Con los datos a diciembre publicados por el Ministerio de Energía, este Observatorio actualiza su informe sobre las importaciones de crudo por parte de la administración neoliberal de Mauricio Macri. Resumimos: en dos años de gestión, Cambiemos importó un 44% más de crudo que el importado durante los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner. Cuando se compara con los tres gobiernos kirchneristas, observamos que el macrismo importó un 78,5% de los volúmenes de petróleo importados entre 2003 y 2015.
En un informe anterior elaborado por este Observatorio, hallamos que la producción de gas cerraría el segundo año de Macri con una caída cercana al 1%, esto es, la peor caída desde 2013.
Siguiendo este razonamiento, nos preguntamos: ¿Qué resultado arrojaría 2017 sin el aporte del mega-yacimiento K? Primero, la inquietud exige saber qué aconteció con VP el año pasado. Proyectando diciembre nos termina dando una expansión interanual 2017 vs. 2016 del 63%. Como se advierte, su desarrollo sigue siendo notable. Segundo, usando estos datos proyectados en el cálculo de la producción para los 12 meses del 2017, encontramos que, sin VP la producción estaría desplomándose un 7,9% respecto del 2016. Esta caída es la peor desde 1989, año a partir del cual el Ministerio de Energía publica información.
La producción de este hidrocarburo viene cayendo desde mitad del año pasado. En el acumulado a octubre había sido de -0,9%. Como se aprecia del gráfico, empeoró al caer a -1%. Obsérvese la dilapidación de la recuperación entre 2013 y 2016 (en este último año, gracias a la inercia del yacimiento heredado Vega Pléyade).
En julio de 2016 se emitió el Decreto 893, normativa que según explicamos oportunamente (ver bibliografía), volvía a hacer de la Argentina un país exportador de gas luego de casi una década. Seis meses más tarde apareció su reglamentación (13 de enero de 2017) al aprobar el "Procedimiento para la autorización de exportaciones con compromiso de re-importación" (Resolución E - 8/2017). Las exportaciones se retomaban bajo la modalidad swaps, esto es, las cantidades enviadas al exterior deben, en un plazo de tiempo determinado, volverse a traer al país. Sin embargo, a fines de noviembre del 2017 se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 962. Allí se abre la posibilidad de exportar sin compromiso de importación. Por último, meses después, se conoció el acuerdo entre YPF y la empresa Methanex (en Chile) mediante el cual la primera le vende gas natural a cambio de metanol. En el presente trabajo repasamos el estado de la reapertura exportadora, alertando sobre tres cuestiones que esperamos sean tomadas por legisladores de la oposición y convenientemente estudiadas/denunciadas: 1) No se informan los precios de las re-importaciones; 2) No se informan las ganancias -si las hubiere, que las debe haber lógicamente- de las empresas radicadas en la Argentina involucradas en las exportaciones; 3) Dado que la extensión de algunos contratos avanza sobre los meses del invierno de 2018, hablamos de un gas que se está exportando a costo de GNL (más costo de regasificación). Pues bien, no lo contemplan sus precios del gas puesto en frontera; 4) Se inauguran las exportaciones desde Neuquén (Vaca Muerta), a través de Exxon. ¿Qué garantías hay de que las crecientes inversiones de esta empresa -entre otras como Pampa Energía, Shell, Total y Tecpetrol- no se destinen masivamente a la exportación a Chile?; y 5) Las exportaciones de gas de YPF a Methanex se darán desde Santa Cruz y/o Tierra del Fuego, a cambio de metanol. El volumen total equivale a un día de producción (de 2016) y llega a cerca de la mitad del gas consumido por los hogares santacruceños entre enero y octubre de 2017.
¿Qué sucedió en 2017 respecto de 2016 con estos cuatro centros económicos del país en cuanto a su demanda industrial? Buenos Aires creció un 1,5%, Córdoba un 2% y Santa Fe un 2,2%. Por su parte, Mendoza cayó un 1,6%. Como mencionamos en la introducción, la demanda industrial viene levantando cabeza desde mediados del año pasado. Sin embargo, una cosa es afirmar que la "demanda industrial se recupera" y otra muy diferente que la "industria se recupera". ¿Por qué? Porque, en realidad, las cuatro provincias "industriales" del país todavía consumen menos electricidad que en 2015, año previo a la gran recesión de 2016. ¿Cuánto? Un 2,9% menos. Y no termina en 2015 el desmadre, porque incluso consumen menos que en 2014 y en 2013, como se puede observar de la tabla. Las cuatro provincias "industriales" por excelencia del país cerraron 2017 consumiendo menos electricidad que en 2015 y 2014. En la comparación con 2013, se observa que solamente Córdoba registró el año pasado un consumo (apenas) mayor: 1,5%. Inversamente, Buenos Aires consumió en 2017 un 1,2% menos que en 2013, Santa Fe un 6,5% menos y Mendoza un 8,6% menos. Así de hondo y severo el proceso de desindustrialización neoliberal.
Observaciones: En 2016, los hogares argentinos terminaron consumiendo un 3% más de electricidad respecto de 2015. La desaceleración fue muy marcada en relación al incremento anterior. Sin embargo, todavía siguió exhibiendo una mejora (mayores niveles de consumo). Vemos, lamentablemente, que 2017 es el primer año desde 2013 en el que la demanda residencial registra una caída, y una abrupta. Los consumos se acercan peligrosamente a los de 2015, apenas un 0,8%. Esto es, lo que se consumía dos años atrás.
Entre enero y noviembre de 2017, las importaciones de petróleo superaron a las de igual período pero de 2015 en un 319%. Paralelamente, debe recordarse que la producción de petróleo no para de caer desde asumido Macri: a octubre acumulaba una disminución del 7,1% (-10,2% respecto de 2015).
De las 22 provincias interconectadas, 13 (un 59%) cerraron 2017 con caídas en sus respectivos niveles de demanda residencial. La provincia más afectada resultó ser Río Negro, con un desplome del 6,4%. Siguieron: Entre Ríos (-4,9%), Santa Fe (-4,6%), Buenos Aires (-4,1%), Córdoba y San Juan (-3,1%). Hallazgos: 1) Las provincias que juntas explican un 85% de la demanda residencial a nivel nacional registraron una caída del consumo en 2017; 2) Las primeras cuatro provincias en cantidad de usuarios y demanda residencial cayeron en 2017 respecto de 2016; 3) Los hogares de Río Negro (-6,5%), Santa Fe (-5,5%), Buenos Aires (-2,3%) y Jujuy (-0,8%) consumieron en 2017 menos electricidad que en 2015; 4) El sector residencial de las dos provincias con mayor cantidad de usuarios del país y que juntas participan con un 59% del total de la demanda para este sector consume menos electricidad que dos años atrás. Nos referimos lógicamente a Buenos Aires y Santa Fe; 5) Las provincias patagónicas, a excepción de Chubut, cayeron en su consumo residencial entre 2017 y 2016; 6) Las provincias más incondicionalmente aliadas del oficialismo registraron todas, sin excepción, caídas en sus consumos residenciales.
En un mercado desregulado, liberalizado e internacionalizado, que la segunda refinadora en cuota de mercado domine las importaciones de naftas, gasoil y crudo refinable indica claramente quién ejerce el control del sector. Puesto en otras palabras, en mercados de esta naturaleza la empresa testigo no es quien detenta la mayor cuota de mercado sino quien controla el comercio exterior en el sector. ¿Casualidad que esa empresa tenga a su ex CEO ocupando la dirección del Ministerio de Energía?
Se ilustran las diferencias diarias en usuarios afectados de la empresa Edenor. Dos hallazgos adicionales: 1) Los peores tres picos en cuanto a cantidad de usuarios afectados en un día determinado se dieron en 2017; y 2) Diecinueve días del mes de diciembre de 2017 respecto de diciembre de 2016 registraron un empeoramiento del servicio.
YPF en Neuquén: se interrumpen cuatro años de crecimiento consecutivos
Esta provincia es la segunda productora. En los primeros diez meses de 2017, la producción de la estatal cayó -0,2%. Con esta caída, se interrumpen cuatro años de crecimiento consecutivos.
Demanda residencial de gas: 85% de las jurisdicciones del país en caída. El promedio fue de -8,4%. Entre las diez más castigadas (promedio -15%) figuran jurisdicciones de todas las regiones del país a excepción de las patagónicas, con caídas debajo del promedio nacional (Río Negro y Neuquén). Las únicas provincias con incrementos fueron, dada su alta dependencia gasífera, Santa Cruz, Chubut y Tierra del Fuego.
Líder en importaciones (por suma de volúmenes…)
Al juntar las cantidades importadas de petróleo con las de naftas y gasoil, obtenemos la tabla final del ranking de importadoras, período 1 año y 9 meses de gestión Macri. La empresa Shell es la número uno en importaciones de crudo, naftas y gasoil en 1 año y 9 meses de gestión neoliberal. Gastó 685,5 millones de dólares en las compras de los referidos energéticos.
Las adjudicatarias (por países como por empresas o fondos de inversión), del paquete eólico-solar. Las empresas europeas de Alemania, España, Italia, Francia y Portugal obtuvieron el 22,4% de la potencia adjudicada para estas tecnologías. El empleo de calidad y la industria de las naciones involucradas los grandes ganadores del Plan RenovAr. Las empresas chinas resultaron las segundas ganadoras, con un 16,7% del total adjudicado. Los empresarios Caputo y Mindlin, mediante sus sociedades controladas, fueron juntos los primeros ganadores privados del país, con un 9,8%.
Contrato YPF - Methanex en contexto de la producción de gas
La producción de gas a nivel nacional registró a lo largo de 2017 números negativos. De acuerdo a los últimos provistos por el Ministerio de Energía, 0,9% abajo en el acumulado a octubre de 2017 respecto de igual período del año anterior. ¿Y con la producción gasífera específica de Santa Cruz y Tierra del Fuego? Porque el gas natural exportado se hará desde dichas provincias. Observamos claramente una declinación más que pronunciada en ambos casos. En Santa Cruz, la tasa de producción en 2017 se tornó negativa, pasando de 2,3% a -6%. En otras palabras, esta provincia extrajo un 6% menos de gas que en 2016, enero a octubre. Tierra del Fuego es diferente, aunque la desaceleración es hondamente preocupante: en 2017 extrajo un 12,1% más de gas que en 2016, aunque cayendo desde un 26,3%. Es decir, una desaceleración del doble.