, el promedio de incorporación de usuarios nuevos totales entre 1993 y 2002 fue de 26.255, entre 2003 y 2012 fue de 38.359 (+46%), mientras que entre 2006 y 2015 de 36.300 (+38% en relación al primer período). Dicho sea de paso, en 2017 ambas distribuidoras exhibieron la menor incorporación de usuarios después de la de 2002, cayendo -35%. Como tantas veces señaló y demostró este Observatorio, la política energética del régimen neoliberal -ahora digitada desde el FMI- es una estafa al pueblo argentino de proporciones nunca vistas.
Central Puerto (Nicolás Caputo) y Pampa Energía (Marcelo Mindlin). Estas dos empresas son las más importantes del país en cuanto a su integración vertical y concentración. La primera controla generadoras de electricidad y distribuidoras de gas; la segunda una transportista de gas, dos transportistas de electricidad, una distribuidora de electricidad y producción de hidrocarburos. ¿Se regalaba la energía, por ejemplo, en 2014 y 2015? Si se regalaba, ¿de dónde salieron las ganancias registradas durante aquellos años?
A agosto de 2018, la producción de petróleo aumentó 2% interanualmente. El magro incremento es en buena medida consecuencia de la reactivación gasífera de Vaca Muerta y no por una política específica para el upstream petrolero que haya revitalizado la producción. En efecto, al discriminar por cuenca, se observa que la Neuquina es responsable del 53% de los nuevos volúmenes positivos, seguida por la Cuenca Golfo San Jorge y, bastante después, por la Cuenca Austral. Las restantes sufrieron desplomes más que preocupantes. Para destacar, el hecho de que, a pesar de la mejora exhibida en lo que va de 2018, el total de las cuatro cuencas productivas sigue por debajo de los niveles de 2015. En una administración que prometió la autosuficiencia petrolera, es de notar que habiendo transcurridos 32 meses de gestión la producción de crudo no se ha recuperado, no ya a nivel nacional, siquiera en ninguna de las cinco cuencas. El promedio respecto de 2015 entre las cinco, siempre comparando los primeros ocho meses, es de -13,2%.
Entre enero y agosto de 2018, las importaciones de nafta y combustibles crecieron un 21% interanualmente y 47% respecto de los mismos meses de 2015. Recordará el lector y la lectora que nos gobiernan quienes prometieron salvarnos del déficit comercial energético y recuperar autosuficiencia.
Aumenta la producción de petróleo traccionada por el proveniente de las cuencas que juntas aportan el 92% de todo el crudo que procesan nuestras refinerías. Sin embargo, los volúmenes de petróleo de origen nacional refinados se vienen abajo.
En 2017, informó ganancias por 588 millones de pesos (+331% interanual). En el primer semestre de 2018, ganó 544,2 millones contra 59,7 millones del ejercicio previo. La mejora fue del 810%.
Al 29 de septiembre, se suscribieron ocho contratos entre productoras y empresas chilenas o ubicadas en Chile para la comercialización de gas natural. De los ocho, cuatro involucran a Methanex, la firma canadiense emplazada en la Región de Magallanes. Medido en términos de volúmenes a ser exportados, esta compañía absorbe hasta el momento un 61% del total comprometido. Los cuatro contratos son repartidos en partes iguales entre Total Austral, PAE, Wintershall y CGC. Como se aprecia de la tabla, los ingresos derivados de las ventas de gas reportarán a cada empresa un promedio de 68,5 millones de dólares. El total, oscilará entre 237,9 y 310,3 millones.
¿Qué sucedió en 2017? Ni VP pudo compensar el desastre: el año terminó con una caída del 0,7% (incluyendo el mega-yacimiento de la "pesada herencia"). ¿Y descontando VP, que es como debe evaluarse la política gasífera macrista? Sin el aporte de VP, 2017 cerró con una producción negativa del 3,3%. Además: comparando la barra violeta de 2017 con la blanca del 2015, se advierte que dos años después de incrementos exponenciales de las tarifas y del gas en boca de pozo, el régimen neoliberal produjo menos gas que dos años antes (-2,9%). Tener presente, por último, que en enero de aquel año Macri había prometido una revolución de la producción, del empleo y de las inversiones en Vaca Muerta.