Una síntesis del descalabro y del gobierno de las empresas: en relación a 2015, las ventas de naftas y gasoil al público se redujeron un 0,2%. Sin embargo, las importaciones crecieron un 24%.
Ranking por petróleo importado - 2016 a septiembre 2017. Al sumar los volúmenes importados durante 1 año y 9 meses de gestión macrista, la empresa Shell se posiciona como la número uno, erogando en el total del período 185,3 millones de dólares.
Transportadora de Gas del Sur: 1.818 millones de pesos de ganancia en nueve meses de 2017. Explica TGS en su informe citado, que "Por el período de nueve meses terminado el 30 de septiembre de 2017, TGS ha reportado una utilidad integral de Ps. 1.818,6 millones en comparación con la utilidad integral reportada por Ps.468,6 millones en igual período de 2016, representando un incremento de Ps. 1.350,0 millones" (Pág. 1). En porcentaje, hablamos de una mejora del 288%. Esta empresa es controlada por CIESA, sociedad a su vez co-controlada entre Pampa Energía (Mindlin) y las sociedades de la familia Sielecki y de la familia Werthein.
Como puede observarse, la demanda residencial de Edesur cayó un 3,9%, esto es, la segunda caída consecutiva desde 2016 (-2,6%). Debe tenerse muy presente que los millones de hogares a los que llega esta concesión consumieron durante los primeros diez meses del segundo año de mandato neoliberal menos energía eléctrica (un 6,4% menos) que en iguales meses de 2015.
Comparación entre YPF y Shell y sus volúmenes importados de petróleo, naftas y gasoil (sumados). Entre 2015 y 2017, las importaciones de la estatal se desplomaron un 26%, mientras que las de su principal competidora se expandieron un 513%. En un mercado abierto, desregulado y con un ministro de Energía puesto por la firma angloholandesa, dichos porcentajes demuestran de forma contundente quién domina el segmento del downstream en el país y, por tanto, quién tiene mayor poder a la hora de fijar precios y determinar rentabilidades.
Se observa que el porcentaje de las importaciones de crudo sobre la producción nacional (I/P) alcanzó un histórico 4%. Si bien no está representado en el gráfico, es el mayor valor desde 2011. En relación a 2015, se pasó de un 1% a 4%.
De acuerdo a los últimos datos publicados por CAMMESA, se analiza el estado de la demanda de energía eléctrica a niveles nacional y sectores residencial, comercial e industrial (incluyendo grandes comercios) en su variación interanual. En el acumulado a octubre, la demanda de electricidad cayó 1%.
El macrismo lleva importados 1.769.203 metros cúbicos entre enero de 2016 y septiembre de 2017 (inclusive). Este volumen es un 17% superior a todo el petróleo importado entre 2008 y 2015. Asimismo, equivale al 64% (más de la mitad) de las importaciones totales registradas durante los tres gobiernos kirchneristas.
En el acumulado de los primeros nueve meses del 2017, la incorporación de nuevos usuarios al servicio público de gas por redes se redujo un 44% interanual. Esto es, casi la mitad. En comparación con igual período de 2015, la reducción es del 38%. En el último gráfico, un resumen del año y nueve meses de administración neoliberal.
La tendencia declinante en la sustitución de importaciones culminó en abril de 2017. A partir de entonces, las importaciones comenzarían a aumentar nuevamente. Como consecuencia de esta insólita pero buscada decisión de atentar contra la autosuficiencia energética nacional, dilapidando casi cinco años de recuperación, el macrismo consiguió batir otro deplorable récord. Si con el petróleo ya importó más cantidad en 1 año y 8 meses de gestión que todo el crudo importado entre 2008 y 2015, con el gas natural algo parecido: en el acumulado enero a agosto del corriente, después de 20 meses de tarifazo y con los precios del gas en boca de pozo más caros del mundo, lleva importados un 6% más que en igual período de 2015.
¿Cómo fue que sin necesidad de tarifazo ni de flexibilización laboral ni de incremento exponencial en los precios del gas en boca de pozo la principal provincia productora de gas obtuvo la recuperación ilustrada entre 2013 y 2015?
En el gráfico se analizan los cambios en lo que va del año en la cantidad de usuarios del servicio público. En rojo se aprecian dos caídas. Tal comportamiento, es decir, usuarios que se dan de baja en dos meses de un mismo año es la segunda vez que ocurre desde 1993. La primera, fue en 2016.
En 2017, a un año de vigencia del precio del gas en boca de pozo más caro del mundo, la producción de gas comenzó a caer por primera vez desde 2015. Este hecho, sumado al negociado de importación de gas desde Chile promovido por el Grupo Shell, condujeron a partir de marzo a desacelerar el ahorro de gas importado en relación a 2016, para pasar desde el mes de abril a registrar un incremento sostenido de las importaciones. Es decir, y por primera vez desde el último año del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, entre enero y abril de 2017 la Argentina importó más gas que en igual período de 2016. De allí en más (línea roja), las importaciones no han parado de incrementarse.