Con la transacción de marzo de 2017, el Grupo DESA del señor Rogelio Pagano
-ex Edenor- pasó a controlar todas las distribuidoras y comercializadoras de la provincia de Buenos Aires, a excepción de Edenor y Edesur que caen bajo órbita nacional.
Vale la pena recordemos la existencia de una relación directamente proporcional entre el consumo de energía por habitante y la calidad de vida de esa población, su expectativa de vida, índice de desarrollo humano, etc. Asimismo, las naciones con economías más modernas y desarrolladas exhiben consumos energéticos más elevados. La administración macrista, al encarecer la energía, librarla a las fuerzas del mercado y convertirla en mercancía (con eje en mercados foráneos), la transforma en una fenomenal herramienta para la destrucción del mercado interno, la calidad de vida de la población, la industria y la actividad económica en general. Como tantas veces afirmamos: la energía como variable de ajuste.
A pesar de haberse exportado un 45% más que entre 1996 y 2002 -la pesada herencia exportadora que Néstor Kirchner recién pudo bajar drásticamente al concluir su mandato-, la demanda creció un 23% en igual período de tiempo durante gobiernos kirchneristas. El hecho de haber mantenido la demanda planchada del 96 al 2002, posibilitó la estafa exportadora con pingues ganancias para las petroleras, distribuidoras y transportistas a todo nivel.
La tasa de producción de gas de Santa Cruz, exceptuando 2012, fue la menor en comparación con las otras tres grandes productoras (Neuquén, Chubut y Tierra del Fuego). La caída de esta última sería compensada con creces a partir de 2016 como consecuencia de los ingentes niveles de producción del yacimiento Vega Pléyade, iniciado en 2013. Santa Cruz fue en 2016 el tercer productor de gas del país, con el 9% del total.
A pesar del tarifazo, la producción de gas se viene a pique. En el primer trimestre de 2017, cayó 0,9% en comparación con igual período de 2016. Es la peor caída desde 2013.
Tabla que compara la incorporación de nuevos usuarios al servicio de gas por redes, por tipo de usuario, para los primeros doce meses de gestión de Néstor Kirchner y de Mauricio Macri. De la tabla surge un lógico interrogante: Habiendo heredado el país que heredo, sumado a un contexto exportador masivo de gas natural a Chile y Uruguay en detrimento del mercado interno, cómo hizo Néstor Kirchner para:
1) Reducir a la mitad la caída en la baja de usuarios industriales;
2) Incrementar la incorporación de usuarios comerciales en un 216%;
3) Incrementar la incorporación de usuarios residenciales en un 42%; y
4) Incrementar la incorporación de usuarios totales en un 47%.
Los argentinos y las argentinas demandaron menos gas; a pesar de eso, las petroleras se embolsarán 2.500 millones de dólares adicionales a los de 2015 como consecuencia del tarifazo en 2017.
Obsérvese la diferencia con el de 2015 (imagen del mismo artículo fuente que la de esta). Se notará un punto rojo en La Escalonada. Se trata de un proyecto gasífero. Evidentemente, los nuevos precios del gas en el PIST que el CEO-ministro Aranguren decidió influyeron para que Shell apueste a su perforación y desarrollo.
Cuando se observa la evolución de la demanda total en la provincia de Buenos Aires para los dos últimos años del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y se la compara con el primer año de Mauricio Macri, las caídas cobran peor magnitud. Se observa que las más afectadas fueron, en orden de importancia de acuerdo a la magnitud de la caída en la tasa de crecimiento: 1) EDEA; 2) EDESUR; 3) EDENOR; 4) EDEN; y 5) EDELAP.
La demanda total de energía eléctrica en Santa Cruz pasó de un 18% de incremento entre 2015 y 2014 a 0,9% entre 2016 y 2015. Por su parte, los sectores industrial y comercial cayeron en sus demandas para el primer año de gestión neoliberal un 0,8 y 0,1%, respectivamente. La desaceleración de la demanda para el sector residencial fue alarmante entre períodos: de 18% para el primero a 0,9% para el segundo.
Vemos que, de las seis petroleras que explican el 85% de la producción de gas, sólo YPF incrementó su producción (14%). Las restantes redujeron sus niveles un 4% (Total Austral y PAE), mientras que el caso de la empresa recientemente adquirida por el amigo capitalista del Presidente Mauricio Macri, Marcelo Mindlin, cayó un increíble 42%. Si sumamos las producciones de las seis empresas y comparamos interanualmente, vemos que hay un estancamiento de la producción. Y dado que YPF es la única que incrementó sus niveles, la conclusión que deviene es sencilla: YPF está compensando la caída generalizada de las restantes gasíferas. En efecto, el volumen de gas nuevo inyectado por YPF es similar al volumen de gas inyectado de menos por Total Austral, PAE, Petrobras, Tecpetrol y Pluspetrol.
El desplome del precio internacional (WTI) a partir de mediados de 2014 fue desacoplado del precio doméstico vía subsidios del Estado nacional (precio sostén). Con la llegada de Macri, la alineación de los precios locales con los internacionales es política de Estado. El CEO-ministro Aranguren manifestó a fines de 2016 que para mediados de este año ambos precios convergerán
-consecuencia de achicar el precio del barril criollo- y que sólo habrá "sostén" cuando el WTI caiga por debajo de los 55 (Medanito) y 47 dólares (Escalante).
Con la renacionalización de YPF, Santa Cruz pasó de la tercera posición en producción de petróleo a la segunda, mientras que su producción se recuperó un 19% (2012/2011). El notable impulso que aquella estratégica medida dio al sector (y que se reflejó sobremanera en Santa Cruz), no pudo ser mantenida por la gestión de Peralta a diferencia de lo ocurrido en las demás provincias. La curva roja permite dimensionar la involución.
Las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2) no han podido ser bajadas desde la puesta en marcha del Energiewende. En 2016 crecieron un 1% en relación a 2015. La meta de reducción comprometida al 2020 parece ya inalcanzable.
Una reducción del 34% en nuestro consumo eléctrico per cápita nos colocará al nivel de consumo del Paraguay, hermana nación de 6,9 millones de habitantes y un PBI (PPA) de 58.000 millones de dólares. Si la reducción es superior al 80%, estaremos consumiendo lo que Zambia. Y si lo que se pretende es bajar el consumo a la mitad, por ser dañino al ambiente como nos explicó el Presidente Macri, entonces nos convertiríamos en el Haití de la Cuenca del Plata.