Recordará el lector y la lectora que nos gobiernan quienes prometieron salvarnos del déficit comercial energético y recuperar autosuficiencia. Entre enero y octubre de 2018, las importaciones de nafta y combustibles crecieron un 23% interanualmente y 55% respecto de los mismos meses de 2015.
Neuquén sin Techint: estancamiento del 0,2% en 2018 (enero a septiembre). Restada a la provincia del Neuquén el aporte de la concesión Fortín de Piedra, propiedad de Techint, la producción de la primera jurisdicción gasífera del país se hubiera desplomado del 8,6% de crecimiento para el acumulado a septiembre a un estancamiento del 0,2%. En pocas palabras, Neuquén (léase, Vaca Muerta) depende de un único proyecto.
Respecto del gas consumido por los hogares cordobeses, entre enero y junio (inclusive) del 2018 cayó 4% interanualmente. En 2017, la caída había sido del 17,5%, la peor desde 1993. Ese mismo año, el consumo residencial fue menor que el de 2010 (línea roja punteada).
La producción de la principal provincia gasífera y poseedora de Vaca Muerta, Neuquén, hubiera caído 2,2% en el acumulado a septiembre sin subsidios al gas no convencional otorgados en el marco del programa de estímulo definido en la Resolución 46. ¿Qué significa esto? Lisa y llanamente, que ni los siderales aumentos en los cuadros tarifarios ni en los precios del gas en boca de pozo sirvieron para algo. Se podrían haber evitado y aplicado los referidos subsidios de entrada, pues, en definitiva, son estos últimos quienes salvaron a la provincia de una producción negativa en 2018 (recordar: en 2017 la producción aumentó 2%, mientras que 7,2% y 7,5% en 2016 y 2015, respectivamente).
A pesar de haber percibido "ayudas" y ganancias inéditas y abusivas, Litoral Gas tuvo durante los dos primeros años y medio de gestión neoliberal el peor registro de su historia en cuanto a expansión del servicio a nuevos usuarios residenciales, ubicándose además 33% menos en comparación con el mismo período del segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Comparados con igual período anterior (segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner), los dos años y medio de gestión macrista arroja una merma del 33% equivalente a 12.045 nuevos usuarios residenciales menos. Respecto al pico histórico alcanzado en 2007/2009 (junio), la diferencia es de 31.665 usuarios menos o -56% de caída.
La producción mejora pura y exclusivamente gracias a los subsidios otorgados en el marco de las resoluciones 46 y 447 que premian con sobreprecios el gas no convencional de las cuencas Neuquina (Vaca Muerta) y Austral. En otras palabras, los demonizados subsidios -cuya eliminación, hay que recordar siempre, fueron la razón de ser del tarifazo- explican el repunte en la producción en 2018. Por cierto, qué contrasentido que quienes se propusieron remover los subsidios no solamente los terminen aplicando, sino que gracias a ellos la producción de 2018 no fuera menor que la del año anterior. Como sea, de las citadas resoluciones las empresas de Rocca y Eurnekian concentran el grueso de los subsidios, siendo ambas las que explican el incremento de la producción, tal y como probamos en reiteradas oportunidades. Este gráfico, prueba irrefutable de la indisoluble relación.
En el tercer trimestre, el consumo sumado de nafta y gasoil cayó 2,9% y 1,3% niveles mercado interno y estaciones de servicio, respectivamente. Para el mes de septiembre, la retracción fue todavía más drástica: -9,2% y -6,7%, también respectivamente. En ambos períodos, los combustibles que explican la tendencia negativa son el gasoil Grado 2 y la nafta Ultra. En este informe ajustamos la lupa sobre el consumo del primero. ¿Por qué? Su análisis permite mensurar con bastante fidelidad la hiper recesión, la precarización generalizada de la ciudadanía y el exponencial encarecimiento de los combustibles. Esto, ya que el incremento de la nafta Súper obedece a la migración de los consumidores de nafta Ultra, siendo que ni este último combustible ni el gasoil Grado 3 son parámetros representativos dado que su consumo se restringe a la población más rica, por cierto, que cada vez lo consume menos. Por último, la siguiente aclaración: si bien el gasoil Grado 2 es el más utilizado por los aparatos industrial, productivo (agroindustrial) y logístico (transporte público y de carga), la marcada disminución en su consumo se concentra básicamente en el sector de ventas al público (estaciones de servicio).
En 2017 se registró la segunda peor marca desde 2004, esto es, de los últimos 13 años. El promedio anual de incorporación de nuevos usuarios residenciales entre 1993 y 2002 fue de 12.940, entre 2003 y 2012 fue de 15.210 (+18%), mientras que entre 2006 y 2015 de 15.874 (+23% en relación al primer período).
Síntesis para ambas distribuidoras, a pesar de haber percibido "ayudas" y ganancias inéditas y abusivas, las distribuidoras de los señores Macfarlane y Britos tuvieron el peor registro de su historia en cuanto a expansión del servicio a nuevos usuarios residenciales, ubicándose por debajo del bienio 2001/2002 y un 26% menos en comparación con el mismo período del segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
En 2017, Gas del Centro incorporó la menor cantidad de usuarios nuevos de su historia: 6.754. En el año 2002, el segundo peor resultado, incorporó 8.129. La caída interanual entre el segundo y el primer año macrista, -41%, fue el peor registro desde que el ENARGAS publica este indicador. El promedio anual de incorporación de nuevos usuarios totales entre 1993 y 2002 fue de 14.124, entre 2003 y 2012 fue de 21.763 (+54%), mientras que entre 2006 y 2015 de 20.638 (+46% en relación al primer período).
En 2017, la incorporación de nuevos usuarios residenciales de Metrogas se desplomó un 40%, alcanzando unos 11.671 nuevos usuarios. Se trata de la tercera peor marca de la historia, luego de la 1997 (11.090) y 2002 (8.387).
La hiper recesión (con desindustrialización masiva), el impacto del tarifazo en la demanda, el desplazamiento de YPF de Vaca Muerta (desnacionalización de este mega-reservorio) y los subsidios al gas básicamente concentrados en las petroleras de Rocca y Eurnekian que dispararon sus volúmenes y los posicionaron como los dueños del nuevo gas producido están provocando una fuerte retracción en la participación de YPF S.A. en el upstream gasífero.
A través de la firma de 15 contratos, unas 9 empresas en la Argentina tienen autorización o están en vías de ser autorizadas por la cartera energética para exportar gas. El volumen total alcanza los 5.800 millones de m3, casi 1 vez y media más al promedio de producción mensual de 2017. El ranking, en términos de cantidades, es encabezado por la firma de Bulgheroni, PAE.
Gas del Centro y Gas Cuyana (Caputo)
Estas dos distribuidoras, que juntas concentran el 15% de los usuarios totales del servicio público de gas de red, ganaron 109 millones de pesos en 2014 y 33 millones en 2015. Las ganancias en 2017 se multiplicaron por 4.018% respecto de 2015. Nótese, por último, que en el primer semestre de 2018 ganaron un 70% de todo lo ganado durante los doce meses de 2017. ¿Se regalaba la energía, por ejemplo, en 2014 y 2015? Si se regalaba, ¿de dónde salieron las ganancias registradas durante aquellos años?
Los resultados reflejan la combinación entre la hiper recesión, la política económica neoliberal y el tarifazo. Ninguno de los planteos de los sectores industriales en las últimas audiencias públicas fue tenido en cuenta por el régimen. El consumo de electricidad para esta categoría -conjuntamente con grandes comercios- se desplomó 5,1% respecto de 2015 y -3,6% en relación a 2013, mismos períodos.